Obsessed °Sungsun°

IV

Tendido en la cama, Sunghoon vio a Wonyoung cepillarse el cabello antes de acostarse. Ella estaba vistiendo solo su ropa interior, por lo que miraba sus curvas con aprecio.

—Dulzura.— dijo ella de repente — Ví a Sunoo está tarde y lo invite de nuevo.

Los ojos de Sunghoon volaron a su cara.—¿Qué?

Wonyoung se removió, cambiando su peso de un pie al otro y dedicándole una mirada cuidadosa.—Bueno, me imaginé que no te importaría. El experimento salió bien ¿Verdad? Y él es un tipo agradable.

Sunghoon tuvo que hacer un esfuerzo consciente para aflojar su mandíbula antes de que pudiera hablar.

—Ese no era el trato— dijo.—Pensé que acordamos que sería una cosa de una sola vez.

Wonyoung se sonrojó y miro a sus pies.—Lo siento.

—¿Lo siento? Yo fuí muy claro. No deberías haber hecho eso sin preguntarme a mi primero.

Los ojos de Wonyoung se llenaron de lágrimas, y Sunghoon apretó los dientes, molesto con ella. Odiaba las lágrimas y odiaba las escenas.

Él suspiró.—¿Cuando va venir?

El timbre sonó.

Wonyoung le dió una sonrisa tímida.—¿Ahora?

Exelente. Simplemente fantástico.

Sunghoon se apoyo en las almohadas mientras Wonyoung iba a abrir la puerta. Se echó un vistazo a sí mismo, él solo llevaba sus boxers y consideró ponerse algo más, ¿Pero cuál era el punto?

Cruzó los brazos detrás de la cabeza y se quedó mirando la puerta, sus músculos tensos y en alerta.

Finalmente, Wonyoung regresó al cuarto, con los labios pegados a los de Sunoo mientras ella lo desnudaba.

Algo desagradable ascendiendo en espiral desde la boca del estómago de Sunghoon mientras miraba a Wonyoung empujar los pantalones cortos de Sunoo fuera de sus caderas, apretando su firme y redondeado culo.

Todavía besando a Wonyoung, Sunoo abrió los ojos y miró a Sunghoon.

Sunghoon le devolvió la mirada.

Sunoo la maniobró hacia la cama. Wonyoung cayó sin gracia sobre el colchón, casi sin aliento, y Sunoo se recostó al otro lado de ella. Se inclinó y lamió su tembloroso labio inferior, sin dejar de mirar a Sunghoon, como diciendo: ¿Ves cómo está temblando ella?

Sunghoon observó la rosada lengua de Sunoo golpeando en los labios de Wonyoung y sintió a la desagradable sensación en su estómago extenderse hasta su pecho.

Mientras Sunoo se inclinaba para besarla de nuevo, Sunghoon se movió rápidamente y cubrió los labios de Wonyoung con los suyos.

Los húmedos labios de Sunoo rozaron su mejilla.— Tú no dijiste hola —él dijo, en apenas un susurro audible, solo para sus oídos.— Eres tan grosero.

Sunghoon dejó de besarla y miró a Sunoo. La punta de la lengua de Sunoo asomo mientras se humedecio los labios. Su rostro estaba a unas pocas pulgadas.

— Mi turno.—Sunoo se inclinó y besó a Wonyoung de nuevo.

No dispuesto a ser la tercera rueda, Sunghoon comenzó a besar el lado de su cara. Cerrando sus ojos, él aspiraba y mordisqueaba, moviéndose por la mejilla de ella, a su barbilla, hacia su...

Sunghoon chupó los labios y se adentró profundamente con su lengua. Hubo un gemido y entonces...

Sunghoon abrió los ojos y se encontró a sí mismo besando a Sunoo. Él se apartó.

Se miraron el uno al otro, respirando con dificultad.

—Oh, yo sé que fue un accidente, ¡Pero eso fue tan caliente!— dijo Wonyoung. Se sentía como si su voz viniera de muy lejos.— Vamos chicos, ¡Haganlo de nuevo! ¿Para mí?

