CAPÍTULOS DEL 71 AL 75

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CAPÍTULO 71. LO SIENTO, PERO LOS FUNCIONARIOS CORRUPTOS NO PUEDEN HACER LO QUE QUIERAN.

Desde la antigüedad, las catástrofes naturales han dañado gravemente al País. Ni siquiera las épocas más prósperas son capaces de soportarlo, y mucho menos un País que está a punto de derrumbarse.

Esta repentina sequía realmente cogió a Xiao YuAn con la guardia baja.

Lo que es aún más abrumador para Xiao YuAn es: En el libro original, el Reino del Norte no experimentó esto.

Aunque la trama del libro original había cambiado mucho debido a las acciones de Xiao YuAn, todos estos cambios fueron motivados por una razón.

Sin embargo, el desastre natural actual era completamente impredecible.

Después de todo, debido a esta sequía, todos los esfuerzos anteriores de Xiao YuAn habrían sido en vano.

Bajo el traicionero viento y las nubes, Xiao YuAn podía escuchar débilmente como la voluntad del Cielo no podía ser desobedecida. Fue el Reino del Norte quien le maldijo por dejar marchar a Yan HeQing. Las montañas, los ríos y el País estaban sobre los hombros de Xiao YuAn, y una vez más, se sintió extremadamente abrumado.

¡Sin embargo!

La historia del materialismo, después de un largo camino de desarrollo, ¡finalmente había progresado del ateísmo superficial a la conciencia materialista!

¡¿Cómo pueden ustedes, como cuarta generación de jóvenes hombres de bien que ayudaron a co-construir el socialismo, ser derrotados tan fácilmente por el destino?!

En nombre del marxismo, Xiao YuAn hizo un gesto indecente hacia el Cielo, y luego comenzó a prepararse para el alivio de la sequía.

Sin embargo, no teme al Cielo como oponente, teme más a la gente que le rodea que son como cerdos.

Debido a la incompetencia de los Monarcas del Reino del Norte en los primeros años, el tesoro del País no estaba lleno en absoluto. Y ahora, ha agotado su granero con el único propósito del alivio de la gente común. Sin embargo, cuando se distribuyó entre todos los pueblos, éste acabó llenando la barriga de los Funcionarios corruptos.

Xiao YuAn trabajó muy duro para ayudar a la gente común durante varias semanas. Pero, en lugar de reducir el número de refugiados, éste aumentó, y acabaron llenando poco a poco la Ciudad Imperial.

¡Estos hijos de puta son realmente atrevidos!

Xiao YuAn estaba tan enfadado que ordenó a Li Wuding que investigara a fondo este asunto. Al final, ¡esta investigación llevó a la implicación de varios Altos Funcionarios que permanecieron en altas posiciones de poder durante dos generaciones!

Algunos de estos viejos Ministros estaban arrodillados en la Sala de la Corte, y luego docenas de otros Ministros se arrodillaron con ellos, suplicando clemencia.

Xiao YuAn, que ya había trabajado en exceso hasta la muerte, estaba ahora aún más molesto.

Li Wuding estaba de pie en la Sala de la Corte con el puño cerrado: "Majestad, sólo distinguiendo claramente entre recompensa y castigo, el cielo y las aguas pueden estar limpios. Desde la antigüedad se ha dicho: Si el Hijo del Cielo infringe la ley, el pueblo llano también será condenado. Si no se desentierran las partes podridas de un árbol, ¡más podridas estarán! Sólo cuando los Funcionarios están libres de corrupción, un País puede hacerse fuerte!"

"¡Li Wuding! Tu discurso es tremendamente arrogante". De repente, un Ministro se levantó y replicó airadamente. "En aquellos años, cuando el difunto Emperador fundó el País y pacificó la Nación, ¿cuál de estos viejos Ministros no hizo grandes logros y fue bendecido por los Cielos? Incluso el difunto Emperador los honró tres veces. Sólo porque hoy actúes con indiferencia y sin corazón, ¿crees que eres digno de benevolencia y rectitud?"

TRANSMIGRAR A UN VILLANODonde viven las historias. Descúbrelo ahora