Más Humano // Ramón Arellano Félix

Capítulo 8

Ramón

— ¿Que tal mi cuñada? — pregunte a Alex mientras se acercaba a mi.

— Bastante amable y la bebé es todo un amor — suspiro al recordarla.

— Ey, te vi cuando la cargaste —

— Siempre me han agradado los niños — se encogió de hombros.

— A mi no mucho, a excepción de la Ruth claro — dije mientras bebía de mi vaso.

Se rio de lo sincero que podia ser la mayor parte del tiempo.

— Mira, ahi esta Dina — se alegró al ver a mi hermana.

— Eyy, llegó tarde —

Alex se levantó y fue a saludarla.

Yo me quede sentado hasta que Benjamin nos llamo para hablar de algo.

~~~

— Deberíamos vernos más — sugerí.

— Yo quiero eso, pero entre el trabajo y la escuela te juro que no encuentro tregua —

Suspire.

— Te prometo que trataré de estar más libre — se paro de puntas y me beso.

Solté mi cigarro y le correspondí el beso tomándola de la cintura y acercándola a mi. Estuvimos un momento así hasta que un claxon se escuchó.

— Ese debe ser mi chofer — ambos volteamos pero lo que vi no me agrado.

Y a Alex tampoco porque se le borró la sonrisa.

— ¡Alexandra! — un vato bajo de la camioneta — ¿que haces aquí? Vámonos —

— Emilio — Alex se soltó de mi y se dirigió a la camioneta pero yo la seguí — si literalmente no quieres morir modera tu tono de voz — susurro.

– ¿Que pedo? ¿Quien eres tú? — pregunte.

— Soy su hermano, y si no te quieres meter en problemas mejor vámonos — se dirigió a Alex.

— Ey ey ey — me iba a poner al tiro con el pero Alex me detuvo.

— Tranquilo ¿si? — se giró hacia mi — me debo ir pero yo te busco — la mire nada convencido.

— Aguas — mire a su hermano.

Los dos se subieron a la camioneta mientras discutían sobre algo que no alcancé a escuchar.

— El pedo de andar con morritas fresas hermano — llegó mi hermano Pancho.

~~~

Había pasado bastante tiempo desde la ultima vez que tuve contacto con Alexa, y fue entonces que me di cuenta que no sabía mucho de ella más que lo que se sabía de su familia en la ciudad.

E & A era la compañía farmacéutica que si familia tenía, ella y su hermano tendrían profesiones que ayudarán a mantener el negocio y respecto a su padre el tenía algunos proyectos no muy lícitos.

Emilio Echegaray era uno de los tantos juniors que se veían en la ciudad, me parece que si no hubiese estado tan drogado en las fiestas me habría acordado de él cuando vi la última vez a Alex.

Me gustaba Alexandra Echegaray de eso no tenía duda pero era obvio el futuro tan diferencia que teníamos, en realidad no entendía porque el destino hizo que cruzáramos nuestras vidas con lo distintos que éramos.

~~~

Otro fin de semana significaba otra peda en el Roxanne, no me quejaba. Desde que sacamos a los Sinaloenses de aquí todo marchaba bien, hubo riñas pero esos perros entendieron que aquí no entraban sin pagar su impuesto.

Volví a probar del crack que los gringos nos dejaron, la mayor parte del tiempo me hacía sentir bien y relajado. Por un momento los pedos del negocio se hacían a un lado.

— Mira Mon, las bellezas que me encontré — llegó Ponchó con un grupo de morras.

— Ora pues, pásenle — yo seguía en lo mío.

— ¿Quieres? — pregunto una de ellas.

— Nel, adelante —

En algún momento comencé a perder la noción del tiempo, solo veía luces, escuchaba la música y voces distorsionadas y entonces me vi con una chica sentada sobre mi.

— No, espérate. — traté de apartarla.

— ¿Es por Alexa? — la traté de enfocar.

— Quítate. Tu que sabes — me moleste y traté de quitarla.

— Te debe estar engañando, por eso ya ni te mira — sonrió mientras se quitaba de encima mío.

Eso me hizo hervir de celos, era cierto que ya no la había visto y las llamadas eran una o dos veces por semana, pero Alex no era así, ¿o si?

Pero algo en mi dudo, dudo tanto que me hizo tomar a la peli negra frente a mi y estampar mi boca con la suya, mientras la besaba solo me repetía que era lo justo, porque Alexa me había hecho lo mismo.

Si, una por otra ¿no?

~~~

Desperté con un dolor de cabeza que me estaba martillando, al abrir los ojos desperté en una habitación que no conocía y para colmo de males había una morra junto a mi.

— ¿Ya despertaste dormilón? — me sonrió.

— ¿Y tu quien eres o que? — me levante en chinga.

— Eso no importa, solo fue una noche ¿no? — también se levantó.

— Ey, ahí nos vemos — salí del cuarto para darme cuenta que estaba en un hotel del centro.

Maldita sea, ¿que había pasado?

Afuera vi a uno de los hombres que trabajaban para nosotros, me subí al carro en el que creo yo llegamos y me jale para la casa.

No estaba seguro de nada de lo que había pasado anoche pero si algo si tenía en mente era que Alex no podía saberlo.

Carajo, carajo, carajo.

~~~