—No me molestaría cariño, pero creo que a tu novio si.— Sunoo dijo con una sonrisa socarrona. Sus ojos brillaban mientras sostenía la mirada de Sunghoon.—Yo creo que él está asustado.

Los labios de Sunoo estaban llenos y brillantes. Sunghoon desvió la mirada.—No estoy asustado, solamente no quiero.

Se limpio los labios con el dorso de la mano, tiro a Wonyoung más cerca y la besó.

Sintió a Sunoo inclinarse cerca de su oído y susurrar.—Mentiroso.

La palabra lo sacudió y siguió insistiendo en la parte posterior de su mente mientras él masturbaba a Wonyoung. Todavía estaba en la mente de Sunghoon mientras él la follaba, cuidadosamente no mirando a Sunoo mientras ella le daba al hombre una mamada.

Para el momento en que Sunoo se fue y Wonyoung estaba dormida, Sunghoon todavía estaba pensando en ello.

Mentiroso.

Se levantó de la cama, se echó una manta sobre los hombros y salió al balcón. El viento frío de noviembre golpeó a su piel desnuda, picando en su desnuda cara y manos enviando escalofríos por su espina dorsal.

«¡Mentiroso!»

Un recuerdo, viejo, pero no olvidado.

Mentiroso. La voz de su madre rota, histérica. Y entonces, las excusas de su padre y promesas de que sería la última vez, que nunca volvería a suceder. Su padre había mentido, por supuesto. Cada vez.

Sunghoon había tenido cinco la primera vez que sucedió. Se despertó por el ruido de los gritos y sollozos procedentes de la habitación de sus padres. Confuso y asustado, se deslizó fuera de la cama, camino por el pasillo oscuro y abrió la puerta una pulgada, lo más silenciosamente posible.

—Lo siento, lo siento —su padre seguía diciendo.—¡Solo sucedió! Nose porqué. Yo estaba borracho y no sabía lo que estaba haciendo.

—¡Estabas lo suficientemente sobrio como para que se te pare y se la metieras por el culo!— Su madre grito, su precioso rostro enrojecido y la voz ronca de tanto llorar.— ¡Puto!— Ella le arrojó un jarrón a su padre y falló. Se estrelló contra la pared, haciendo a Sunghoon estremecerse y clavar su mirada en las piezas rotas en el suelo.—¡Puto! ¡Chupapollas!

En ese momento, no había comprendido lo que significaban las palabras, pero como se volvió a repetir una y otra vez, y sus peleas se volvieron más ruidosas y feas, y más cosas se rompieron, él había aprendido el significado de esas palabras.

Él había empezado a quedarse en casa de Jake, hasta que los padres de Jake finalmente lo aceptaron dentro, cuando tenía catorce años. A los padres de Sunghoon no les importaba, su padre estaba demasiado ocupado follandose a alguien en un rincón y diciendole a su madre lo mucho que la amaba, y su madre era una mujer rota. Rota por las mentiras y por su propia incapacidad para soltar al hombre que no merecía su amor.

Excepto que Sunghoon no pensaba que era amor. Amor, era el tranquilo afecto y apego que sentía por Wonyoung. Él no estaba obsesionado con Wonyoung. Ella no lo hizo volverse loco. Sí Wonyoung lo engañaba, sería... bastante molesto, pero le diría que se fuera y no regresara jamás. Él lo superaría. Él nunca compartiría a su pareja, pero nunca sería como la pegajosa, histérica, patética, en que su madre se había convertido. Su madre estaba obsesionada con el hombre, incapaz de dejarlo ir y ver a nadie más que a él.

A veces no estaba seguro de a cuál de ellos despreciaba más.

Mentiroso. La voz de Sunoo hizo eco en su mente otra vez.

Sunghoon cerró los ojos y aspiró el aire frío dentro de él.

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Me demore en actualizar, sorry.
Publicaré el próximo más rápido.

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