Orgullo Prejuicio y Zombies | YM Adaptación ©itsminjimin

Capítulo [01]

Algunos invitados, que habían tenido la desgracia de estar demasiado cerca de las ventanas, fueron atacados y devorados de inmediato.

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Es una verdad universalmente reconocida que un zombi que tiene cerebro necesita más cerebros. Esa verdad nunca fue más evidente que durante los recientes ataques acaecidos en Netherfield Park, en los que dieciocho miembros de una familia y sus sirvientes fueron asesinados y devorados por una legión de muertos vivientes.

—Querido señor Park —le dijo su esposa un día— ¿te has enterado de que Netherfield Park vuelve a estar ocupado?

El señor Park respondió negativamente y continuó con su labor matutina, consistente en afilar su daga y pulir su mosquete, pues en las últimas semanas los ataques de los innombrables se habían producido con alarmante frecuencia. 

—Pues lo está —afirmó su esposa. 

El señor Park no contestó. 

—¿No quieres saber quién lo ha alquilado? —preguntó su esposa irritada al no obtener respuesta. 

—Estoy puliendo mi mosquete, mujer. Sigue hablando si quieres, ¡pero deja que me ocupe de la defensa de mi propiedad!

La señora Park lo interpretó como una invitación a proseguir.

—Verás, querido, la señora Byun dice que Netherfield ha sido alquilado por un joven de gran fortuna, que huyó de Londres en una calesa de cuatro ruedas cuando la extraña plaga atravesó la línea Manchester. 

—¿Cómo se llama? 

— Jeon. Un soltero de cuatro o cinco mil libras anuales. ¡Qué gran partido para nuestros hijos!

—¿En qué sentido? ¿Es capaz de adiestrarlos en el manejo de la espada y el mosquete? 

—¡No seas pesado! Debo decirte que he decidido que se case con uno de ellos.

 —¿Casarse? ¿Con los tiempos que corren? No creo que ese tal Jeon tenga esas intenciones. 

—¡Intenciones! ¡No digas tonterías! Es muy probable que se enamore de uno denuestros hijos, por lo que conviene que vayas a visitarlo en cuanto llegue. 

—No veo la necesidad. Además, no debemos circular por las carreteras más de lo imprescindible, no sea que perdamos más caballos y coches a manos de esa condenada plaga que asuela desde hace tiempo nuestro amado Hertfordshire. 

—¡Pero piensa en tus hijos! 

—¡Estoy pensando en ellos, boba! Preferiría que se dediquen a instruirse en las artes mortales en vez de tener la mente ofuscada con sueños de matrimonio y fortuna, como evidentemente lo está la tuya. Ve a ver a ese tal Jeon si quieres, aunque te advierto que ninguno de nuestros hijos tiene gran cosa que ofrecer; todos son estúpidos e ignorantes como tu, su madre, a excepción de Jimin, que posee un instinto asesino más agudo que sus hermanos, ademas de que no bailan bien con el cerebro masticado. 

—Señor Park — Habló indignada —  ¿cómo puedes criticar a tus propios hijos de esa forma? Te complace contrariarme. No tienes ninguna compasión por mis pobres nervios. 

—Te equivocas, querida. Siento un gran respeto por tus nervios. Son viejos amigos míos. Hace por lo menos veinte años que apenas oigo hablar de otra cosa.

El señor Park era una mezcla tan singular de ingenio, sentido del humor sarcástico, reserva y autodisciplina, que la experiencia de veintitrés años no había bastado para que su esposa comprendiera su carácter. 

La mentalidad de la señora Park era menos complicada de descifrar. Era una mujer de pocas luces, escasa información y mal genio. Cuando estaba enojada, decía que estaba nerviosa. Y cuando estaba nerviosa — como lo estaba casi siempre desde su juventud, cuando la extraña plaga había aparecido por primera vez—, buscaba solaz en las tradiciones que a los demás les parecían absurdas. 

La misión del señor Park en la vida era mantener a sus hijos vivos. La de la señora Park era casarlos. 

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Seth Grahame-Smith and Jane Austen

Adaptación y Modificación
E L L I E

040723