TRANSMIGRAR A UN VILLANO

CAPÍTULOS DEL 41 AL 45

CAPÍTULO 41. LAS CAPACIDADES NECESARIAS DE UN PRESIDENTE TIRÁNICO.

Yang LiuAn corrió hacia adelante tan rápido como una flecha, abrazando a Xiao Fengyue, y gritó varias veces. Sus ojos estaban tan rojos que podían salir lágrimas sangrientas.

Pero Xiao Fengyue había dejado de respirar y no se podía sentir el pulso.

Xiao YuAn rápidamente tomó a Xiao Fengyue de los brazos de Yang LiuAn, que estaban a punto de colapsar, y lo puso en el suelo. Sin mediar palabra, le practicó una reanimación cardiopulmonar.

Después de tres ciclos de RCP, la garganta de Xiao Fengyue emitió un sonido sordo, tosió de repente y abrió lentamente los ojos.

Xiao YuAn estuvo sentado directamente con las nalgas en el suelo durante mucho tiempo, pero no se sentía relajado.

¡HIJO DE PUTA!

Afortunadamente, para poder llegar a ser un Presidente Tirano y poder hacer frente a la situación si su amada se ahogaba en cualquier momento, su padre le hizo aprender primeros auxilios.

Y por fortuna, esa vez estudió mucho. A diferencia del Presidente Tiránico de al lado, que no aprendió nada durante mucho tiempo. Cuando se vio en verdaderos apuros, casi le rompe las costillas a su verdadero amor al hacerle compresiones torácicas.

Cuando Xiao Fengyue abrió los ojos, después de intentarlo durante un rato, descubrió que era incapaz de hablar debido a su lesión en el cuello. Cuando vio a Yang LiuAn, una hilera de lágrimas cayó de sus ojos mientras sollozaba.

Yang LiuAn sujetaba su mano con fuerza, su voz se entrecortaba y temblaba: "¿Por qué... por qué has hecho algo así..."

Xiao YuAn no podía seguir mirando esto. Dio un paso adelante y empujó a Yang LiuAn para que sujetara a Xiao Fengyue en sus brazos.

¿Por qué demonios sigues preguntando? ¡Sujétalo!

La miserable pareja se abrazó y sollozó. Xiao YuAn, angustiado, se secó el sudor frío provocado por el susto que acababa de pasar. Después, se puso de pie al lado de la mesa.

Yang LiuAn soltó a Xiao Fengyue y se arrodilló ante Xiao YuAn de nuevo. Xiao YuAn gritó: "¡No te arrodilles! Primero tienes que llevarlo a la cama y luego traerle una taza de agua caliente". Yang LiuAn se quedó mirando a Xiao YuAn con un aturdimiento incrédulo, sintiendo que tal vez le había oído mal.

Xiao YuAn tocó suavemente su frente y sonrió: "¿Qué estás esperando?"

Yang LiuAn, sin importarle las consecuencias, abrazó a Xiao Fengyue y lo puso suavemente en la cama, le dio una colcha y le sirvió agua caliente dentro de una taza de porcelana.

Xiao YuAn sintió el pulso de Xiao Fengyue. Sólo después de asegurarse de que no había ningún problema, dio un largo suspiro de alivio.

Esto también fue una gran bendición.

Viendo que Yang LiuAn estaba ayudando a Xiao Fengyue a beber el agua caliente, Xiao YuAn le dijo a Xiao Fengyue: "Te haré algunas preguntas, y sé que no puedes hablar en este momento, así que sólo asiente con la cabeza para decir sí y sacúdela para decir no. La primera pregunta, ¿hay alguien dentro del Palacio Jing Yang que esté al tanto de tu relación con Yang LiuAn?"

Los ojos de Xiao Fengyue estaban apenados, y asintió con la cabeza.

"Entonces, ¿esta persona te amenazó con Yang LiuAn, y te obligó a dañar a Yan HeQing?"

Xiao Fengyue asintió de nuevo. Yang LiuAn respiró pesadamente, estaba muy molesto.

"¿Has oído?" Xiao YuAn empujó en broma a Yang LiuAn con el codo.