Un Pequeño Pedazo de Cielo: Andrew. 《EN PAUSA》

CAPÍTULO 38

《ANDREW》

Los días pasaron de forma tranquila hasta llegar al fin de semana. No había vuelto a ver a Gaon lo cual era una gran noticia y me había hecho sentir más tranquilo.

Tessa estaba muy feliz con su nuevo trabajo y a mí me hacía mucho más feliz verla bien y motivada.

Lo único que ahora realmente me mantenía un poco preocupado era, Demian y Matthew, de verdad esperaba que los padres de Demian entendieran la situación y ambos pudiera estar bien.
Suspiré.

Aquella tarde mis padres nos habían llamado para cenar con ellos más tarde, habíamos aceptado casi de inmediato y Tessa había insistido en llegar más temprano para ayudar con la cena y poder hornear algo de tarta.

—Oh, aquí estás cariño, toma — dijo mi madre mientras se sentaba frente a mí en una de las mesas del jardín y dejaba una taza de café en mis manos.

—Hola, mamá, gracias — susurré, ella sonrió de forma dulce, había olvidado lo mucho que me gustaba ver a mi madre sonreír.

—Creo que se llevan bastante bien, ¿verdad? — preguntó mirando hacia donde mi padre y Tessa hablaban tranquilamente.

Sonreí, me alegra ver lo mucho que a Tessa le gustaba estar con mi familia sobre todo hablar con mi padre, normalmente todas las personas solían tener miedo o evitarlo tanto como fuera posible por su carácter un poco voluble, así que verla conversar con él sin esfuerzo siempre me hacía sonreír.

—Sí, me hace feliz saber que pueden llevarse bien — dije dándole un sorbo a mi café, sabía bien.

—Me alegra escuchar eso, cariño. Dime, ¿has estado bien? — preguntó con una ligera preocupación en su voz, me alegraba que el golpe que había recibido días atrás no hubiera sido tan malo.

—Estoy bastante bien, mamá, no te preocupes demasiado. ¿Cómo ha ido tu semana? — pregunté, ella sonrió y miró mi rostro.

—He tenido una semana bastante ocupada con la editorial, estoy esperando poder ayudar a dos escritores independientes está vez — dijo y sonrió.

—Eso es increíble, mamá — sonreí—. Admiro la dedicación que pones a tu trabajo.

—Gracias, cariño. ¿Tessa está bien con su nuevo empleo? — preguntó volvió la mirada hasta donde mi padre y Tessa seguían conversando.

—Sí, al menos es lo que ella ha dicho, además está más feliz que cuando se quedaba en casa. No es un trabajo muy pesado así que está bien.

—Me gusta — susurró—. Me gusta el tipo de persona que es con todos, lamento si es la primera vez que digo algo cómo esto, pero Tessa parece ser la mejor persona para ti — dijo, sus ojos grises me miraron algo pensativos.

—Mamá… — dije y una sonrisa se instaló en mi rostro de forma casi automática, me gustaba escuchar que mi madre aprobaba a Tessa y le gustaba.

—Tu padre me contó un poco sobre lo que pasó con Olivia, siento mucho que todo haya terminado mal — dijo de repente, me encogí de hombros.

—Sí, también lamento que haya terminado mal y que fuera tan repentino. También lamento no haberte mencionado nada de eso, mamá — me disculpé apenado, sinceramente no quería agobiar a mi madre con ese tipo de cosas, aunque sabía que tarde o temprano iba a enterarse.

—Descuida, creo entender las razones que tuviste para no decir nada — y su voz fue baja, miró su taza de café y después de nuevo a mí. —¿Crees que podamos ayudarla? — preguntó, respiré hondo.

Después de lo que Olivia había dicho la última vez que nos vimos, no quería verme involucrado nuevamente con ella.

—No lo sé. Mi padre llamó a una de sus tías para que pudiera quedarse con ella mientras su padre pensaba las cosas y no la he visto de nuevo en la universidad últimamente…

—Entiendo. Es una lástima que no logramos conocerla mejor — pero su tono fue un poco tenso.

Sabía que mi madre solo trataba de ser amable y considerada, pero también sabía y entendía que después de lo que pasó entre Olivia y Frank, algo en ellos no la veía con los mejores ojos.
Volví a suspirar.

—...Sí, supongo — dije en voz baja, mi madre fijó su mirada en la mía y suspiró también.

Guardamos silencio durante unos segundos mientras bebíamos nuestras tazas de café. Era agradable estar con mis padres y pasar tiempo juntos, ya que últimamente no lo hacíamos tan a menudo.

—Tu padre… Siempre quiso tener una hija también — dijo mi madre rompiendo el silencio.

Alcé una ceja y sus ojos grises miraron más allá de mí.

—Bueno, es algo que siempre me pregunté, no es como si les faltará dinero para tener otro hijo, ¿Por qué fui hijo único? — pregunté realmente interesado, ella sonrió un poco triste, pero luego su semblante se relajó de nuevo.

—Queríamos darte lo mejor de nosotros mientras crecías, Andy — su mano acarició mi mejilla y sonrió.

—No puedo quejarme acerca de todo lo que me han dado, mamá.

—No se trata solo de lo material, Andy. En ese entonces realmente queríamos tener un hijo, queríamos darle tanto tiempo como tuviéramos, lo que nuestros propios padres no hicieron con nosotros.

—¿Qué pasa con eso? ¿Realmente los abuelos eran tan descuidados?

—Bueno, mis padres se separaron cuando yo era joven y cada uno tomó su lado, yo simplemente quedé atrás — dijo y su sonrisa fue demasiado triste de ver—. Tu padre vivió la mayor parte con su abuelo James, no fue la mejor infancia y cuando él falleció volvió con sus padres y con una gran fortuna, lo demás es una larga historia y no una bonita — suspiró.

Guardé silencio.

—Así que, tú eres lo mejor de nosotros, cariño y quiero que siempre lo tengas presente — y acarició suavemente mi rostro con el dorso de su mano, sonreí.

—Gracias, mamá.

—En cuánto a Tessa, me alegra tenerla aquí, me alegra que estés con ella. Y espero que puedas quererla y respetarla tanto como merece — y su tono fue un poco más serio.

—Lo haré, mamá, lo prometo.

—Tessa… — se detuvo y me miró—. Ella me dijo algunas cosas de su pasado — susurró, yo la miré y ella asintió con suavidad.

Ni mi padre ni yo habíamos dicho nada acerca de lo que pasaba con Tessa, hasta que ella quisiera hacerlo por iniciativa.

Tragué.

—¿Estás molesta? — pregunté, mi madre golpeó la madera de la mesa con sus uñas un par de veces mientras veía el bosque.

—¿Debería estarlo?

—...

—Es una persona valiente, demasiado valiente. Y ha estado sola por mucho tiempo, así que, me siento feliz de saber que te encontró y tú a ella. Y me hace aún más feliz saber que no la juzgas por lo que ha tenido que hacer, creo que tu padre y yo hemos hecho un buen trabajo educandote — su sonrisa fue cálida y llena de orgullo, sonreí.

—Me sorprende que Tessa te haya dicho todo esto, creí que quería mantener esto entre nosotros — dije.

Mi madre se encogió de hombros.

—Te lo he dicho ha estado sola mucho tiempo y ha cargado con todo esto por su cuenta, en algún momento sería mucho para ella.

—Gracias por escucharla, mamá.

—No tienes que agradecerme, Andy.

Sonrió.

Tessa se acercó a pasos lentos, llevaba un abrigo mío de cuando era más joven y unos pantalones negros desgastados, sonreí.

—Sam dijo que es hora de cenar — susurró con una sonrisa.

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