💢Crazy💢(2won)

💢Capítulo 3💢

Capítulo 3

Un día de descanso fue lo que anhelaba el menor de los Lee, no le cabía en su cuerpo toda la felicidad que se incrementó cuando su papi le fue a despertar con besos en todo su rostro adormilado, que le sacaba sonrisas una tras otra. El desayuno fue su parte favorita del día, y ahora estaban almorzando en la sala una buena porción cada uno de carne de res más acompañamientos que decoraba la mesa, los mayores, preocupados por su otro hijo porque este aún no bajaba, que con seguridad apostaban a que no quería estar ni a un metro de distancia en el lugar, donde los mayores se encontraran. El omega era la voz de la razón en el hogar o al menos eso pensaba, por supuesto que le dolía la actitud déspota de su hijo para con ellos, pero su lema era "frente en alto" y "nunca te rindas ante nada". Pues claro que creía que vencería la actitud mal humorada y fuerte de su hijo mayor, porque éste había sacado ese carácter del omega, resistente con sus razonamientos sin dejar que el otro de una opinión. En ciertos casos, el más alto se cuestionaba el si estaba haciendo bien el papel de padre, y eso originaba una lucha interna con su lobo, porque le tiraba sus verdades directamente, en consecuente, terminaban molestos el uno con el otro.

Se debatía internamente en si subir e ir hasta la habitación de su hijo o quedarse sin hacer nada, hasta que éste decidiera hacer acto de presencia, pero su lobo le empujaba con gruñidos de que moviera su trasero, a no ser que tomara el control de su cuerpo como muy rara vez lo lograba hacer. Discutía brevemente con éste, para a regañadientes levantarse bruscamente, tirando la silla al suelo sorprendiendo a su esposo e hijo menor que lo observaban con confusión.

-Yo, lo siento, iré a buscar a Jooheon o mejor dicho intentaré entablar una conversación en paz. Si llego a elevar la voz que es lo seguramente sucederá, no intercedas ¿Está bien? -habló esta vez a su esposo, dirigiendo su mirada a éste que palideció de solo imaginar lo estaría por venir- bebé, termina tus verduras para que luego podamos hacer lo que gustes ¿Bien? - se acercó a su cachorrito para depositar un beso sonoro en la frente, este asintió y siguió llevando bocado a bocado, masticando en medio mientras tarareaba una canción infantil que había visto el día anterior

Antes de dirigirse a la parte de arriba, colocó la mano en el hombro derecho de su alfa apretando ligeramente para calmarlo, y de paso, calmarse él mismo, su esposo sabia con exactitud que lo que su omega demostraba externamente solo era una fachada, porque por dentro quería salir huyendo, moría del miedo, de nervios y de la preocupación porque en si, no creía ser buen padre.

Sus pasos se sentían tan pesados, le costaba tanto alejar esos horribles pensamientos, la falta de confianza en ser padre, en poder conversar de manera fluida con su cachorro mayor, como cuando lo hacía con otras manadas o gente cercana a su entorno, pero en ese momento,  mientras subía escalón por escalón con mucha lentitud, su mente se nubló en demasía, todo lo que organizó pensando en que decir se le esfumó ¿Por qué ni siquiera llegaba a desarrollar un mínimo párrafo, qué los mismos nervios hacían de las suyas? ¿Por qué temía tanto oír las dolorosas palabras que salían de la boca de su hijo? porque son verdades diría su lobo. Tantos porqué que le proporcionaba su mente que le quemaba cada neurona en función. Y sin darse cuenta, estaba frente a la puerta de la habitación de su niño, tomó varias aspiraciones y exhalaciones intentando calmarse todo lo posible para neutralizarlos un poco, tocó dos veces con su puño cerrado, una comezón se presentó desde sus nudillos hasta los dedos de los pies que se crisparon en pequeñez, eso le sucedía cuando sus nervios subían a tope y no descendían con facilidad sin la ayuda de su esposo, pero ahí estaba, solo, meditando con su conciencia hasta que la puerta se abrió de par en par ásperamente que sus cabellos se movieron delicadamente con esa brisa, encontrándose con el rostro serio sin expresión de su cachorro adolescente. Sus orbes se unieron en una lucha donde uno expresaba nervios y los otros furia.