II.

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Al día siguiente, me desperté por el simple hecho de que alguien estaba tocando mi puerta como loco. Me dirigí a ver quién era.

Era de esperar.

— ¿Que quieres?

— Disculparme.

— A ver. ¿Que tienes que decirme?

— Lo siento, lo siento mucho, enserio. Cuando me lo enseñaste, yo...

— ¡Yo nunca te lo enseñe!

— Claro que me lo enseñaste, en acción de gracias. ¿Pero cómo te ibas a acordar? Estabas completamente drogado. ¡Pero por lo menos ya lo tienes!

— Está bien. Olvídalo.

Él me sonrió satisfecho. Yo me acordé de el sueño de la noche anterior, pensaba que lo iba a perder por completo, así que lo abracé. El correspondió al abrazo.

— ¿Quieres pasar? Estoy solo. - dije

Estuvimos charlando por unas horas hasta que Boris, (como de costumbre), saco de su bolsillo distintos tipos de drogas. Y nos tomamos absolutamente todas. Estábamos tan pedos que no dudábamos ni un segundo en hacer diferentes tipos de cosas raras. Como saltar desde el techo a la piscina. Obviamente yo no lo hice pero Boris sí:

— A que no tienes huevos a tirarte desde el techo hasta la piscina.

— ... - él se quedó asimilándolo

— ¡Ja!

— Mira y aprende, capullo.

Se subió hasta el techo con la ayuda de la escalera que teníamos en el garaje y, sin pensarlo, se lanzó. Yo me reía pero al ver que no salía del agua me asusté y decidí tirarme al agua para comprobar que todo iba bien.

Lo saqué del agua y lo acosté en el suelo.

— ¡Me has dado un susto de muerte, imbécil!

El solamente se reía. Yo me acosté a su lado en el suelo mojado. Entre risas y risas los dos nos quedamos en silencio, mirándonos fijamente. De repente, Boris corto el silencio:

— Potter, perdón por lo del beso de ayer. Ya sabes, drooogas.

— ¿Porque te discuuulpas? - pregunté imitándolo

— Te habrás sentido incómodo.

— Para nada. ¿Pero porque lo hiciste?

Boris se paró de repente, quedándose sentado con sus brazos estirado hacia atrás, pegados al suelo.

— Porque me gustas, Potter.

— Estás drogado.

— No es por eso. ¡Estoy jodidamente enamorado de ti!

— Ah... ¿Entonces me quieres?

— Luego te quejas de que yo estar  tonto mientras drogado. ¿No lo entiendes? ¡Que sí, joder!

— Guay. - respondí

Nos quedamos en silencio, y sin pensarlo me lancé encima de él para besarlo. ¿Cómo es posible que haga cosas tan estúpidas al estar drogado? Coño.

— Estás mojado.

— ¿No sabias que cuando te mojas estás mojado?

— ¿Eh?

— Sí... - dijo riéndose

Yo también me reí, al fin de al cabo, los dos estábamos demasiado pedos como para darnos cuenta de lo que hacíamos y decíamos.

— Vamos a secarte

...

— ¡Para joder! - dije riendo mientras Boris me mojaba con su cabello empapado

— Нет! [net] - decía riéndose

— ¡Que te seques el pelo, Boris!

Boris, repentinamente, cambio de ánimo por completo y dijo con un tono de voz irritado y triste:

— Theodore...

¿Cómo que Theodore? El nunca me llama por mi nombre.

— ¿Qué? ¿Estás bien?

— No.

— ¿Qué pasa?

— Me siento mal.

— Los efectos de las drogas. ¿Quieres acostarte un ra-

— Quiero vodka - añadió sin dejarme acabar de hablar.

— No tengo en casa.

— ¿Vamos a robar? - dijo sonriendo

— La tienda está a tomar por culo y no me apetece ir en bus. ¿No tienes en casa? Siempre tienes.

— Mhmm...

— Mhmm...

— Mhmm...

— Mhmm...

— Ya no quiero.

— Okay. Sécate el pelo.

Y volvimos a reírnos como locos.

— Ya estar seco, Potter. Mira acércate.

Me acerqué y el maldito Boris me volvió a mojar.

— ¡Que cabron! - exclamé mientras corría a sentarme al sofá, en tanto, el seguía intentando mojarme.

Nos sentamos. Él solo se reía. Y yo solo lo contemplaba. No se si eran las substancias ingeridas anteriormente o realmente yo también estaba enamorado de el.

— Potter. Realmente te amo. - dijo justo antes de besarme

Obvio que correspondí a ese beso, ascendiendo arriba de el.

Ya tengo la respuesta, sí, me gusta. Me gusta Boris Pavlikovsky.




¿Que hubiera pasado si...? • BOREO • THE GOLDFINCHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora