CAPITULO 11

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Habían pasado dos días desde aquel suceso, no es que mucho hubiera pasado pero esa sola acción logró desconfigurar los pensamientos y el corazón de nuestro querido naranjita.

En estos momentos estaba viendo televisión pasando canales. Era raro porque muchos de esos canales ya los habían descontinuado o hasta cancelado.

Un ruido proviniente de la cocina llamo su atención

Era el pelinegro que lo estaba llamando.

Apagó el televisor y fue hacia la cocina para ver qué era lo que quería el contrario.

-¿Necesitas algo?- Dijo atento a lo que le diga Jungkook asomándose en el marco de la cocina.

Cargaba un suéter gris ancho que curiosamente resaltaba lo delgado que era juntos con unos pantalones cortos realmente cómodos dejando ver sus lindas y lampiñas piernas.

-Oh si. Quería hacer comida un tanto fuera de lo común para nuestro almuerzo y quería que me acompañaras, el proceso es largo y no me animo si lo hago solo- Dijo con su vista pegada en los platos que estaba lavando.

El traía unos pants anchos de tela y una camisa manga corta de color gris.

Su closet no parece salir de los colores monocromáticos

Pensaba el de hebras naranjas... Hablando de eso su pelo estaba creciendo y se podían empezar a ver sus raíces como quisiera retocarselo.

-Esta bien, no tengo problema... ¿Qué harás de comida?- El colorado se subió en la isla de la cocina separando sus pies del suelo.

El pelinegro al terminar se secó las manos y lo miró divertido.

-Dime naranjita ¿Haz probado la pizza?- Dijo aún sonriendo.

-Yo... Trabajaba en un pequeño restaurante donde su especialidad era la pizza- El colorado apretó los labios dudando si seguir contando - Lo que pude probar de una fue las sobras que dejaban algunos clientes, a veces eran mi almuerzo-

El pelinegro solo observó como la expresión del colorado se apagaba según hablaba.

Y decidió hablar.

-Bueno Naranjita - Empezó diciendo apoyando sus manos una a cada lado de sus piernas en la isla de la cocina, sus rostros quedando muy cerca. - Esta pizza será solo para ti de mi parte-

Casi pudo escuchar los latidos del corazón del colorado por la cercanía.

-¿Entiendes?- Dijo con su mirada comprensiva y filosa al mismo tiempo sobre Taehyung.

Oh Taehyung que Dios se apiade de ti porque yo no lo haré.

El mayor solo necesitó un asentimiento tímido del menor para ponerse en marcha con su próximo plato.

-Solo mantente ahí, yo haré todo-. Dijo el pelinegro buscando los ingredientes.

El colorado suspiro con su mirada puesta en las manos del pelinegro.

Sacó la harina y unos cinco huevos. Puso la harina en el mesón de la cocina dándole la espalda a Taehyung, pero dejando ver lo que estaba haciendo.

Junto con los huevos y dos cucharadas de mantequilla poco a poco empezó a amasar.

El silencio y el sonido de las manos de Jungkook sobre la mesa era lo que inundaba la cocina.

-¿Qué tal era tu vida antes de llegar hasta acá? No parece que hubiera sido de las mejores- Preguntó el cocinero. Considerando la poca información que había dicho sintió lástima por el colorado sin saber la historia completa.

Verloren (kookv) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora