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Frank desapareció un par de días sin avisar.

Necesitaba tiempo a solas para pensar en lo que estaba haciendo y en lo que quería hacer, en lo que sentía que era correcto, sin nada que interfiera. Estaba tan pura e impotentemente enamorado de Gerard y no... no estaba mal, como él pensaba. Un sentimiento así no era algo que pudiese estar mal, pero también significaba que Frank tenía que tomar decisiones, le gusten o no.

En retrospectiva, desaparecer así fue una mala elección con la que empezar, dada la forma en que Gerard se asustó. Frank solía estar... siempre cerca, ya sea tumbado en el sofá de Gee, comiendo su comida, viendo sus películas o intercambiando mensajes y llamadas constantemente.

"Por favor, Frankie, hazme saber que estás bien", decía el último mensaje de Gerard y, por mucho que deseaba apagar el celular e ignorar los frenéticos mensajes de Gerard hasta que su mente se aclare, respondió.

"Estoy bien, te lo prometo" escribió Frank, y luego añadió: "No te preocupes, volveré pronto a casa. Solo necesitaba tiempo para pensar."

Cuando por fin volvió, dos días terrestres después, encontró a Gerard en su apartamento, con las uñas mordidas y el pelo sin lavar y anudado. Parecía tan preocupado como parecía por los mensajes.

—¿Frank?—, dijo, casi como si no pudiera creérselo.

Frank casi no pudo detener su sonrisa, pero logró ocultarla a tiempo —.¿Sí, Gee?

—¡Maldito idiota! —, gritó Gerard, tirándole una almohada a la cabeza con una vehemencia asombrosa. Agitó las manos, cada vez más agotado — ¿Dónde carajos estabas? No puedes irte desapareciendo así como así.

—Gee—, suspiró Frank, dejando entrever una suave sonrisa —, estoy bien. Ya te lo dije; estaba pensando en algunas cosas. Sólo necesitaba algo de tiempo para poder resolverlas.

—¿Cosas? —, pregunta Gerard, como si no pudiera entender lo que Frank estaba diciendo —. ¿Qué tipo de cosas?.

—Sí, cosas como... tu exposición en la galería el sábado.

—Ajá —. Gerard le lanzó una mirada escéptica — ¿Es en serio?

—Sí, de verdad —. Frank soltó una risita, pero estaba nervioso. Había tenido mucho que pensar en los pocos días que había estado fuera y por fin iba a poner a prueba sus decisiones —. Voy... voy a ir, ¿verdad?.

Y Gerard parecía totalmente desconcertado —. Claro que sí, Frank. Eres mi mejor amigo; no hay forma de que no... quiero decir, ya sabes, si quisieras venir de todas formas. No quiero hacerte sentir como si tuvieras que estar allí sólo porque es algo importante para mí...

—No tienes una cita, ¿verdad? —. Frank interrumpió suavemente, ocultando las mariposas en su estómago —. Entonces ¿estaría bien ir contigo como tu cita?

La confusión en la cara de Gerard no hacía más que crecer, pero respondió —.Claro, sí, por supuesto. Me encantaría que fueras mi cita, Frankie.

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—Estoy bastante seguro de que estoy enamorado de Gerard Way —, dijo Frank sin preámbulos. Volver al Olimpo ya es bastante difícil de por sí en medio de una misión, no importa pasar por la molestia de obtener la aprobación para reunirse con Afrodita en persona. Para una diosa que realmente no hace mucho, siempre parece estar ocupada y no disponible.

— Sí —, respondió Afrodita, arreglando el drapeado sobre el hombro de su vestido.

—¿Perdón? — Una paloma arrulló en su oído y él la calló suavemente. Sabía que le habían echado de menos desde que se fue a la Tierra, y sin duda él también, pero ahora no era el momento.

Cupid's Chokehold | TRADUCCIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora