Forever-Sweet California

Capitulo 10

Leed plis! Ok, PUEDE que mañana no escriba. 1-. A las 8:30 tengo la final de voleybol, así que si ganamos quedamos primeras de toda Barcelona (ya os informaré) 2-. El lunes y el martes tengo exámenes finales...
Ok, ahora si:
ALBA:
*Recuerdos anteriores (tenía 11 años, iba a sexto de primaria*
Ayer me rompí el brazo preparándole una broma a la profesora. Tuve que mentir diciendo que me había caído de camino a casa. Aunque las bromas solo las preparo por un motivo:
*Recuerdos anteriores (tenía 6 años, iba a primero de primaria*
Ayer llegó un niño nuevo a la clase. Se llama Carlos. Es muy simpático. Nos hemos hecho amigos enseguida. Jugando al fútbol, nos enfadamos con el otro equipo porque hacían trampas. Y chillamos tan fuerte que tuvo que mandarnos de vuelta a la clase, castigados. Pero hoy es mi venganza.
-¡Buenos días!-dice entrando en la clase.
Se sienta en la silla, y no se ha dado cuenta de que ha apretado un botón. Entonces, un gran cubo de pringue verde viscoso, cae encima suyo.
Toda la clase empezamos a reír.
-¡¿Quién ha sido?!-grita histérica.
Todo el mundo me mira. Puedo ver que Carlos tiene una gran sonrisa en la cara.
Al final acabo levantando la mano.
-Alba Reig, al despacho del director, ahora mismo.
Me levanto y voy hacia la puerta. Paso por delante de la mesa de Carlos y le susurro:
-Te dije que me vengaría-reímos un poco y voy hacia el despacho.
*Volvemos a cuando Alba tenía 12 años*
Esa sonrisa... siempre esta en su cara. Llevo, nada mas y nada menos, que seis años enamorada de Carlos Pérez Marco. Pero somos mejores amigos (junto con Ro, Blas, David, Dani y Álvaro)
Bueno, a lo que íbamos. Ahora toca deporte. Y claro, como tengo la mano lesionada, la Profe no me deja hacer clase. Genial, dos horas de mi tiempo perdidas. Me hace sentar en las gradas.
Me fijo en la gente de la clase. Rocío está enferma, así que tengo excusa para no verla, pero a el, justamente a el, no le veo.
-Pssst-suena detrás de mi.
Carlos está agachado para que la señorita Wourle no lo vea.
Sonrío, y, disimuladamente, me junto con el.
-Carlos, que susto, pensaba que no venias-susurro.
-Ven, tenemos que hablar de algo muy importante-dice en voz baja.
Vamos a un vestuario. Nos sentamos en un banco.
-Vale-dice-Voy a ir al grano, así será más fácil para ti y para mi. Me gustas un montón, y se que no sientes lo mismo por mi, y que habiéndote dicho eso, a lo mejor estropeamos nuestra amistad, y te juro que no quiero que pase, porque eres lo mejor que me ha pasado en mi vida-coge aire, ya que lo ha dicho muy rápido.
Me pongo de pie y lo levanto. Me pongo frente a el. Le cojo la mano derecha y la coloco sobre mi cintura, haciendo que se me levante un poco la camiseta. Le cojo la otra mano y la pongo rodeando mi cuello.
Nos miramos a los ojos.
-Acércate-digo-No muerdo.
Se acerca poco a poco. Nos besamos. Dios mío, no me lo puedo creer. ¿De verdad está pasando?
El beso coge velocidad. Me quito la camiseta con una sola mano. El me acorrala entre las paredes y me sigue besando. Se quita la camiseta.
La pared esta fría (helada) así que rodeo el cuello de Carlos y lo abrazo (el beso sigue, eh) y nos muevo un poco. Entonces, oímos el sonido de la puerta. Pillados.
Esperamos en el pasillo del despacho del director, los dos sentados al lado, con los dedos entrelazados y mi cabeza apoyada en su hombro.
-Me alegro de que sintieras lo mismo por mi-dice.
-Carlos, llevo enamorada de ti desde que teníamos seis años, y siempre serás el chico que ocupe mi corazón. Siempre. SIEMPRE. S I E M P R E. Pase lo que pase.
*Volvemos a la normalidad, donde sigue narrando Alba*
Eso es lo que me pasa por la cabeza cuando canto esta canción. No se exactamente porque, la verdad, porque no pega con la situación. Acabo de cantar Impossible.
Las chicas aplauden.
-¡Sonia!..-decimos Ro y yo a la vez-¡Te toca ya sabes cuaaaal!
Nos hemos enamorado de esa canción. Olvidar... te hace reflexionar mucho.
Empieza a tocar.
Cuando acaba, aplaudimos. Y alguien se une.
Pica lentamente.
-Bravo, bravo, bravo..-dice.
Me giro.
SONIA:
-Bravo, bravo, bravo..-esa voz...no, ella no... miro arriba para confirmar mis sospechas.
Confirmadas. Tan creída como siempre: vestidos a dos dedos del culo, bolso de Louis Vuittone (o como se escriba), unas Raybans de las caras y un batido de chocolate en la mano.
-Miranda, ¿qué haces aquí?-pregunto.
-¿Que, ahora no puedo visitar a mi amiga?
-Tu y yo no somos amigas. Enserio, dime lo que quieres o déjame en paz y vete.
Las chicas me miran.
-Quiero que vuelvas a Sevilla, nos tienes que ayudar en el IX Concurso Multiescolar*.
-¡¿Que?! Lo llevas claro.
-Sonia, te obligo a venir.
-Tu no me obligas a nada.
-Sonia, te vienes conmigo.
Rocío interrumpe con un estruendoso estornudo fingido.
-Lo siento-dice mirando a Miranda-Soy alérgica a las jilipolleces.
-Haber patéticas-dice Miranda-Sonia se viene conmigo, y punto.
Alba se pone de pie.
-¿Sabes quien habría de venir contigo en vez de Sonia?-dice-Un buen baño-coge el batido de sus manos y se lo vuelca en la cabeza. Todas nos reímos menos Miranda, que se va de allí indignada.
*Concurso Multiescolar: concurso totalmente inventado por mi, en que concursan las escuelas Sevillanas, haciendo las cuatro diferentes pruebas: matemáticas, geografía, ingles y música. Solo podía participar una persona por escuela.