A Lalisa Manoban le va bien.
Seguro, no está tan bien como su ex, la galardonada actriz y actual It Girl de la televisión, Jennie Kim, pero Lisa disfruta de su trabajo como agente federal aérea y también disfruta de casi haber superado el hecho de q...
Estudio mi reflejo en el espejo de cuerpo entero del vestidor. "¿No debería llevar vestido?".
Jennie se pone detrás de mí y coloca sus manos sobre mis hombros. "Deberías ponerte lo que quieras, mi amor".
"Es que no quiero que la gente nos mire como pareja y piense que nos ajustamos al ideal heteronormativo de vestido y traje cuando aparezcamos juntas en eventos oficiales de cine".
Las manos de Jennie se mueven para alisarme las solapas. "Creo que lo único que va a pensar la gente cuando nos mire es lo sexy que te ves con traje y corbata acompañada de esos tacones".
Detrás de nosotras, el suspiro de la estilista de Jennie es la mezcla perfecta de aburrimiento y exasperación. Siento empatía. No tengo ni idea de cómo Jennie hace esto día tras día. Sonriendo a la estilista, le ofrezco un inútil: "Lo siento. Soy nueva en esto".
"Me doy cuenta", responde divertida.
Jennie la mira y la estilista responde con un auténtico "Lo siento".
Paso las manos por delante de mi traje y le digo. "¿No podemos elegir las dos opciones y decidir si me apetece traje o vestido el día de la entrega de premios?".
"¡No!" Jennie y la estilista exclaman al mismo tiempo.
"Whoa, vale entonces. Lo siento".
La sonrisa de Jennie es de disculpa mientras me aprieta la mano. "Te advertí de lo planificado que estaba todo. Las alteraciones son inaceptables".
Girándome de lado, me miro de arriba abajo. Mi peinado es una maravilla y la cicatriz queda oculta por completo. La de la cara, no tanto, pero... maquillaje. Jennie me está estudiando en el espejo y encuentro sus ojos, que se suavizan al instante al establecer contacto visual. Sonrío. "Sólo quería saber si tendremos que repetir todo esto para tu papel en Alone. Para Cannes y otros festivales de cine, y después, cuando te nominen al Oscar y a todos los premios posibles por esa interpretación. ¿De manera repetida?"
"Mhmm." Mueve las cejas y sé que intenta decir que sabe que es raro y molesto, pero que es así, sin ofender al estilista cuyo trabajo es prepararnos para la ceremonia.
"Genial", respiro. "Así que cada cierto tiempo voy a tener que decidir qué me apetecerá ponerme en un evento dentro de semanas".
"Más o menos. Hablando de eso, ¿vamos a pasarnos los próximos seis meses contigo intentando decidir si quieres un traje o un vestido para nuestra boda?".
Mis cejas se alzan. "Por supuesto que no. Ya lo sé".
"¿Y?"
"Y nada", respondo. "Lo sabrás cuando nos veamos en el altar".
La estilista interviene: "Por favor, no escojan un traje de novia sin consultar. Ninguna de las dos. Si quieren tener alguna posibilidad de vender esas fotos para pagarse la luna de miel, todas las revistas tienen que saber lo que compran."
Vender fotos de boda. A veces olvido en qué extraño mundo habita mi prometida. Y entonces alguien dice algo así y me lo recuerda. Jennie sonríe, primero a mí, luego a la estilista. "Quizá nos escapemos a Las Vegas disfrazadas".
La estilista suspira. "Por favor, no hagas eso tampoco, por mi bien. Estoy desesperada por dar forma a una boda entre dos mujeres. Las dos son tan guapas que podrían ir como quisieran y salirse con la suya. Dos vestidos, dos esmóquines, un esmoquin y un vestido".
"Gracias", murmuro. "Creo." Me vuelvo hacia el espejo. "Supongo que esto está bien. Me veo bien y me siento bien, así que si esto es lo que quieres, Jennie..."
"Sólo quiero que estés cómoda".
La estilista recoge sus cosas. " Les daré a las dos unos minutos para discutirlo. Avísame cuando hayas tomado una decisión".
En cuanto se cierra la puerta, Jennie se vuelve hacia mí. "Lo digo en serio, ponte lo que te haga sentir cómoda". Con una carcajada, añade: "De la lista de ropa aprobada. Todo en los estrenos es tan raro y ajetreado y realmente sólo quiero que te sientas bien en tu piel".
"¿Tan difícil puede ser? He visto vídeos tuyos de estrenos en YouTube. Si tú puedes hacerlo, estoy segura de que yo conseguiré estar sexy, segura de mí misma, encantadora, ingeniosa y...".
Me corta con un beso firme. "Tonta". Jennie me acaricia la mejilla y me aparta el pelo de los ojos. Su pulgar roza la cicatriz que va desde el borde de mi ceja izquierda y desaparece en mi pelo. Su suave contacto con esa piel tan sensible siempre me hace estremecer, pero aun así lo hace, casi como recordándose a sí misma, asegurándose de que, a pesar de la cicatriz, sigo aquí. "Una boda", susurra. "De vez en cuando me olvido de ello y entonces salta a mi conciencia como un gran paquete de emoción".
"Sí, Nini. Nuestra boda". Cojo sus manos y las aprieto contra mi pecho. "Va a ser increíble. Sobre todo ahora que Kelly se ha dado cuenta de que eres una persona normal, así que no estará como loca durante la ceremonia".
Me viene un pensamiento a la cabeza y trato de contener mi sonrisa maliciosa. "¿Recuerdas cuando me dijiste que estarías allí para tocar el piano en mi boda?". Me desabrocho la chaqueta del traje a medida y la cuelgo. "Entonces... ¿lo harás?".
Se ríe, fuerte y prolongadamente. "Sí dije eso. Y claro, por qué no. Pero sólo si haces dúo conmigo".
" ¿Vamos a interpretar 'Chopsticks' o 'Heart and Soul'?"
Jennie me besa. "Me da igual. Lo único que importa es que lo haremos juntas".
"Sí", digo entre dientes. "Esa es la definición exacta de un dúo".
"Realmente te pasas de lista. ¿No puedes dejarme tener la última palabra de amor y afecto?"
" De acuerdo. Perdón". Como no dice nada, intento acercarme. "Dame esta última palabra tuya".
Jennie se inclina hacia mí y, tras un ligero beso, murmura en mi oído. "Señoras, les habla su capitán. Gracias por su paciencia y su valentía durante ese difícil período. Me gustaría que supieran que hemos tenido éxito y que a partir de ahora sólo habrá cielos despejados y viajes tranquilos".
" Muy bien. Es una buena última palabra. Tal vez no es lo que yo habría dicho, pero fue bastante bueno. Ocho de diez".
Jennie pone los ojos en blanco. "¿Qué habrías dicho tú?"
Sonrío. "No estoy segura. Probablemente algo como...". Me inclino, dejando que nuestros labios se rocen suavemente. "Señoritas... hemos llegado".
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Que triste me pone acabar con esto 😿 Gracias por tomarse el tiempo de leer y votar, nos vemos en la próxima historia
