TRANSMIGRAR A UN VILLANO

CAPÍTULOS DEL 76 AL 80

CAPÍTULO 76. SOLO PUEDEN VIVIR
EN EL SUEÑO DE CHUNGUI.

El cielo estaba gris y nevado por encima de Li Wuding, que dirigía a tres mil soldados de élite, para arrastrarse a través de la nieve cerca de la zona de almacenamiento del granero Yan del Sur. El frío entumecía las manos y los pies de los soldados mientras avanzaban lentamente. Las partes del cuerpo que no estaban cubiertas, sentían extremadamente picor y dolor cada vez que tenían que moverse, aunque fuera un poco.

De repente, se produjo un tumulto en el cuartel Yan del Sur, y los soldados corrieron hacia el oeste con antorchas. Li Wuding aprovechó la oportunidad y se coló rápidamente en el almacén con sus tropas.

La infiltración fue todo un éxito. Sin embargo, precisamente porque fue demasiado fácil, Li Wuding tuvo una sensación de inquietud creciendo dentro de su corazón. Vio que el granero del Reino Yan del Sur estaba muy cerca, y había un gran silencio en la zona.

"¿General?" Los soldados esperaban las siguientes órdenes de Li Wuding.

La respiración de Li Wuding se hizo cada vez más pesada. Mirando a su alrededor, estaba tan oscuro que no era capaz de ver nada más que la oscuridad más absoluta. Más aún, era tan silencioso que incluso se oía el sonido de una aguja cayendo al suelo. De repente, hubo un destello de luz procedente de la distancia y los ojos de Li Wuding se entrecerraron mientras empezaba a gritar roncamente: "¡Retirada!"

Pero ya era demasiado tarde. Las tropas lideradas por Li Wuding pronto se vieron rodeadas por los soldados del Reino Yan del Sur, ¡que habían estado esperando para tenderles una emboscada aquí de antemano!

En un instante, los gritos de batalla sonaron a través de los cielos, ¡como si estuvieran intentando rebanar el oscuro firmamento!

Li Wuding no se dejó llevar por el pánico, sino que levantó su espada para resistir al enemigo. Apretó los dientes con tanta fuerza que casi se los rompió. Inspiradas por este espíritu feroz, las tropas del Reino del Norte, que se habían sentido desanimadas, comenzaron a reunir fuerzas para romper este asedio.

Sin embargo, estaban en los cuarteles del Reino Yan del Sur después de todo, por lo que al final, fueron superados en número. Tras varios tajos de espada, los soldados del Reino del Norte fueron cayendo uno a uno. La sangre roja caía sobre sus cuerpos, dándoles un aspecto feroz y deslumbrante.

Xue Yan gritó con voz grave: "General Li, no necesita seguir luchando. Si te rindes, aún puedes salvar tu vida."

Nada más pronunciar estas palabras, Li Wuding ordenó de repente a los soldados que renunciaran a romper el cerco y se volvieron hacia el granero. Cuando se acercaron al granero, no quedaban más de 100 soldados del Reino del Norte. Debido a esta complicada situación, Li Wuding llevó a los soldados restantes a esconderse dentro del granero y ¡bloquearon la puerta con todas sus fuerzas! Sin embargo, fuera del granero había decenas de miles de tropas del Reino Yan del Sur rodeándolo.

"General Xue, los restos del ejército del Reino del Norte escaparon hacia el granero. ¿Debemos abrirnos paso rápidamente para evitar que quemen el granero?". El ayudante del General vino a informar de la situación a Xue Yan.

Xue Yan negó con la cabeza: "No hay necesidad de eso, ya son una tortuga atrapada dentro de un tarro. Si deciden quemar el granero, ¿no significará que también se quemarán vivos?"

Después de decir eso, Xue Yan fue al granero a negociar. Una vez frente al granero, gritó con voz potente: "Hace tiempo que he oído hablar del gran General Li y de sus logros, pero no deseo librar una guerra contra el General Li. Además, el Emperador del Reino del Norte es bien conocido por ser fatuo y traicionero, haciendo miserable la vida del pueblo del Reino del Norte.Este tipo de país no merece la protección del General Li. ¿Por qué no te rindes al Reino Yan del Sur y salvas a esa gente común de su miseria? El Reino Yan del Sur es virtuoso y capaz de nombrar a un gran General como usted, ciertamente no le trataremos mal."