CAPÍTULO 121. DEBE SER QUÉ HAS OÍDO MAL.
Dentro de la habitación del ala, Yan HeQing despertó lentamente de su coma. Cuando su conciencia se recuperó por completo, giró la cabeza y miró a su alrededor.
Esta habitación tenía un mobiliario sencillo, pero estaba llena de vitalidad. Yan HeQing frunció el ceño y se presionó el pecho, incorporándose lentamente, descubriendo que todas sus heridas estaban vendadas con medicina, e incluso los moratones de su espalda estaban enyesados; sin embargo, el dolor seguía siendo insoportable.
Lo último que recordaba era haber caído en los brazos de alguien, antes de caer inconsciente. Y aunque todavía no podía creerlo, la persona que evitó que cayera al suelo era, en efecto, Xiao YuAn.
En ese momento, la puerta crujió y la Tercera Tía entró llevando medicinas. Cuando vio a Yan HeQing sentado, gritó: "Oh, Gongzi, por fin te has despertado. Rápido, bébete este tazón de medicina". Justo después de decir eso, la Tercera Tía le dio la sopa medicinal a Yan HeQing.
Después de recibir la sopa medicinal, y darle las gracias, Yan HeQing preguntó: "¿Eres....?"
"Ah, puedes llamarme Tercera Tía. Soy una especie de vieja sirvienta aquí". Dijo la Tercera Tía.
De repente, como si pensara en algo, Yan HeQing la miró y preguntó: "¿Puedo preguntar, es.... está casado el Maestro de esta residencia?" Lo dijo con una débil esperanza, como una pequeña chispa que brilla entre las cenizas, muy poco dispuesta a desaparecer.
La Tercera Tía pensó que estaba preguntando por Yang LiuAn y Xiao Fengyue, así que respondió: "¿Por qué lo preguntas recién levantado, Gongzi? Aunque no se hayan casado oficialmente, sí que son pareja, ¡y están muy enamorados!"
Los ojos de Yan HeQing se oscurecieron por completo, parecía un hombre muerto, como un trozo de madera sin vida. Después de lo que se sintió como un largo tiempo, suspiró en respuesta.
"Gongzi, bebe rápidamente la medicina." Le instó la Tercera Tía.
Yan HeQing volvió a suspirar, se bebió la medicina y devolvió el cuenco. Después, la Tercera Tía le dijo algo, pero Yan HeQing no la oyó; tampoco se dio cuenta de en qué momento salió de la habitación del ala.
Yan HeQing esperó a que la noche se calmara y se incorporó lentamente, caminando en silencio hacia la puerta.
Tenía que irse, debía abandonar este lugar.
Yan HeQing sabía que no podía quedarse, ya que tenía miedo. Miedo de que Xiao YuAn le sonriera una vez más. Porque prefería herir a Xiao YuAn que atarlo a su lado por la fuerza.
La brisa nocturna era fresca y agitaba suavemente el pelo negro como la seda de Yan HeQing. El patio de la residencia estaba en silencio, y la luz de la luna que caía del cielo iluminaba todo lo que había en el suelo. Yan HeQing dio dos pasos, cuando de repente, oyó que alguien hablaba.
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Hace un momento, Xiao YuAn estaba dando vueltas en la cama, incapaz de conciliar el sueño.
Xiao YuAn aún no se ha curado de esta enfermedad, lo que le hacía incapaz de dormir sin el sonido de la respiración a su alrededor. Por lo general, dormía en la misma habitación con Xie Chungui, por lo que no tenía que preocuparse de que este problema afectara su sueño.
Y ahora que Xie Chungui había viajado al Reino Shu Occidental para curar su enfermedad, Xiao YuAn no podía dormir solo. Al mismo tiempo, pasó a tener los sentimientos de Yan HeQing en su mente, por lo que ahora ni siquiera era capaz de tomar un descanso. Su mente estaba llena de pensamientos sobre qué hacer en un futuro próximo.
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TRANSMIGRAR A UN VILLANO
Ficción históricaSinopsis Xiao Yuan transmigra accidentalmente en una novela que aprisiona al protagonista masculino. ¡Qué triste! Debido a esto, Xiao Yuan comenzó a trabajar duro para sobrevivir. Sin embargo... "A esos carnes de cañón, aunque quieran maltratar al p...