⛓️8⛓️

262 41 7
                                    

El ambiente se había puesto un poco intenso desde hace una semana, desconocía el motivo pero una especie de ansiedad se hacía presente en estos días, presentándose como dolores leves en el estómago, había ido al doctor para descartar cualquier tipo de enfermedad.

Era como si supiera que algo se aproximaba, trataba de mantenerse positivo en cualquier aspecto, sin embargo, no podía abandonar el pensamiento repentino de malestar.

Jungkook, caminaba por las calles que un día lo vieron en su máximo resplandor, ya no le importaba mucho que JiMin lo hubiera abandonado, probablemente se lo tenía bien merecido, nunca supo al tipo de persona que había entregado su corazón.

Viviendo toda su vida debajo de un telón lleno de mentiras, aspiraciones tontas y sueños fantasiosos, no quería recordar todo aquello pero le era imposible, el odio y el rencor se habían apoderado de su ser, nunca fue una apersona rencorosa y ahora lo estaba haciendo.

Se había convertido en lo que más odia.

Fingía ser una persona pacífica y amable, actuaba como si todo lo que un día lo atormentó no le importaba y una parte era cierto, había pasado cinco años, cinco años desde que se alejó por completo de su familia y que no sabía nada apárate de lo que se oía en las emisoras y canales de farándula, sobre JiMin.

Al entrar a su pequeño local, observó que todo estuviera en orden antes abrir, miro a su alrededor y suspiro con tristeza, estaba cumpliendo su sueño por sí solo, sin la persona que un día mintió descaradamente diciendo que lo amaba.

Ese pensamiento hizo que pequeñas lágrimas brotaran de sus pequeños ojos.

¿Cómo después de tanto tiempo seguía amándolo?

Era una respuesta que ni el mismo podía dar, con solo pensar en su nombre, su corazón palpitaba y se llenaba de emoción, misma que es reprimida por el recuerdo agrio de aquel día, no se permitiría sufrir por alguien que nunca supo amarlo.

Al cerciorarse de que todo estaba en orden, dio apertura al establecimiento, presentía que sería un buen día y sus presentimientos jamás fallaban.

Así fue que recibió a todos sus clientes, que en su mayoría eran los señores que terminaban su jornada laboral en los campos de cultivo.

Si bien, no atendía a gente refinada, le gustaba mucho lo que hacía y no podía sentirse más contento, era lindo cuando elogiaban sus exquisitos postres, era lo que más le gustaba de todas las jornadas, que sus clientes se fueran satisfechos a sus hogares.

Jungkook miro la hora y supo que era momento de cerrar, no quedaba nadie en el local, su pueblo era muy tranquilo pero nunca se sabe cuando el mal asecha y el prefería evitarlo por completo, estaba cerrando la puerta trasera y mientras lo hacía, escucho el sonido de la puerta principal abrirse.

Eso le extraño porque nadie iba a comer pastelillos a esa hora, era las dieciocho horas en punto y algo confundido fue a ver de quién se trataba, con cautela camino hasta el mostrador y no vio a nadie, miro a su alrededor confundido, estaba seguro de que había escuchado a la puerta ser abierta pero no había nadie, iba a darse por vencido hasta que vio una cabellera grisácea.

Se acercó a preguntar que se le ofrecía, pero detuvo sus pasos al reconocer la figura que estaba sentada de espalda a él.

No quería dar crédito a lo que sus ojos veían, no podía ser él, no después de tanto tiempo, no después de lo que había hecho y de serlo estaba siendo un completo idiota.

En tanto tiempo nunca se apareció por el pueblo y por más que se negaba a aceptar, siempre lo había esperado, desde aquel día había guardado la esperanza de que regresaría y que le diría que había sido un error y se casarían como tanto lo habían anhelado.

Aunque no podía ser ese el caso, Taehyung se había encargado de dejarlo claro en la iglesia.

JiMin había tenido otros planes, otro tipo de aspiraciones, otro tipo de vida, vida en la que en ningún momento se lo había incluido.

No podía tratarse de la misma persona.

Con eso, encaro al individuo confirmando lo que tanto se estaba negando, había llegado el día que su mente tanto recreo con varios escenarios, escenarios donde terminaban con el cayendo a los pies de JiMin. Sus manos comenzaron a temblar y sintió que su respiración fallaba, al verlo no quería que fuese él.

Esta vez no sería su juguete, su hazmerreír por ello optó por tomar su única opción, correcta o no, lo hizo.

Actuaría como si nunca lo hubiese conocido; como si nunca hubiesen creado una historia de amor.

Actuaria con indiferencia.

-En que lo puedo ayudar- agradeció que sus palabras salieran con fluidez, no quería que JiMin notase que se presencia le afectaba.

-J-Junkooki.

Jungkook, al escuchar aquel apodo, sintió una corriente eléctrica azotar de forma brusca su cuerpo, más no lo hizo notar.

Si JiMin lo quiso fuera de su vida, así sería. Ahora eran completamente ajenos.

-Lo lamento, pero no tengo ningún tipo de confianza con usted, por lo que le pido que se dirija a mí con respeto señor, mi nombre es Jeon JungKook y soy quien lo atenderá- hablo con neutralidad, intentando que JiMin no viese a primeras lo destruido que estaba su corazón.

No es como si le importase mucho probablemente.

JiMin al escuchar con la frialdad con la que le hablo el castaño se sintió fatal y más cuando él lo había tratado de; usted, señor, como sí nunca se hubiesen conocido, ni cuando se habían conocido lo había tratado tan ajeno a él.

Todo empeoro cuando el castaño resalto su apellido.

Se supone que debía ser Park JungKook. No lo era y eso había sido su culpa.

-Jungkook soy yo- se adelantó a decir con algo de esperanza, talvez Jungkook no lo reconocía y por esa razón actuaba tan distante.

Eso debía ser.

-Sé quién eres-. Hizo una pequeña pausa causándole algo de temor al mayor. -Park JiMin la estrella de las pasarelas de París ¿No es así?- al parecer JiMin no había cambiado, era el mismo idiota. Por ello prosiguió a hablar, impidiéndole el tiempo para hablar -Tiene algún pedido en especial? Ahora mismo solo hay café negro y pastelillos de zanahorias.

Al notar que el mayor solo lo quedaba mirando de una forma que no supo descifrar, prosiguió a tomar nuevamente la palabra.

-Pretendo cerrar temprano porque a diferencia de usted, nadie pagaría ni un centavo por mí si llega a pasarme algo y si no quiere nada, le pido de favor se retire.

JiMin solo se quedó en silencio, esperaba todo, que JungKook le gritara, lo insultara.

Nunca imaginó que actuaría como si nada hubiese pasado.

Estaba actuando como si no le importara su presencia.

Actuaba como si fuesen un par de completos desconocidos. 













Actualización señor@s

Wait For Me - JikookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora