Capítulo 7.

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[TESSA]

Los vi entrar en ese momento, eran tres personas que llamaban demasiado la atención en un lugar de mala muerte cómo aquel.

Los observé moverse con soltura, como si solo de ellos se tratara y tal vez así era.

Al igual que todas las chicas del lugar volteé y seguí su recorrido hasta una de las mesas libres del fondo.

Escuché suspiros y pequeños fragmentos de conversaciones en los cuales destacaban las palabras 《atractivos》 y 《dinero》 y por supuesto que esas dos palabras estaban plasmadas en ellos con fuerza y se veían a varios kilómetros.

El primero que entró era un chico rubio, su cabello largo y ondulado caía con elegancia sobre sus hombros. Tenía facciones lindas, labios llenos y pómulos altos, su piel era de un tono cálido y su altura estaba quizá por el 1.70 cm, era el más bajo de los tres y su ropa lucía cara, muy cara, probablemente más de lo que yo podía ganar en varios meses trabajando.

El segundo era de cabello oscuro y lo llevaba corto por detrás con algunos mechones largos en frente, su cabello era lacio y tenía esa apariencia de ser suave al tacto. Tenía ojos oscuros y una piel clara, tenía una bonita nariz recta y labios delgados, hombros amplios, pero no demasiado, estaba arriba de 1.75 cm.

La última persona era la que más destacaba, quizá por su altura que estaba muy por arriba de los otros dos de alrededor de 1.80 cm  a 1.85 cm.

O tal vez, lo que lo hacía destacar más era la mueca de fastidio y enojo que se veía claramente en su rostro. A diferencia de los otros tenía el cabello castaño, casi en un tono chocolate claro y pequeñas ondas se veían aquí y allá y también caían por su rostro aunque en general su cabello era corto.

Era de piel pálida con un ligero rubor que subía por sus mejillas. Era delgado, pero podía ver los músculos de su espalda y brazos moverse con soltura bajo la tela de su camisa blanca.

Sus ojos se veían oscuros. Tenía labios delgados y nariz recta, lo primero que pensé fue que era hermoso de una forma casi aterradora.

Se sentaron en una mesa del fondo de aquel horrible lugar, de cualquier forma, ¿Qué diablos estaban haciendo ahí?

Vi a Makela correr rápidamente hasta la mesa antes de que alguien se atreviera a hacerlo. Ah, maldita escurridiza.

El golpe me tomó por sorpresa, una mano grande, tibia y demasiado húmeda golpeó con fuerza mi trasero haciéndome derramar un poco de la cerveza que tenía en una bandeja, volteé y miré al tipo gordo y calvo que sonreía y que aún mantenía su mano en mi cuerpo.

—Su cerveza — dije molesta, dejé los tarros de cerveza sobre la mesa con un golpe que salpicó con grandes gotas a la madera gastada de la mesa.

—Que… Querida, ¿por qué no te sientas conmigo un rato? — preguntó entre risas ebrias, presionó la curva de mi trasero una vez más y sentí mi cara arder y la rabia subir por mi garganta.

—Suéltame — dije apretando los dientes, un pequeño apretón más a mi trasero y golpeé su brazo con mi mano y caminé rápidamente fuera de su alcance entre las mesas.

—Disculpa — una voz grave y profunda me hizo detenerme.

Giré la cabeza y un par de ojos azul grisáceo me miraron, era el chico más alto, su presencia era incluso más cautivadora viéndolo de cerca, su rostro era tan hermoso, me quedé mirándolo durante lo que pareció mucho tiempo, mis mejillas volvieron a arder.

—¿Sí? — dije al fin.

Una ligera sonrisa asomó a su rostro, una pequeña sonrisa que erizó mi piel casi de inmediato.

Un Pequeño Pedazo de Cielo: Andrew. 《EN PAUSA》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora