Capitulo: 5

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Amy

Jueves 10:00 AM

- Alex voy al súper vas a querer que te traiga algo.

- Si una funda de malvaviscos

- Ya se acabó la funda que compré?

Alex saca la cabeza por el marco de la puerta y me da esa cara de cachorro que solo ella puede hacer.

- Ups, es que es tan adictivo que no puedo parar de comerlos después que empiezo, es tan suave y esponjoso.

No puedo evitar reír con sus ocurrencias, nunca avía conocido a alguien que le gustará tanto el malvavisco.

- Ok pero para la próxima irás tu a comprarlos.

-Ok mil gracias, ya te he dicho que te amo.

- Si un millón de veces, bye, cuidate.

Salgo de casa con destino al supermercado, veo por el espejo retrovisor, y en definitiva me están siguiendo, después de un rato conduciendo me fijo en la matrícula y me la aprendo,en una doble vía aprovecho y sin que ellos se lo esperen giro en U y aceleró el auto, al ver por el espejo retrovisor no lo veo, celebro para mis adentro y sigo mi camino hacia el supermercado.

Al terminar las compras, pago y me dirijo hacia el bar.

- Señorita que sorpresa tenerla por aquí- me dice Jonh nada más entrar al local.

Deja de dar ordenes a los hombres que están reparando el local y se dirige a la mesa donde estoy sentada, me sirves un vaso de whisky y se sienta al lado mío.

- Ya investigaste lo que te mandé.

- Claro.

- Y?

- Porque estás tan alterada?

- No estoy alterada!

- te conozco desde que eras una niña Amy a mí no puedes engañarme.

- Me estaban siguiendo pero los pude perder.

- Y?

- Mañana llega la mercancía y quiero que todo salga bien, no quiero problemas ni contratiempos. Que has averiguado de lo que te pedí?

- según lo que pude investigar la matrícula del carro es RD07109 y pertenece a .....

Viernes 2:00 PM

Sargo de casa con unos jeans rasgados negros y un poloche negro, unas botas de combate, el cabello suerto y una gorra llevo mi pistola y la coloco en la parte baja de mi espalda suelo llevarla a esta clase de cosas, no me gusta llevarla pero solo lo llevo para prevenir.

Saco mi celular y le llamo a Alex.

- Ya voy de salida te veo en el lugar de encuentro en 15 minutos, sabes lo que tienes que hacer verdad.

- Si ya tengo el auto hay nos vemos.

Al salir de casa miro dicimuladamente y hay está el carro que me siguió el día anterior, subo a mi auto y doy un largo respiró- espero que esto salga bien- digo para mis adentro antes de arrancar.

Veo por el espejo retrovisor y veo que me siguen siguiendo entro al lavado de autos al observar por el espejo retrovisor otra vez me percató que no van a entrar a lavar su auto sino que van a rodear el local.

Inconscientemente las comisuras de mis labios se harsan si sigo el plan.

Ya adentro sargo del auto y me encuentro con Alex esperando le entrego las llaves y ella me entrega las de ellas antes de subir al auto y conducir hacia fuera del local.

Después de ella salir subo al otro auto y me percató que los hombres se fueron detrás de ella antes de salir del lugar.

Conducimos en sentido contrario y me dirijo hacia el almacén que tengo a las afueras de la ciudad, al llegar me encuentro con los hombres que me esperan en la puerta del lugar.

Con un asentamiento de cabeza como forma de saludo me dirijo al interior del lugar mientras ellos me siguen.

- Se puede saber porque el cambio de lugar tan repentinamente. Y porque estás mojada?

Me dice Oscar mi distribuidor

- Lo siento tuve que cambiar de último momento y dicho sea de pasó aquí es que se recibirá la mercancía hasta nuevo aviso.

Veo su cara de desconcierto y como se pone en alerta.

- Policías?

- Aún no se quienes son pero está será la última del mes no nos podemos arriesgar.

- Ok y como se distribuirá la mercancía.

- La mitad se irá al antro de California es el más grandes y el negocio sigue prosperando, solo 20.6 kg en el bar de aklahoma y el resto en el antro de Kentucky sabes a quien entregárselo.

- y el otro local que estás abriendo creí que lo habrías en este mes.

- Aún no e tenido unos que otros problemas y voy a esperar te aviso cualquier cosa.

- Oigo señora no quiero tener problema con la policía.

- Eso es muerdo que estoy viendo - no puedo evitar enojarme y alzar la voz- se te olvidó con quién estás tratando o necesito buscarme otro distribuidor.

Veo que traga en secó y empieza a sudar.

- no no no mi señora como crees solo estoy previniendo sabe que el BOSS no le gustará si algo sale mal y pierde su mercancía.

- Tu solo has tu trabajo que del BOSS me encargo yo está claro.

- si señora.

Salgo del local más encabronada de lo que entré no puedo creer que estoy tratando con una manada de miedosos que se hechan para atrás en el primer problema que se presenta.

De vino a mi apartamento saco mi otro celular el cual solo uso para comunicarme con Constantin o mis distribuidores de mercancía.

Al coger la llamada no dejo que hable y voy directo al grano.

- Después que Oscar entregué mi pedido en los diversos clubes quiero que lo desaparezcan del mapa y me consigas otro distribuidor más capacitado.

- Tus deseos son ordenes mi reina- dice el BOSS con su carma que lo caracteriza y es digno de el, después de eso cuelga.

Tomo mi otro celular y llamo a Alex

- Si amor mío yo terminaste.

- Si nos vemos en la casa en una hora.

- Aya estaré.

Al llegar a casa me quitó los botines, me dirijo al mini bar y tomo una botella de Jack Daniels, me dirijo al sofá y me siento sirviendo me un poco en un vaso, tomo una inspiración profunda antes de dirigir el vaso a mis labios y sentir como el líquido viaja y quema en el trascurso de su viaje hacia mi alcanzamos.

Siento que están abriendo la puerta y dirijo mis manos hacia mi espalda y sostengo mi alma.

Veo entrar a Alex con su explendida sonrisa como siempre, va vestida igual que yo con una peluca de larga y rosada cabellera, con una gorra negra.

- Wow que cool haber intercambiado contigo, eso fue con de películas y lo mejor fue que por fin me dejaste conducir tu coche.

- No te emociones tanto que será la última vez que vas a conducirlo y por tu bien que no esté rallado.

- Oye y tú qué tienes que estás tomando alcohol tu no sueles tomar muy seguido de hecho es la primera vez que te veo tomar alcohol en casa.

Saco mi alma y la dejo en la mesa, veo como palidecé y se queda quieta, totalmente muda con sus ojos fijos en el alma.

- Siéntate te contaré una historia.

- uu una historia?

Dice ella con sus ojos fijos en el alma.

- No una historia cualquiera te contaré mi historia....

As de corazonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora