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"A solas con el patrón"

Afortunadamente el día siguiente había llegado rápido y eso solo quería decir una cosa y, es que antes podría acabar con todo esto más rápido.

...ser cazadores de demonios...¿Quién se creía para pedir eso? Y peor aún ¿Quién se creían ellos para aceptar? solo bastaron 15 minutos para darme cuenta que estar ya casi 4 meses aquí los había cambiado en exceso y, no podía permitir eso, tantos años diciendo que hacer, coómo hacerlo, cuándo y dónde, no podían ser en vano.

Esa niña Aoi tenía que aprender algo valioso, nunca dejes expuesta ninguna cosa que pueda ser utilizada como arma en manos de tu oponente, a menos que quieras morir o seas mejor que tu oponente y, como ese no es el caso, pues son bastante estúpidos o muy confiados.

...la cucaracha no era la única que podía utilizar bisturies, pensé sacando uno de la cajita el cual guardé debajo de mis muñecas y ropa, listo para sacarlo apenas me dejaran con su patrón, luego de eso debo acabar con sus hijos y tomar el lugar, luego vería cómo buscar a la directora y a Muzan- sama, tal vez aún pueda convertirme en demonio y cuando sepa que maté al líder de sus enemigos, de seguro me daría otra oportunidad.

Salí de la habitación, comenzando a ir a la finca de su patrón.

- T/n-sama- escuche a mis espaldas, la voz de mi compañera que había aceptado ser casadora sin preguntarle a nadie -...es que yo ...- su voz era tímida- quería decirle que lo siento mucho, es que son emocionantes, ser cazador o salir que... no pensé-

Iba a seguir caminando pero me quedé ahí al escuchar una segunda voz.

- no debes disculparte estás, en todo tu derecho de querer hacer algo diferente, no debes seguir sus reglas puedes hacer lo que tú quieras, con tal de que eso te haga feliz ,que ellos no reconozcan el error es su problema ,pero tranquila ¿sí? yo te ayudaré-

Escuché el discursito de la rebelde, me volví hacia ella, no estaba en la reunión y ahora sabía porque, tenía quemaduras de tercer grado que cubrían sus piernas, que la estancaban a la necesidad de muletas, y podía imaginar como le pasó eso, cuando me encerro en el sótano se quemó las piernas, tratando de matarme colocando el mueble sobre la puerta, ella quería que ardiera, pero al final, la que salió más perjudicada fue ella ,no solo porque no logró nada, sino porque esas quemaduras jamás se irían y, se harían un constante recordatorio de su estupidez, patético. Y más encima ,ahora queria irritarme, ahora entiendo porque sus padres la abandonaron en la academia, porque era tan insoportable que ni siquiera la querían como hija.

Solte un suspiro y simplemente me di la vuelta, volviendo a detenerme al escuchar la voz de la chica.

- T/n-sama- volví a voltear a verla- yo en verdad lo sien...-no terminó la frase por ser interrumpida por la rebelde, quien la sujetó del hombro negando con la cabeza-

Entrecerre un poco los ojos acercándome a ellas, la chica se separó de la rebelde bajando la cabeza y de forma rápida, desenbaine el bisturí colocandolo contra su cuello.

- ¿Qué vas a hacer?¿vas a cortarme el cuello?-me pregunto con burla y una sonrisa-

Le sonreí, relajando los hombros y ladeando un poco la cabeza, pasando la suela de mi zapato contra toda su pierna derecha pisándole la ampolla en el pie reventandola, apretando hacia abajo por unos segundos, haciendola gritar de dolor hasta que se encorporó cayendo de rodillas al suelo. Me volví a alejar de ella, dando unos pasos hacia atrás con una sonrisa, guardando el bisturí de nuevo.

Mi Vida {Shinobu Y Tu}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora