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¿Conoces esa sensación de estar dormida, pero todavía sientes todo lo que está pasando a tu alrededor?

Por qué lo estoy sintiendo.

Oigo voces y siento mi cuerpo moverse, saltos. ¿Es el efecto de alguna droga? Abro los ojos asustada, la posibilidad de haber sido drogada era alta, ya que mi vida dio un giro siniestro.

-¡Mami!

Un gritito y luego un peso cae sobre de mí. Conozco esa voz, y reconozco ese olor a bebé. Antes odiaba que me despertaran gritando y saltando encima de mí. Pero ahora estoy sonriendo, es él, el pequeño encanto que me llena de alegría sin ni siquiera intentarlo. No puedo explicarlo, pero parece que cada nuevo día una mayor sensación crece dentro de mí, lo amo, sé que sí, lo siento. Marina dijo que es mi instinto maternal, aunque no recuerdo cosas reconozco que es mi hijo.

Eso puede ser cierto.

- Buenos días a ti también, San.

Finalmente abro los ojos completamente y miro hacia abajo, él está apoyado en mi estómago y las rodillas al lado de mi cadera. Sonríe cuando me ve despierta y se acerca a mí.

- Buenos días, mamá.

- ¡Santi, ven aquí! – Natalia parece enojada, el cuerpo de Santi se tensa sobre mí y segundos después la puerta se abre bruscamente. Sí, ella se ve muy enojada a juzgar por su expresión. - ¿Por qué saliste corriendo, jovencito? Te dije que no despertaras a tu madre.

Ella lo regaña y él esconde su rostro en el hueco de mi cuello, Natalia da miedo cuando habla así. Acaricio la parte baja de la espalda y beso su pelo.

- Pero hoy es el día de bailar bajo la lluvia.

Habla amortiguado porque su boca se presiona en mi cuello, miro curiosa a Natalia, se pone las manos en la cara y mueve la cabeza.

-¿Día de qué?

Le pregunto confundida, ¿eso sería una especie de código o programa en familia?

- Día de bailar bajo la lluvia. – Natalia responde y se acerca a mí y a Santi. Ella tira de Santi por su cintura y trata de aferrarse a mí. Pienso en mantenerlo y dejar que se quede aquí, pero ríe y me hace pensar que le está gustando. Natalia toma y lo miro, sólo entonces me doy cuenta de que está usando solamente la ropa interior de un dibujo animado. – Usted señorito, va a tomar una ducha, y luego hablaremos sobre la desobediencia.

- No hay necesidad de regañarlo, es sólo un niño.

Hablo sin pensar y Natalia me da una mirada que me hace querer ir lejos de allí en ese momento. Ella sostiene la mirada seria durante unos segundos sin decir nada mientras coloca a Santi en el suelo, él pequeño guiña para mí y luego sale corriendo del cuarto.

- Él es un niño, si Alba, pero tiene que saber que no puede desobedecernos. Así que no me regañes frente a él, porque va a pensar que lo que hace está bien y lo hará siempre, a menos que desees un niño mimado que te responda.

Está bastante seria, con los brazos cruzados bajo los pechos. Me siento como una niña cuando su padre la regaña. Natalia se las arregla para asustar a la gente cuando se pone así.

- Lo siento.

Ella suspira y su expresión se ablanda, mordiéndose el labio y luego rápidamente niega con la cabeza.

- Está bien, estás tratando de adaptarte a todo esto. – Ahora habla comprensiva y más tranquila, casi suspiro aliviada. Natalia mandona es demasiado aterradora. – Además sería bueno que la doncella se levante y tome una ducha o se nos hará tarde.

Stupid Wife - Albalia adaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora