El corazón quiere lo que quiere ┃JENLISA

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¡Hoy es noche de Greed! El final de temporada ha estado en mi mente desde la llegada de Jennie y me he estado preguntando si puedo conseguir que no toque el piano durante una hora mientras lo veo. También me pregunto si me acompañará. Solía mostrarse incomoda ante la idea de verse a sí misma en la pantalla y la razón solía ser que sus papeles eran demasiado pequeños. Ahora ya no, Jennie.

El hecho de que la serie sea mi prioridad semanal y no la suya se hace evidente cuando me suelta una bomba mientras pone la cena en la mesa. "Estaba pensando que podríamos ir al campo de tiro después de cenar para entrenar. Con suerte habrá menos gente a las nueve o diez de la noche y podré tener un poco de privacidad. ¿Qué me dices?"

No puedo creer que me haya preguntado eso. "Yo digo que nop, lo siento, no puedo". Ante su mirada de sorpresa, me aseguro de decir: "Jennie. Esta noche se emite Greed, el último episodio antes de las fiestas de Navidad. Es imperdible. Cualquier otra noche no me importaría ir al campo a practicar contigo, pero ¿esta noche? Mi culo va a estar en el sofá de nueve a diez de la noche y lo único que me va a mover es la necesidad de hacer pis durante una pausa publicitaria".

Su cara cambia de disgusto a algo más parecido al placer. "Oh. Ni siquiera me di cuenta de que es esta noche". Se muerde el labio inferior, pero sonríe de todos modos. "¿De verdad lo ves? Pensé que sólo decías cualquier cosa que podías para meterte en su piel en el avión".

"Sí, lo veo de verdad. La veo desde el primer episodio".

Se sonroja y rápidamente gira la cara, como si se diera cuenta de que ha revelado sus sentimientos. "¿Por qué?", me pregunta mientras me sirve el ratatouille en el plato.

"Al principio tenía curiosidad por ver esa cosa que era más importante para ti que nosotras". Hago una pausa al darme cuenta de que lo que acabo de decir suena un poco desagradable. "Lo siento, ya sabes lo que quiero decir".

Su sonrisa es cómplice. "Sí, te entiendo".

"Entonces me di cuenta de lo condenadamente bueno que es el programa y de lo increíble que eres en él".

Mi ex novia, normalmente segura de sí misma, parece tímida, casi avergonzada. "Ah. Eso es bueno. Me alegro de que te guste. Quiero decir, objetivamente sé que a la gente le gusta, pero siempre parece que eso está separado de lo que estoy haciendo mientras lo grabo."

"Les gusta por ti, Nini. Eres increíble".

"Gracias." Jennie baja la mirada hacia la olla. Después de unos segundos vuelve a mirarme, ahora con una sonrisa malvada. "Puse berenjena extra en esto".

"Oh, eso es ir demasiado lejos. Te has pasado de la raya", le digo.

Sin dejar de sonreír, Jennie utiliza la cuchara de servir para coger unos trozos de berenjena del ratatouille y, sin dejar de mirarme a los ojos, me los pone en el plato.

Aunque nunca espero de Jennie otra cosa que no sea excelencia culinaria, la cena es maravillosa, incluso la berenjena, que admito que podría volver a comer si es así. Mi rebuscada versión de la alabanza a la berenjena me hace ganar una sonrisa radiante, un besito furtivo y una palmada en el trasero aún más furtiva cuando me levanto para recoger la mesa. Tengo media hora para limpiar y prepararme para Greed y Jennie, obviamente, está captando mis miradas al reloj. "¿Te importa si la veo contigo? Creo que no he visto un episodio completo desde la primera temporada".

"Claro que puedes, cariño, pero te juro por Dios que si me spoileas cualquier parte te voy a echar a patadas de mi casa. Las berenjenas son una cosa, pero estropear mi serie favorita es otro nivel".

Su boca se mueve al oírme decir cariño. "¿Puedo llevarme a Buckley conmigo cuando me eches?"

"No."