Capítulo 12

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-Jungkook.... ¿en qué trabajas realmente?-

Un gélido silencio y la espalda de Jungkook tensarse fue lo que se pudo divisar después.

Se giró lentamente dejando los tomates y la cebolla hervidos de lado. Acercándose peligrosamente al colorado.

Su mirada parecía carecer de brillo haciendo de esta una fría, oscura y profunda mirada.

Se asemejaba al mar tranquilo en una noche con luz llena.

-Naranjita...- Tomó con su mano derecha la quijada del menor posando su oscura mirada sobre los labios rosas de este, alertándolo.

-Creo que deberías aprender a cerrar tu linda boquita- Dijo en un pequeño susurro con su grave voz rasposa.

La voz de Jungkook era melodiosa y a veces sonaba como si cantara, era aguda; no tanto como para llegar a ser similar a una fémina o como para llamarlo poco hombre, de hecho tenía una increíble dualidad en su voz que muchas personas tanto envidiarian como respetarían.

-... O usarla para una mejor utilidad- Siguió de igual forma.

En este momento el colorado estaba totalmente paralizado atento a lo que pasaría a continuación.

La cercanía parecía ser hasta peligrosa.

Fue entonces cuando Jungkook tentado no resistió y decidió unir sus labios con los de Taehyung.

Este consternado recibió el intenso beso.

El aura de tensión que había se convirtió en una de seducción y deseo.

Los besos de ambos competían sobre quién llevaría el ritmo siendo Jungkook realmente competitivo y profundizando el beso, siendo hasta brusco.

El menor posó sus manos sobre los hombros del mayor buscando equilibrio, lo descolocaba la intensidad con que el mayor succionaba su lengua dejando mordidas de por medio al separarse

El sabor metálico en las bocas de ambos no los detuvo.

En la cocina solo era posible escuchar los característicos chasquidos de sus besos, el sonido del insistente reloj y los latidos desenfrenados del corazón de Taehyung.

¡Oh! Y como dejar de lado la pequeña olla tapada hirviendo de fondo.

Las piernas del colorado apresionaban al mayor contra el, pidiendo contacto.

Y las inquietas manos de Jungkook paseaban por su estrecha cintura por debajo de la ropa.

-J-Jungkook...- Trato de formular el colorado en medio de los besos.

Lentamente el pelinegro paro llenando finalmente de aire sus pulmones.

Antes del pelinegro responder se escuchó el estómago de Taehyung haciendo un ruido

Tenía hambre.

El colorado se sonrojó de la vergüenza y tapo su rostro con sus delgadas manos tímido.

-Vaya Naranjita, si que tienes hambre- Dijo con una sonrisa burlona.

Este no parece ser el mismo Jungkook al que hizo molestar.

Era una persona totalmente diferente hace un rato...

-¿En que quedamos antes de que me interrumpieras?- Dijo Jungkook mirandolo amenazante acentuando lo último con un tono nuevo para Taehyung.

-Oh... Cierto mi cabaña la heredé de mis abuelos, y ellos me criaron con la mentalidad de que el exterior era malvado y cosas así. Termine acostumbradome a vivir aquí solo y valiéndome por mi mismo- Dijo inflando su pecho de orgullo.

Verloren (kookv) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora