CAPÍTULO 4

189 39 3
                                    

Eran al rededor de las 06:00 AM cuando un pelinegro con ropa deportiva estaba trotando al rededor del lago cristalino diligentemente; como todas las mañanas lo hacía. Sabía que debía mantenerse en forma si es que quería seguir buscando alimento diario por su cuenta o salvarse de ser alimento de algún oso o lobo que este rondando cerca de ahí, pues no sería extraño encontrarse con uno de ellos.

Con sus trabajadas piernas saltaba y esquivaba toda rama o escombro que veía, esto le ayudaba con el cardio. Jeon Jungkook siempre se esforzaba más de lo que planeaba hacerlo, después de todo se le hacía divertido.

Su inhalación nasal y exhalasion vocal era un ritmo que mantenía junto con sus pasos, y los sonidos de las cigarras mañaneras junto con el canto de los Lindos pájaros que avisaban el ascenso del sol, se paseaban en la inmensa extensión de arboles y ramas.

Solo hizo su entrenamiento básico; 3 repeticiones de 20 sentadillas con salto, 5 repeticiones de 30 abdominales y 100 lagartijas. Solo hizo el calentamiento básico ya qué tenía a un  "huésped Anónimo" en su casa y no podía dejar que se fuera tan pronto es decir; hace tiempo no veía a otra persona mínimo quería saber que hacía aquí y como llego hasta acá ¿no?. Quería saber más sobre ese particular joven.

Han escuchado el dicho de "la curiosidad mató al gato?" en este caso sería el conejo.

Al llegar a su cabaña eran mas o menos las 9 de la mañana.

Solo esperaré que se despierte para hablar con el y-.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por unos quejidos que escuchó cerca de la cocina.

Oh no.

Al dejar su mochila en el piso Fue rápidamente hasta entrar al área del comedor para encontrarse con un colorado de pie frente al fregadero

El de piel acaramelada y moretones se volteó con un cuchillo en sus manos alarmado al sentir la precensia de alguien más detrás de el.

-¿Q-quien eres tú? Y que hago aqui? -. Fue lo que salió de los labios con forma de corazón del más bajo, mientras apuntaba con el cuchillo en sus manos al pelinegro quien se puso alerta al ver las acciones del contrario.

-Solo calmate... No te haré daño- dijo con tono calmado tratando de transmitirle lo mismo al colorado manteniendo la distancia.

No quería alarmarlo pero hablar con alguien que tiene un cuchillo en sus manos no es lo más común.

-D-donde estoy? Y porque mi camisa esta rota?-. dijo cubriéndose parte de su pecho con su brazo izquierdo  jadeando de dolor frunció su ceño y dejó caer el cuchillo acto seguido por el esfuerzo que hizo al mover su brazo donde se hallaba la herida.

-deja de moverte o no sanará...- dijo el mayor subiendo sus manos tratando de detenerlo con  preocupación en su mirada, manteniendo su distancia, pues no quería espantar al pobre muchacho.

-T-tu me curaste?-. formuló con una mueca de miedo y confusión mirándolo desde abajo.

Jeon se relajo un poco.

-O eso intentaba hacer-dijo ya harto de la situación respirando profundo

Hubo un largo Silencio hasta que un sonido un tanto extraño de parte del colorado qué al parecer emitió

...

-Ese fue tu estómago? - dijo el pelinegro con un tono burlon en su voz buscando su mirada.

El colorado solo asintió cabiz bajo avergonzado llevando su brazo sano a su estómago , no comió nada en todo el día de ayer, No le dio tiempo.

El de ojos curiosos lo miro con cierta lastima y otro suspiro escapó de sus finos labios.

-no tengo problema en preparar desayuno para alguien más - dijo con simpleza con una medio sonrisa amable en su rostro balanceándose en sus pies para calmar el ambiente

El colorado levantó la cabeza para mirarlo a los ojos y negar con la cabeza el no quería estar con alguien desconocido qué podría hacerle daño.

-Déjame ir no quiero estar acá -. Susurró con lágrimas al borde de sus ojos arrastrándose hasta caer en el piso y empezar a temblar.

Que le habrán echo para que este así de sensible...

Fue lo que pensó el mas alto viéndolo con lástima .

Se acercó a él a pasos suaves y arrodillandose frente a él.

-no puedo dejarte solo allá afuera, estas herido-. Dijo ladeando su cabeza estando frente a el tratando de tranquilizarlo

El colorado sollozó en respuesta. Jungkook no era exactamente paciente y ahora el hambre calando su estómago le estaba afectando.

-Escucha naranjita. Si te quieres ir anda. Ahí esta la puerta allá tu si te come un oso en el intento- dijo haciendo el amago de salir de la habitación antes de que un:

-N-No espera!-. con voz temblorosa.

Lo interrumpiera

°°°

Y ahí estaba el colorado; sentado frente a la mesa de tamaño promedio y un color marrón oscuro pulcro con su mirada perdida.

-y acá esta- dijo el mayor poniendo una taza de al parecer sopa sobre la mesa con unos guantes para evitar quemarse, pues estaba caliente.

Jungkook tomo asiento frente a él con su plato de sopa y pan tostado.

El mayor observó unos segundos como el más joven sostenía la cuchara y se la llevaba a la boca deteniéndose justo antes de meter la comida a su boca y dirigirle la mirada

Apartó su plato y apartó la mirada  hacia otro lado

aquí vamos de nuevo...

-no quiero tu comida-. Dijo apartando el plato de estofado con una mueca

El pelinegro le dio una mordida a su pan tostado mirándolo como si fuera algo pequeño por no decir insignificante

-estas herido debes comer-. Respondió el mayor tratando de no perder la paciencia. Juraría que le hiba a meter su cara en el tazón de sopa para que se quedara quieto y de paso ingiriera algo.

Talvez dejar que un oso se lo comiera no era tan mala idea.

-Como se que no le pusiste algo a la comida!-. Dijo el colorado tratando de sonar firme pero el dolor punzante en su hombro se lo impedía.

Estaba casi seguro de que vio al pelinegro rodando los ojos.

-Averigualo, si no lo comes no sabrás si esta envenenado o no-. dijo mirándole a los ojos con una expresión tranquila y un tono de voz tan suave que sus palabras quedaron rodando en la mente del menor.

Resignado sostuvo por segunda vez con su mano la cuchara y esta vez se la llevo a su boca degustando el exquisito sabor que tenía esta, estaba caliente y era perfecto para una mañana tan fría como esa lo era, le calentaba la garganta y lo sentía llegar a su estómago anteriormente vacío y ni hablar del sabor. O el mayor frente a él era buen cocinero o tenía demasiada hambre

Talvez eran ambas.

Con el tema de sus deudas y sus agotadores trabajos lo único que habría probado estos últimos meses era un ramen instantáneo o un pan tieso  y algunos días ni si quiera comía.

El pelinegro pareció satisfecho por la expresión que obtuvo del colorado frente a él.

-¿Te gusta? -. Cantareo con una sonrisa de lado dándole un sorbo a su sopa haciendo el sonido característico.

El colorado ingirió otra cucharada de su desayuno antes de responder.

-S-si lo esta.. -. Dijo en voz baja pero no lo suficiente para que el mayor no lo escuchara, antes de agarrar un pedazo de tostada junto a su plato y empezar a comer. Sabía muy bien y este desconocido parecía inofensivo.

Lucía intimidante por su gran y atractivo porte pero no lo suficiente como si tuviera 3 cuerpos en su nevera, hasta le pareció tonta la idea.



Ojazo tae KWJEKSJSJWJKAKA

Verloren (kookv) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora