6. Comienza el verano

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Llega la guagua que se supone que nos lleve al campamento. No es un viaje tan largo y lo agradezco, porque hay un calor infernal. Al llegar al lugar me centro en observarlo todo, la verdad yo no lo llamaría un campamento, ya que todo es una pequeña playa y después de caminar unos metros se encuentran unas cabañas en las que los estudiantes estarán alojados.


- ¡Emily no te alejes! - me grita Shara al bajar de la guagua, porque parece que sin darme cuenta me estaba iendo por el lado de la playa - Ya te bañarás después, y mantente siempre cerca de mí, esto es muy grande y te podrías perder.

- Yo no lo veo tan grande, seguro estaremos muy aburridas aquí.

- No digas eso, es que tú estás acostumbrada a pasártela en tu habitación leyendo, escribiendo y jugando a las muñecas con tu bella y adorable hermana.

- No te burles, juego con ella para que crea que puede hacer con mis muñecas lo que le plasca.

- ¿Pero, qué tiene de malo que use tus muñecas?

- No es porque las use, las peina con cualquier cepillo, algunas veces las baña en la palangana que mi madre ya no usa y...

- ¿Qué le pasa a las muñecas si las mojas en agua? - me interrumpe.

- Pues, no es que le pase lo peor del mundo, pero cuando mi hermana las moja hace como si les lavara el cabello, así que les echa un poco de shampoo y después de hacerles todo el proceso las peina con el pelo todo mojado.

- ¿Qué tiene de malo que Emy peine a las muñecas? Sigo sin entender por qué te molesta que las moje o las peine.

- Si  peinas a las muñecas con el pelo húmedo  se le cae y se quedan calvas, y mi hermana las baña dos veces a la semana.

- De todas formas no te debería importar las muñecas, el mes pasado cumpliste tus 12 años, ahora debes jugar con otras cosas, como la bicicleta y los patines.

- Me da lo mismo voy a jugar con muñecas sí o sí.

No se porque estamos hablando de esto, pero le he dejado bien claro que no me importa lo que digan de que yo juego con mis preciosas muñecas, además aunque no las use las conservaré y cuidaré, como mi mamá a las tazas y copas que le regaló mi abuela, porque según ella son una pequeña reliquia que se ha usado durante casi 40 años y que tal vez algún día me las herede. La directora nos llama para contarnos y después llevarnos  a nuestras respectivas cabañas.

- Alumnos, lo que queda de día la pasarán en sus cabañas para irse acostumbrando a ellas, todos elijan una pareja que será su compañera o compañero, espero que se diviertan y la pasen bien. Mañana a las 7 a.m revisaré que estén despiertos, aseados y las camas estén organizadas.

- Pero si estamos en vacaciones ¿por qué tenemos que levantarnos tan temprano? - dice Maik uno de nuestros compañero de clase mientras come un poco de chocolate que parece que antes se ha comprado en unas de los kioscos.

-Lo siento mucho Maik, pero hubieras pensado eso antes de venirte aquí con nosotros. — le susurro a mi amigo.

Sara y yo somos las últimas para que nos lleven a nuestra cabaña. Hemos tenido que esperar a que la directora le diera un pequeño discurso a todos nuestros compañeros y hubo un momento en el que el subdirector la necesitó, creo que eso fue lo que la atrazó más.

- Bueno chicas disculpen la demora, siéntanse como en casa ya que permanecerán aquí hasta la última semana de agosto. Mañana necesito su ayuda para dirigir el grupo, ya que son las más disciplinadas.

Las cabañas son pequeñas pero a la vez acogedoras. Saco de mi maleta el cepillo de dientes, la pasta dental, el teléfono, dos libros, mi pijama, la ropa que usaré mañana y un traje de baño por si nos dan permiso de darnos un chapusón en la playa, total eso es lo único que se podría hacer porque no hay un bosque que visitar, ni animales raros con los que jugar y fotografiar.

- ¿Por qué no lo sacas todo de un viaje? De todas formas lo usarás todo.

- Prefiero dejar lo que no usaré mañana para no ocupar tanto espacio en este pequeño estante que parece que explotará si le pones mucho peso. - ambas reímos por mis palabras, la verdad si creo que exageré un poco con lo que dije.

- ¿Quién dormirá arriba? - pregunta tras ver que nos ha tocado dormir en una litera.

- Ya tienes bien claro quien de las dos va a dormir arriba, sabes de sobra que me dan miedo las alturas.

- Lo sé, pero no quería restregártelo porque se que te mueres de envidia cuando ves a tu hermana en esos aparatos rústicos y peligrosos del parque. Te gusta el peligro pero tu miedo lo supera.

- Síguete burlando, me baño yo primero - cambio de tema al ver que si seguimos hablando lo mismo terminará restregándome todos mis miedos - . Estoy exhausta, ya quiero dormir.

- ¿No vas a comer? Marina dice que habrá postre, y adivina que será, bueno - dice al ver mi cara desinteresada - el postre será helado de vainilla, tu sabor favorito.

- ¿Quién es Marina? Además mi sabor de helado favorito es el vainilla chit.

- En primera, Marina es una tía mía que trabaja en una de las cafeterías de por aquí, que vi hoy cuando tu tratabas de escuchar lo que la directora le decía a todos nuestros compañeros y en segunda, vainilla es lo mismo que vainilla chit pero con chocolate.

- Da igual lo que haya de postre, hoy no comeré, me basta con lo que desayuné. Mañana nos levantarán muy temprano. - y después de decirle esto me meto en el baño para darme una ducha.

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