El corazón quiere lo que quiere ┃JENLISA

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Jennie todavía lleva puesta su ropa deportiva sudada cuando pasa de largo, con cuidado de no tocarme, camino a la puerta principal. "Rosie acaba de llamar para decirme que me ha dejado parte de mi correo de casa y la habitual bolsa de cartas de fans que se olvidó de traer el lunes. Tiene que irse corriendo a cenar con sus horribles suegros, de lo contrario habría, y cito textualmente, 'entrado y asfixiado con besos a Buckie'". Tras echar un vistazo por la mirilla, abre la puerta y saca una enorme bolsa que deja caer junto a una silla de la cocina.

Dejo los ingredientes para el stroganoff vegetariano que acabo de sacar de la nevera y me quedo mirando la abultada bolsa. "¿Ese es el correo de tus fans? Para un mes, o..."

" Una semana". Deja caer una pila más pequeña de correo con aspecto de documento oficial sobre la mesa.

"Vaya. ¿Y lo lees todo?".

"Mhmm, claro que sí". Hace una pausa, sonríe incómoda. "Bueno, en realidad, no todo. Me he vuelto bastante buena hojeando y decidiendo si es un fan auténtico, alguien que quiere dinero o que yo apoye algo, o un asqueroso. Los dos últimos los dejo a un lado para que Rosie los revise y decida si tenemos que poner a alguien en una lista de vigilancia de fans. Actualmente, ella revisa todo el correo de mis admiradores por mí, y cualquier carta o correo electrónico espeluznante va directamente a mi contacto del FBI". La sonrisa incómoda vacila hasta convertirse en una sonrisa inexistente. "Me ha advertido de que hay fotocopias de cartas bastante desagradables en esta bolsa, y ya ha enviado los originales al FBI".

Casi no quiero preguntar. "¿Cuánta gente hay en esta lista de vigilancia de fans?".

"La última actualización de hace un mes o dos fue..." Sus cejas se fruncen, su boca se tuerce mientras piensa. "Algo más de doscientas".

"Joder". Esperaba que dijera sólo un par.

"Algunas personas tienen problemas con los límites personales, como sabes". Intercambiamos una mirada que dice claramente que ambos sabemos que algunas personas, sobre todo últimamente, definitivamente tienen problemas con eso.

Intento sonar casual cuando pregunto: "¿Has tenido alguna novedad sobre Markle?". Me siento fatal preguntándole repetidamente, sobre todo sabiendo cuánto tiempo puede llevar construir un caso, pero necesito saber que alguien está haciendo algo.

"Sí, si se puede llamar actualización. Básicamente 'estamos trabajando en ello'".

Lucho contra el impulso de ir a consolarla y, en su lugar, intento ser un poco más moderada. "Supongo que eso es mejor que 'no estamos trabajando en ello'".

Jennie no muerde el anzuelo. "Mmm. Tengo fechas para el juicio por agresión y para mi orden de alejamiento permanente, porque la temporal se va a acabar. Entonces tendré que verle. Dos veces. No puedo esperar", dice. "Y cuando hablamos con el tipo del FBI el lunes sobre lo del acoso, dijo que era más de lo mismo: reunir pruebas, asegurarse de que el caso se mantenga. Sin embargo, no pudieron conseguir la computadora de Markle porque parece que no tiene una. Tirado u oculto es la teoría, que parece súper sospechosa dada su propia admisión de que me ha enviado por correo electrónico unas encantadoras fotos mías photoshopeadas."

"Sí que parece sospechoso", digo con cuidado. "¿Quién no tiene computadora?".

" Exacto Mientras tanto, yo estoy aquí pensando en lo que ha hecho y sin poder hacer nada. Es jodido. ¿He olvidado algo?"

"No... creo que lo has abarcado todo."

" Odio esta espera , la preocupación y el no saber. Sólo quiero seguir adelante con mi vida en lugar de pensar en esto cada puta hora."

"Lo sé, cariño. Es injusto y está mal. Pero así es el maldito sistema".

"El sistema apesta." Es una imitación perfecta de un niño malhumorado.