Mi Vida {Shinobu Y Tu}

十六

"Calma tras la tormenta ¿o antes de ella?"

A

brazaba el cuerpo de T/n con fuerza, cuando inicio la noche solo quería deshacerme de su presencia, pero ahora, solo sentía lástima acompañada de un cosquilleo a un costado del abdomen cerca de donde tenía su mano.

Escuché como pasos se acercaban desde el costado, cuando levanté la mirada encontré a un kakushi que se hania arrodilló junto a mí.

- Shinobu-sama, estamos listos para entrar a la casa- dijo con timidez-

Shinobu: esta bien, pero tengan mucho cuidado parece que hay otro demonio adentro- advertí-

El kakushi asintió levantándose, girando únicamente un poco al torso haciendo una señal con el brazo y el puño para que sus compañeros entraran al edificio, luego volvió a verme volviendo a agacharse.

- qué hacemos con los alumnos?- pregunto y voltee mi vista hacia las camillas en las que estaban los alumnos, inconscientes o heridos siendo atendidos-

Shinobu:...- salto un suspiro bajando la mirada a el piso de tierra -déjenlos en el hospital, la sede ya está muy llena, tener a más gente será contraproducente, más si no le avisamos de nuevo al patron-

El que Kakushi asintió y extendió los brazos para que le entregara al cuerpo de T/n, quien aún lloraba aunque un poco más bajo. Con cuidado deje su cuerpo en los brazos del kakushi, levantándome despacio, deteniéndome abruptamente al sentir un tirón desde la manga de mi uniforme, encontrándo a T/n, sorprendiéndome por la mirada en su rostro lleno desesperación o angustia. Volví a arrodillarme esta vez tomando su mano.

Shinobu : todo va a estar bien -dije en un intento porque no sé alterará, había perdido mucha sangre, estaba consciente por la adrenalina y no duraría consciente mucho más tiempo y si su cuerpo se tensa demaciado por el estrés seria problemático para nosotros-

T/n negó, volteando a ver a los alumnos y de nuevo a mí.

¿No le importaba su salud? ¿Le importaban ellos?

Shinobu : no pueden venir con nosotros- volvió a negar jalando de nuevo de mi uniforme como si suplicara-

...como si suplicara...

Hace casi cuatro meses había hecho heridas en mí que hubieran matado a cualquiera y, me había dado un discurso digno de político corrupto. Ahora casi 4 meses después, esa misma persona estaba llorando a mis pies quizás por primera vez frente a mí sujetando mi uniforme, suplicandome para que llevara a gente que ni siquiera conocía a la sede ¿porque?

No sabía que había pasado antes de que yo llegara, pero por sus heridas llevaba bastante tiempo dentro del edificio.

Shinobu : cura tus heridas -me acerqué de nuevo- concéntrate en ti, queria deshacerme de ti lo admito, pero...- no debí decir eso- te pido perdón por eso, quería darte una lección - no eso no. No supe cómo continuar, solte un suspiro una vez más, encontrando mi mirada con la suya que se veía aterrada y perdida- llevenlos a la sede con ustedes- ordene desviando la mirada, sintiendo que el agarre de T/n se desvanecía- curen sus heridas, yo curaré las mías no se preocupen puedo encargarme- cerre los ojos volviendo a irme, dándoles la espalda alejándome con cuidado-

Me alejé del lugar saludando a los kakushi con pequeños movimientos de la cabeza, hasta perderme en una esquina dejándome caer enterrando la cabeza entre mis piernas, apretando la lengua con los dientes comenzando a llorar apoyando la punta de mis dedos en mi pie lastimado. Aunque era lo que menos me dolía en esos momentos.