5. Rosas blancas para... ¿Bianca?

5 5 0
                                    

Sebastián Hamilton🌷 8:30Am

La brisa fría roza mi cara mientras termino de bajar la ventana de mi camioneta, apreciando por completo el maravilloso clima de Pryton.

Pese a ser primavera el sol y la nubosidad se debaten la estadía en el cielo, y es así durante todo el año. Ya sea en verano o invierno el clima es el mismo, incluso en otoño cuando las hojas secas empiezan a caer y todo se torna en una hermosa gama de rojos, ocre y marrón, el clima no varía en lo absoluto.

Aquí el sol no brilla por completo; pero tampoco nos priva de su luz, regalandonos días increíbles y sin hablar de los cultivos. Para un amante empedernido de las rosas, este es el clima perfecto.

Precisamente gracias a este clima es que los ejemplares que entregaré esta mañana serán los más hermosos que se verán este año. - las solicitaron del café de el pueblo, como regalo a sus empleados por su increíble labor. Fué por esa razón que no dudé al escojer las flores más bellas de mis cultivos.

Me estaciono frente al estacionamiento y me miro atraves del retrovisor peinandome con las manos antes de abrir la puerta. Rodeo la camioneta chequeando que todo esté en orden y me dirijo hasta la entrada del café.

Empujo la puerta haciendo sonar la campanilla que cuelga sobre ella.

-¡Buenos días a todos!- saludo dirigiéndome al mostrador. Si algo es digno de admirar en Pryton es la inigualable cortesía, la cuál todos corresponden devolviendome el saludo con una cálida sonrisa.

- Buenos días señor Harrison- saludo al dueño - Traje lo que me encargó.

- Buenos días joven Bastian, siempre ofreciendo servicio inmediato.

- Como debe ser.

- Así es hijo -dice con una gran sonrisa -¿Gustas un café?, ¿Algún postre?...

-Sorprendame.

-¡Mari! - exclama llamando a una de las señoras que atienden las máquinas de café.

-¿Sí?

- Por favor traerle al joven Bastian el mocca especial de la casa y uno de nuestros mejores postres.

La señora se retira y en menos de nada vuelve con el pedido.

- Que lo disfrute - dice dejandola frente a mi.

-Muchas gracias - pruebo el mocca y empiezo a comer del postre. -está exquisito.

-Me alegra que te guste.

-Queria decirle... Además de el pedido que me encargó me atreví a traer un regalo adicional para los clientes presentes. Espero que no haya problema, y por el pago no se preocupe es cortesía de la casa.

- Pues no esperemos más, vamos allá.

El señor Harrison camina hasta el centro del local dando un aplauso fuerte llamando la atención de todos los comensales.

- Queridos trabajadores y estimada clientela - anuncia con fuerte voz - La mañana de hoy el café kolumba se complace en premiar su fidelidad y compromiso, los invito a acompañarme a el estacionamiento... Sin más que agregar, por favor - dice señalando la puerta.

Dos trabajadores sostienen amabas puertas para mantenerlas abiertas y soy el primero en salir parandome junto a mi camioneta.

-Bastian, ¿serías tan amable de hacer los honores?

- Para mí sería un placer señor.

Camino hasta la parte trasera de la camioneta abriendo la compuerta.

El Jardín De RosasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora