Ghost Is it music?

Fay Apophyllite

Dentro de este mundo existe comunicación con seres de otro mundo o más correctamente, del otro lado.
Fay Apophyllite es una joven bruja habilidosa, entrenada por su propia madre, creció lejos de la vida moderna dentro de una pequeña cabaña con un arroyo abundante en un pueblo cerca de los bosques noruegos, al parecer su madre huía de algo que se avecinaba, Fay sabia que ella temía de algo pero nunca supo exactamente qué era lo que la atormentaba por la noche... hasta aquel fatídico día.

Hoy era el cumpleaños número 19 de Fay, su madre le había preparado un pastel de moras con limón, su favorito, aunque ese día su madre se veía extremadamente errática, Fay veía como sus manos temblaban y evitaba el contacto visual con ella.
— Madre... ¿ocurre algo? ¿Quieres un té de menta? — ofreció Fay pues sabía que aquel era el té favorito de su madre. 
— Fay, quiero que me escuches claramente, hoy hace 19 años di a luz a La Niña más hermosa que he visto y agradezco eso cada día... sin embargo nunca te dije quien era tu padre y lo lamento mucho pero ya es momento de que lo sepas de esta manera y tan tarde, yo fui víctima de las habilidades de un demonio de la lujuria... el príncipe del infierno Asmodeo, el me sedujo y me preño con su fruto, yo era una curandera común hasta que una noche apareció por mi ventana y el resto es historia hija mía sin embargo 5 años después vino a advertirme que al cumplir 19 te reclamaría en el infierno como su descendiente y heredera — por fin Fay soltó todo el aire que no sabía que sus pulmones sostenían mientras su madre soltaba lágrimas y lágrimas que descendían hasta su cuello, Fay la ayudo a sentarse y calmarse.
— Madre entiendo tu miedo pero tú me criaste para ser fuerte y te amo, todo estará bien — ambas lloraban sobre la situación hasta que un pequeño temblor arrasó la cabaña, los atrapa sueños se movían erráticamente y la vajilla poco a poco se caía de la repisa y el suelo se abría mientras un olor fétido se filtraba en las fosas nasales como pequeñas agujas y de la ventana en el suelo un hombre extremadamente atractivo con un abrigo de piel que parecía de algún animal negro y pantalones de cuero emergía, sus ojos eran completamente negros y su rostro parecía Perfecto, Fay estaba asustada pero mantuvo la calma, no presentaría debilidad y sinceramente ¿Quien no quiere un poco de poder?
— Buenas tardes ¿Que se le ofrece? — Fay hablo fuerte, debía serlo.
— Sabes a qué vengo Hija mía — el dio una pequeña sonrisa sarcástica y la miro directo a los ojos como viendo su alma, Asmodeo no se veía como una persona fácil.
— Lo se pero no pienso acompañarlo a menos que hagamos un trato — Fay debía actuar rápido por seguridad de su madre que en este momento parecía que se iba a desmayar.
— Habla Ya — la paciencia tampoco parecía una de sus virtudes.
— Iré contigo solo si me promete protección para mi madre y que podré venir a visitarla cada vez que se me plazca — Asmodeo pensaba en si aceptar o no pero finalmente contestó.
— Lo prometo — El estiró la mano en señal de un trato cerrado y Fay lo acepto.
— Bien, ahora me despediré y tomaré algunas cosas. — En ese momento Asmodeo desapareció tal y como apareció, por esa ventana hacia el inframundo.

Esa tarde la paso con su madre hablando e ignorando lo que pasaría, como si fuera un día cualquiera de cumpleaños, comieron el pastel que su madre había preparado y se calentaron con el fuego de la chimenea.

A las 12:00 am exactamente el suelo volvió a abrirse y de ella no salió su padre como esperaba sino un hombre en un traje rojo ajustado, este hombre tenía una cara peculiar, Fay no mencionó nada pero lo miro fijamente, esto puso nervioso al hombre que se aclaró la garganta para anunciarse.
— Buenas noches señorita Apophyllite, he sido enviado por el Clero y por su majestad el Príncipe Asmodeo para escoltarla al infierno, mi nombre es Cardinal Copia. — el hombre no podía quitar los ojos de la señorita que tenía enfrente, era simplemente hermosa, tenia una cara inocente pero un cuerpo que tentaba como si el fuera Adán y ella la manzana, tentador pero debía comportarse, Sister le había dado una tarea y debía cumplirla sin distracciones.
— Buenas noches Cardinal Copia, es un gusto — Fay tenía una voz suave pero fuerte.
Sin mas el le tomo la mano y bajaron hacia el infierno, Fay no tenía mucha idea sobre que encontraría sin embargo lo que nunca se esperó es que fuera bueno... un lugar cualquiera.
— Nos encontramos en el Clero, en este sagrado templo damos tributo a nuestro señor Lucifer — Explicó el Cardinal formalmente, Fay asentía a la explicación, caminaron un poco más hasta llegar a lo que parecía el salón principal, la gente estaba reunida, al parecer esperando su visita, una señora de edad avanzada de cara afable se acercó a Fay.
— Me da mucho gusto conocerla por fin señorita Apophyllite, mi nombre es Sister Imperator, estamos a sus órdenes — Fay sonrío apenas— déjeme darle un recorrido del Clero, como usted ya sabe conoció al Cardinal Copia, de este lado tenemos a las hermanas del pecado — Sister señaló a un grupo de mujeres que la miraban entre envidia y lujuria porque definitivamente aquí no hay heterosexualidad eso era un hecho — ya las conocerá a fondo, después tenemos a nuestros valiosos Ghouls, cualquier cosa que necesite puede pedírselo a nuestros ghouls pero le asignaremos uno personal— Hombres y mujeres de distintas complexiones y enmascarados le dieron una reverencia formal, al parecer todo lo era en ese lugar.
— Por último pero no menos importantes claramente están Los Emeritus, la familia que lidera este templo, Papa Nihil — Un señor que aparentaba la misma edad que Sister Saludó a Fay de manera cortes con una sonrisa — Luego el Papa Emeritus I — el hombre mencionado se veía viejo pero no tanto como Papá Nihil, al parecer había una tradición física para ser Papa aquí también, el hombre le hizo una pequeña reverencia— Papa Emeritus II — el hombre también se veía viejo pero era un poco menos feo que el anterior, también saludó con una reverencia y un beso en el dorso de la mano de Fay — Secondo para usted bella ragazza — Fay no supo cómo tomar eso así que solo sonrió de manera cordial.
— Aunque nuestro Papa al mando actualmente esté en el mundo terrenal lo conocerá pronto, es el Papa Emeritus III o de manera informal, Terzo llegará mañana — Imperator siguió sonriendo, nunca perdió la sonrisa durante la presentación, se veía muy feliz por algo, su energía se mostraban emocionada.
— Muchas gracias por la presentación, es usted muy amable — Fay no debía perder el respeto pues al final no conocía el lugar.
— Muy bien, te asignaré a tu Ghoul para que puedas instalarte en la habitación que preparamos — ella señaló a un Ghoul en específico, muy alto y fornido.
— Omega por favor lleva a la señorita a su habitación — por lo que se rumoreaba Fay al ser hija del Rey de la lujuria heredaría esa cualidad de provocar aquella sensación sobre cualquiera y aunque Fay ya lo había sospechado pues cada vez que iba ella junto a su  madre al pueblo las cercano, tanto hombres como mujeres no podían despegar su vista de aquella joven chica tan hermosa y atractiva por lo que Fay no había perdido sus oportunidades siendo así no era tan inexperta en aquella área.
Omega asintió mientras hacía una reverencia y abría la puerta para que la chica lo acompañara, Fay podía sentir la excitación en las personas por ejemplo la excitación que emanaba del Ghoul. Caminaron hasta un largo corredor con puertas blancas iguales pero por fin se detuvieron al final en una puerta.
— Está será su habitación señorita, al otro lado del corredor están las habitaciones de los ghouls por si se le ofrece algo, la habitación de a lado la ocupa el Papa Actual, se le ha proporcionado prendas y calzado especialmente para usted, permiso — el ghoul hizo una reverencia pero la voz de su ahora jefa lo distrajo.
— Muchas gracias por la atención Omega — Fay se acercó y le dio un pequeño beso en la mejilla al ghoul mientras ponía una mano en su pecho.
— Es un placer — el Ghoul salió despavorido de la habitación.
Al fin sola la chica miro su habitación a fondo, era muy grande con una gran ventana con cortinas blancas, muebles antiguos de abedul con un tocador lleno de productos de belleza como cepillos de plata y cremas especiales y finas, se acercó al otro lado de la habitación estaba el closet, Fay se acercó a abrirlo y se dio una sorpresa al ver distintos vestidos para cualquier ocasión, todos de las mejores telas y por zapatos también había de todo tipo, sandalias, tacones, botas etc... era todo de ensueño, en su cabaña su ropa era hecha por su madre que compraba la tela más barata en el pueblo cercano por lo que no tenía mucha variedad pero se las arreglaban, ahora tenía más ropa de la que pudiera imaginar pero se preguntaba que sería de su madre en este momento, soltó un par de lágrimas pues su madre era lo único que tenía, antes de irse su madre le regaló un amuleto de protección, Fay lo tomo en sus manos y prometió que sería fuerte por su destino y planeaba darle lo mejor a su madre pues al final el ser hija de Asmodeo la volvía parte de la realeza del infierno por lo que ahora tenía su "vida" resuelta.
Estaba tan concentrada en lo que sería su futuro que olvidó terminar de revisar la habitación por lo que camino hacia una puerta que llevaba a un baño muy lujoso, con una tina circular que tenía una pequeña mesa con sales de baño y otras cosas para usarse, toallas suaves y finas, un tocador con cosas de higiene personal y lo típico de un baño. Después de terminar de explorar sonó unos toques en la puerta.
— Adelante — la puerta se abrió mostrando a omega.
— Buenas tardes señorita Apophyllite, Sister Imperator la ha invitado a desayunar mañana temprano en la terraza y si gusta me han pedido ayudarla a alistarse — omega miro a su jefa, de verdad en todo el inframundo no había una mujer más atractiva y tentadora así que evitaba el contacto visual con ella lo más posible.
— También anunciarle que el Papa Emeritus III se unirá al desayuno — Fay se acercó lentamente y con un dedo alzó la cabeza del ghoul que miraba al piso.
— Así está mejor... dile a Sister que me encantaría asistir y si... acepto tu ayuda mi querido omega — así le dio otro beso en la mejilla, el ghoul estaba descolocado pero debía salir de ahí antes de que explotara ahí y aunque el sonrojo no se viera debajo de su máscara era incómodo.
— Bueno... eh... la veré en la mañana, buenas noches señorita — el ghoul nuevamente salió casi corriendo cerrando la puerta a su paso, Fay soltó una pequeña risa, Omega era muy tierno.
Tomó un baño y estrenó una de sus nuevas pijamas pero por alguna razón habían comprado lencería para ella y no se había dado cuenta la primera vez que revisó el closet, se acosto en las sábanas de seda y procedió a dormir hasta que llegara el siguiente día.

(Esta historia no tiene nada que ver con lo que había escrito pero me di cuenta que no tenía mucho futuro o más bien una historia con oportunidades de desarrollarse, para las cuatro personas que leen esto dígneme que opinan 😭😭😭)