Pretty Woman a Checlerc story

Vivieron felices para siempre

La siesta posterior a la práctica de Sergio fue interrumpida cuando un libro golpeó ruidosamente contra la pared.

Con los ojos muy abiertos, Sergio se dio la vuelta y miró al hombre a su lado en estado de shock. "¿Qué fue eso?"

Charles solo gimió, empujando todos sus libros y papeles al suelo antes de tirarse dramáticamente al lado de Sergio. "Todo este estudio está haciendo que mi cabeza palpite" se quejó, enredando su cuerpo alrededor del de Sergio, aferrándose a él como una sanguijuela. "Leí la misma página tres veces y todavía no lo entendiendo".

"Solo tómate un descanso por ahora bonito" dijo Sergio, con el brazo sobre los hombros de Charles. "Pero necesitas terminar ese capítulo esta noche".

Charles se quejó. "Pero me duele la cabeza, papi, no estoy hecho para estudiar, quiero ser un mantenido".

Sergio soltó una risita ante el dramatismo de Charles y se frotó la sien suavemente. "Lo siento, cariño. Pero sabes que tienes que terminar con esto, y también sabes que siempre te voy a mantener".

"No puedo concentrarme" dijo con un suspiro. "Necesito hacer algo que me relaje".

Las cejas de Sergio se levantaron. "Lo que tienes que hacer es estudiar. No puedes holgazanear, lo sabes".

Los dedos de Charles se arrastraron sobre el pecho de Sergio. "Estudiaría mejor si estuviera relajado".

Sergio miró dudoso, levantando la mano de Charles de su pecho. "Sé lo que estás tratando de hacer y no funcionará. Vuelve a estudiar, Charles".

"Solo ayúdame a relajarme y luego volveré a estudiar, lo prometo" dijo Charles con una sonrisa, moviéndose hasta quedar prácticamente encima de Sergio.

Suspirando, intento sin éxito de que el joven volviera a su lado de la cama. Sin embargo, pesaba más de lo que parecía, y Sergio se encontró incapaz de moverlo. Entonces, en cambio, Sergio se agachó y le dio una fuerte nalgada en el trasero.

"¡Ay, papi!" gimió, retorciéndose contra Sergio. "¿Por que fue eso?"

"Estás siendo un malcriado. Ve a estudiar" dijo Sergio con firmeza, azotando de nuevo el trasero de Charles e intentando con todas sus fuerzas ignorar ese cuerpo firme que se retorcía encima del suyo.

Charles le hizo un puchero, luego puso una mirada traviesa en su rostro mientras se movía para montar a horcajadas a Sergio. "No."

"¿Qué dijiste?" preguntó Sergio, levantando las cejas.

"Dije que no. ¿Qué vas a hacer al respecto papi?" preguntó, balanceando sus caderas contra la entrepierna de Sergio, con una mirada desafiante en su rostro. Sergio lo miró, sabía que solo le estaba dando a Charles lo que quería, pero algo en ese tono de suficiencia hizo que le fuera imposible contenerse, y se levantó tirando a Charles sobre su espalda. El hombre más joven sonrió con satisfacción cuando Sergio lo volteó sobre su estómago y tiró de sus shorts y ropa interior, para después bajarla sobre sus largas piernas.

"Espera, lo siento papi, por favor no me lastimes", suplicó Charles en lo que probablemente fue la voz menos convincente que Sergio había escuchado pero no dejaba de ser jodidamente sexy. Él no respondió, solo le dio una palmada dura en ese trasero pálido, haciendo que Charles gimiera y empujara su trasero hacia atrás por más. Sergio obedeció, bajando su mano una y otra vez, hasta que la piel de Charles se volvió rosada y cálida bajo su palma. El pene de Sergio se estaba endureciendo en sus jeans, apretando ya contra la cremallera, y tenía la sensación de que Charles estaba en un estado similar a juzgar por la forma en que se frotaba contra las sábanas, las caderas moviéndose en círculos lentos, el cuerpo largo y delgado retorciéndose tentadoramente.