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El sábado ha llegado y Wonyoung ya está lista

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El sábado ha llegado y Wonyoung ya está lista. Se ha maquillado y puesto brillo en los labios, lleva un conjunto blanco y suave que le gusta mucho y que solo utiliza en ocasiones que son especiales para ella. Camina por la acera sintiéndose bien, está a la expectativa de lo que pasará durante el día.

—¿Cómo estás, cariño? Ya quería verte —la madre de Sunghoon la recibe con un abrazo una vez que llega, como siempre lo hace.

Haseul, aquella mujer de cabello negro algo canoso y piel pálida la trata con mucho cariño. Desde que la conoció fue amable con Wonyoung, la trata como un miembro más de la familia, o al menos así lo siente ella. Le tiene mucho aprecio a toda la familia Park por hacerla sentir como en casa cada vez que está ahí.

Saluda con ánimo a Jongseong que está ahí también y al señor Park. Se sienta a la mesa, frente al primero de ellos.

—Está aquí —chilla Sunghoon, que ha estado dando vueltas frente a la ventana, y va corriendo a abrir la puerta.

Desde su lugar Wonyoung puede ver lo feliz que está. Él salta sobre el otro chico que apenas ha bajado del auto y enreda sus piernas alrededor de su cuerpo. Jongseong sale a saludar al recién llegado también, los tres hacen bulla afuera.

El señor y la señora Park ríen al verlos, Wonyoung termina haciendo lo mismo.

No es que Sunghoon sea inexpresivo, sino que muy pocas veces se sale de control y actúa con tanto entusiasmo como ahora. Por lo general es callado, de pocas palabras, y es muy difícil que interactúe en confianza con otros. Puede darse cuenta de que es alguien más que especial si se ve que está genuinamente emocionado.

Se quedan un largo rato ahí afuera. Wonyoung juguetea con sus dedos mientras espera que ambos entren. Jongseong ha ido a ayudar a asar más carne, por lo que no puede conversar con él, y los padres de Sunghoon ahora tienen toda su atención en los últimos preparativos para la reunión y en su hija de tres años que corre por la sala en su andadera.

Después de unos minutos se pierde en el vaso que tiene soda hasta la mitad que no nota cuando, finalmente, Sunghoon llega a su lado.

—Youngie.

—Oh. —Ella da un respingo—. Hola.

—Este es Jake. —Empuja hacia ella al chico de cabello rubio y facciones marcadas que luce tímido—. Jake esta es Wonyoung.

Wonyoung no sabe cómo saludarlo, así que solo hace un ademán con la mano y muestra su mejor sonrisa. Jake la imita, correspondiendo el saludo.

—Entonces... Vienes de Australia —Wonyoung rompe el hielo entre ellos.

—Sí, viví siete años allá, pero he vuelto.

—¿Significa que ahora vivirás aquí?

Jake suelta una risilla y mira a Sunghoon, este termina contagiado y pronto ambos se encierran en una esfera de cristal a la que Wonyoung no puede entrar. No la están excluyendo, solo que se siente así. Hablan y hablan y solo se miran el uno al otro, pero está bien, porque hace mucho que no se ven, pero eso no evita que se sienta incómoda, fuera de lugar. Deja de hablar, solo los escucha.

Pssst —Jongseong le susurra, ha estado ahí en silencio por un momento.

—¿Necesitas algo?

Él le hace un ademán indicando que lo siga. Los dos van a la cocina, los padres de Sunghoon se habían retirado luego de que la pequeña Haeri hiciera un berrinche por quitarle un utensilio de la boca.

—¿Todo bien? Estás muy callada —le dice. La escruta con sus grandes ojos.

—Solo no encuentro el momento para integrarme a la conversación. —Wonyoung se acaricia el brazo para reconfortarse.

—Siempre es así con ellos, son muy unidos.

—Eso es lo que veo.

—Puedes hablar conmigo. —Jongseong le extiende un plato con carne asada que toma rápidamente—. O si en algún momento quieres que llame a Gaeul...

—Se que está con sus padres, no quiero llamarla por algo sin sentido.

—Entonces puedo fingir ser ella, me sale bastante bien, diría yo.

Wonyoung ríe. Regresan a la sala, donde todo sigue igual que hace cinco minutos.

Jongseong sigue hablándole, cosa que agradece pues no quería arruinar el ambiente con su actitud decaída. Resulta ser bastante divertido, y es verdad que saber imitar a Gaeul. Lo conoce por haber estado unido como un siamés a Sunghoon cuando recién ingresaron a la secundaria, pero nunca había conversado por más de dos minutos con él hasta que se hizo novio de Gaeul. Y no es que no quiera relacionarse con él, solo que ambos son reservados a la hora de conocer nuevas personas, algo que tienen en común.

Sunghoon y Jake están en lo suyo, pero el día pronto acabará. Después de esto la rutina seguirá como todos los días.

Scars on our heartsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora