Mi Vida {Shinobu Y Tu}

十九

"La visión de otros en la del pasado"

No lo entendía, simplemente no lo entendía ¿que debo entender? ¿que debo hacer?

Volvi a salir, no alcanzaba la ventana. Corri por el pasillo desolado, viendo al primer piso aún más inundado, acompañado de espejos al rededor en los que se reflejaba la gente alrededor.

¿Por qué se inunda el lugar?

Recuerdo gritos, unas cuantas burbujas, unas sombras al rededor y la luz desvanecerse. Jabía unas manos frente ¿Eran las mías?

no lo sé, no lo recuerdo.

Sentía como el aire comenzaba a faltarme, como si el aire ya no entrara a mis pulmones, quiero salir pero no hay puertas, las ventanas ahora son espejos, no hay a dónde ir, no hay cómo salir.

Sentía mucho cansancio.

Me deje caer de rodillas intentando respirar, tragando saliva para hidratar mi garganta, pero solo parecía empeorar todo.

-oye!- escuche detrás de mi-

Levante la cabeza encontrándome a la directora, al voltear a los espejos de la pared.

- ¿Qué haces aquí? ¿Quieres que todos te vean así? ¿Cómo esperas que alguien te respete si lo único que haces es tirarte al piso a llorar?-

Su voz era potente y cargada de autoridad.... algo no está bien.

- ven rápido, el futuro de la academia depende de ti!-me dio la espalda- ¡T/N!- volvio a gritar más fuerte estremesioendo mi espalda-

¿La conocía? Si, pero no confío en ella.

Ya no, confío en ella.

Me levanté con mucho cuidado sin que ella dejara de verme, se veía tan grande incluso cuando estaba de pie, parecía de alguna forma haberse hecho más grande, al mismo tiempo que una voz muy lejana resonaba en mi cabeza, haciendo que doliera como si alguien apretara con un anillo mi cerebro.

-T/N!- volvió a gritar-

Quería salir corriendo, algo me dolía en el pecho me duele, pero no había heridas ni nada físico, pero mi pecho, duele.

Esto también lo recuerdo, pero el sentimiento es completamente diferente.

Volvió a gritar.

Quiero correr.

Pero me quedé.

T/n: si- resonó como un eco en las paredes-

Voltee a un lado ¿encontrándome? En el espejo, pero era diferente, muy diferente.

Más grande, con una postura rígida, mirada cerrada y ni un pelo despeinado.

Era como Honne-sama.

¿Honne-sama?

No, es Tatamae-sama ¿porque?

Algo falta.

- ¿¡qué estás esperando!?- se dio la vuelta- ven conmigo, ya los superaste a ellos, ven, no tienes a dónde ir ¿No era esto lo que más querías?

Me acerqué, comenzando a caminar hasta una puerta en el piso, ella bajó por unos escalones que rechinaron hasta que fueron remplazados por un chapoteo, me asomé. Todo estaba inundado, ya no había espejos, solo el agua que le llegaba hasta el cuello.