💢Capítulo 8💢

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Capítulo 8









–¿Qué? -el menor mordía la cara interior de la mejilla derecha, un tic que no controlaba cuando los nervios se encendían, su vista enfocada en el mayor, quién estaba al teléfono con su padre

El alfa utilizaba dos móviles diferentes, el personal y el del trabajo que este último era el que tenía pegado a su oreja, por eso le causaba tantos nervios cuando ese móvil sonaba sin cesar sino se atendía enseguida. Pero ahora, viendo el rostro de su alfa, supo en segundos que debían partir.

–Dime que no de nuevo, dime que no debemos partir, menos ahora que Jooheon esta intentando mejorar su actitud- suplicó cuando el mayor finalizó la llamada y se le quedó observando, confirmando su miedo aunque este se negaba hacerlo

–Lo siento amor, el deber llama, han estado asesinando a un nido de vampiros en el pueblo vecino, por lo tanto nos han contratado- le habló afligido, enrollando sus brazos en su cintura, atrayéndolo hacia su pecho

–¿Cuándo?- preguntó al colocar sus manos en el pecho ajeno- por un demonio, no quiero separarme de nuestros hijos, ahora estar lejos de ellos me es difícil

Sus manos viajaron al cuello del alfa cediendo al pedido de su omega, se permitió caer la frente en el hombro ajeno, apoyó su mejilla derecha en éste y enterró su rostro para aspirar ese lugar de paz que lo adormecía, calmando esa quemazón en su corazón.

–Lo lamento amor, resolveremos esto, cuando regresemos tomaremos la decisión correcta ¿Si? Nos basaremos en lo que tanto anhelamos que es la felicidad y bienestar de nuestros cachorros. Sabes que te apoyo en todo. Aunque sepamos con anticipación que estamos de acuerdo en renunciar a esta vida, para concentrarnos en los niños. No hay nada que aclarar, ninguna decisión que tomar porque ya la sabemos. Hagamos esto por última vez ¿Bien?

Asintió a lo dicho,  confiando en su alfa, en esas palabras que le atravesaron el pecho porque era una realidad, un hecho.



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–¡Pastel pastel pastel! -gritó a los cuatro vientos el maratonista Lee Minhyuk, sobrenombre que el hermano mayor le decía cuando salía como si un cohete se situara entre medio de sus pequeñas y largas piernas

El matrimonio Son corría detrás del cachorro, mientras que Jooheon carcajeaba sosteniendo su estómago porque ninguno de los dos alcanzaba a su hermanito. No creía que esos dos estuvieran tan en forma, ya que un niño pequeño les estaba ganando una carrera. Una maratón que la bolita de luz ganó al llegar a la cafetería Moon, muy famosa en el pueblo y muy habitual que se llenaba hasta el tope teniendo que hacer fila para esperar un lugar. El café era sensacionalmente delicioso, nadie sabia el secreto detrás para que las bebidas frías o calientes tuvieran ese sabor tan suave e intenso. Ni que decir de los exquisitos pasteles o tartas de manzanas, coco y miel, o las galletas de vainilla bañadas en chocolate blanco. Bastaba que llegarán los fines de semana así todo el pueblo se asomaba a cualquier horario, para obtener un café con algún tipo de dulce.

Solo dos mesas rectangulares quedaban sin ocupar, por lo que se sentaron antes de elegir que ordenar. El mayor anotó mentalmente lo que cada uno eligió, encabezó con Minhyuk a la delantera a hacer el pedido. Por la cantidad de personas, comúnmente los meseros desaparecían en la multitud, imposible de alcanzar a uno, por lo que se le facilitaba el trabajo haciendo uno mismo el encargo.

Veinte minutos tardaron en volver con una bandeja antideslizante con la petición, dos cafés de tamaño mediano, un submarino, una malteada de chocolate rebosante de crema con dos cerezas, los pasteles de vainillas bañados en una salsa hecha de la casa como especialidad, su gusto era una explosión de diferentes sabores, nadie adivinaba el secreto de los ingredientes de esa salsa espesa.

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