Las margaritas ✿

✿_Tranquilidad_✿

Eran las 08:37 en la casa en la que vivían las provincias argentinas, las cuales habían tenido paro docente por eso mismo las 23 se encontraban en casa. Corrientes al haber terminado su su desayuno fue a la había en la que dormía junto con sus 22 hermanos para poder agarrar su pastilla para la ansiedad, se supone que solo debe de tomar media pastilla pero ahora mismo iban a ir al pueblo a jugar y algunos a trabajar, le daba miedo eso por lo que en vez de tomar media pastilla como debía ser, se tomó cuatro pastillas a la vez

Salta:—¡Correntino, apúrese que sino nos vamos sin usted!—

El correntino agarro su bolso y salió rápidamente de la habitación para ir con sus hermanos hasta el pueblo. La verdad cada uno iba con su grupo, algunos caminaban más atrás y otros más adelante, algunos corrían pequeñas carreras y otros simplemente observaban, pero nunca se abandonaban, si uno se quedaba más atrás los demás lo esperaban y haci hasta que llegaron al pueblo

Provincias como Salta, Buenos Aires, Santiago Del Estero etc se iban a trabajar, pescando, vendiendo algunas cosas, lustrado zapatos, cocinando para algunos pequeños negocios o cociendo con las damas pues dudaban de que Argentina vuelva pronto, seguro iba a tardar entre dos y tres meses en volver con sus provincias

En cambio las provincias más chicas eran las que se iban a jugar por el pueblo; entre estás, estaban Corrientes, Entre Ríos y Chaco los cuales estaban caminando por el pueblo. En eso vieron una tienda de cuchillos, carbón, leña, parrillas etc, las cosas básicas para hacer un asado, las provincias interesadas entraron al lugar, aunque Chaco había notado algo, Corrientes estaba más tranquilo de lo normal

Entre Ríos:—¡Mira, chaque! Este cuchillo es más lindo...exelente para hacer un asado—

Entre Ríos estaba fascinado con un cuchillo, que ante sus ojos era el más hermoso de todos

Chaco:—Wow... Está re lindo jaja—

En lo que las tres provincias admiraban el cuchillo llegó en vendedor

—Hola, pequeños ¿Quieren ese cuchillo?—

Chaco:—Hola señor, umm la verdad si lo queríamos...pero no tenemos dinero para comprarlo—

—Eso no es problema, su padre suele venir a comprarme cosas, puedo mezclar la plata del cuchillo con la de la parrilla que me compro y haci no sé va a dar cuenta—

Las provincias se miraron entre sí, era un buen plan, por lo que aceptaron y se llevaron el cuchillo. Salieron del local felices y haci seguir paseando por el pueblo

Chaco y Corrientes habían entrado a un kiosco mientras Entre Ríos se quedó afuera, aún admirando su nuevo cuchillo

En eso escuchó un parde quejas provenientes de un callejón no dudo en ir a chusmear lo que pasaba, haci que asomo su cabecita para ver

—¿¡Sabes que!?  ¡Tu eres un inútil! ¡No deberías haber nacido! ¡Haci mi vida sería más fácil y linda!—

Escucho el entrerriano, también escucho como empezaban a golpear a alguien hay fue cuando el entro en el callejón

Entre Ríos:—¡Hey pete!¿Que verga te pasa?¿¡Acaso crees que por golpear a alguien te vas a hacer más machito!?

—Tu no te metas, provincia de cuarta—

El entrerriano se tiró arriba del niño para empezar a golpearlo, lo malo fue que el otro niño descubrió que Entre Ríos tenía en cuchillo en el cinturón por lo que se lo saco para defenderse

Después de un rato de pelea, el otro niño, sin querer...le hizo un corte a Entre Ríos en el ojo, casi le clava el cuchillo en el ojo, por suerte Chaco y Corrientes que estaban buscando al entrerriano corrieron hacia Entre Ríos y los separaron justo a tiempo, igualmente el filo del cuchillo corto el ojo de Entre Ríos

Chaco:—¡Ríos!—

El chaqueño dejo al otro niño y fue corriendo hacia Entré Ríos muy nervioso mientras Corrientes miro a los dos niños que inmediatamente se fueron del lugar

Corrientes:—Tranca chaque, va a estar bien—

Aseguro con toda la tranquilidad del mundo, viendo como Entre Ríos se desmayaba por toda la sangre que salía de el, en eso Corrientes alzó a Entre Ríos en su espalda y caminando tranquilo fue hacia una salita -hospital para niños- a qué atendieran a Entre Ríos

Chaco miro extrañado a Corrientes, pues si hermano se estaba desangrando en su hombro y el estaba de lo más tranquilo

Chaco:—¡Corrientes, nuestro hermano está desmayado y sangrado! ¿¡Cómo podés estar tan tranquilo!?—

Corrientes:—Si, si, entra al kiosco devuelta y cómprame un juguito baggio, ¿Si?— 

Chaco:—¡Pero Corrientes!¿¡No entendés que nuestro herm-!?—

El correntino le tapo la boca al chaqueño

Corrientes:—Si no querías entrar solo tenias que decirlo—

El correntino entro al kiosco aún con Entre Ríos en la espalda

—Chico...umm ¿El joven que lleva en su espalda se encuentra bien?—

Dijo la kiosquera algo asustada

Corriente:—¿Entre Ríos? Si, está bien, no es nada grave. ¿Me da tres chupetines, por favor?—

Compro tres chupetines porque si compraba un jugo baggio no le podía comprar nada a sus hermanos

Corrientes, Chaco y el moribundo de Entre Ríos siguieron su viaje hacia la salita que no quedaba tan lejos, pero la poca gente que pasaba al lado de ellos los miraba de reojo y algunos les preguntaban si necesitaban ayuda, a lo cual el correntino siempre decía que no

Al fin, llegaron a la salita y Corrientes fue con la recepcionista

Corrientes:—Hola, señorita. Quisiera saber si hay algún médico libre para atender a mi hermano, no le pasó nada grave, solo se cortó un "poquito"—

Ese corte al cual Corrientes decía que no era nada grave estaba quitándole mucha sangre a Entre Ríos por lo cual lo llevaron a una sala lo más rápido posible para atenderlo

Chaco:—Sigo sin entender...¿Cómo estás tan calmado?—

Corrientes:—Ah nada, es que me tomé cuatro pastillas para la ansiedad a la vez, nada de que preocuparse—

Chaco:—¡Pero que hijo de pvta!—

No sé que hice, pero me gustó 👍
(⁠´⁠∩⁠｡⁠•⁠ ⁠ᵕ⁠ ⁠•⁠｡⁠∩⁠'⁠)🥟

1025 palabras
07/07/23