8-Empieza el fin (parte 1)-

91 6 0
                                    

Narra ____:

Y ahí estaba ella, plantada frente a mi, tal y como la recordaba la última vez que la vi con mi cuerpo controlado. No lo pude evitar y cerré el espacio que nos quedaba formando un abrazo.

—Gracias por encontrarme.—susurré y apreté más fuerte su cuerpo.

Las lágrimas empezaron a recorrer mi rostro mientras la abrazaba.

Malditos sentimientos, hacen que mi tripa esté hecha un nudo y que mi cabeza no sepa nada. Las lágrimas salían de mis ojos y no podía hacer nada para evitarlo.

De repente Sarada se alejó y me miró a la cara. Sabía que estaba fijándose en que estaba llorando, y un sentimiento de impotencia pasó por mi cabeza. No podía hacer nada para dejar de llorar, y, lo peor de todo es que lo estaba haciendo frente a la chica que me gustaba.

—¿Por qué?—me preguntó tajante.

—¿Por qué qué?—cuestioné mirando a sus ojos y noté cómo ésta se ponía nerviosa.

—¿Por qué a veces eres de una manera y otras veces de otra?

Y ahí estaba esa pregunta, una que no quería contestar, tenía miedo de que en cuanto lo supiera me mirara con diferentes ojos, de que no le gustara, de que me mandara a la mierda, o me dejara de hablar e hiciera como si yo no exisitiera.

—Cosas de la vida.—respondí—¿Qué tal todo?

Quería cambiar de tema, no quería hablar sobre ello, no con ella, tenía mucho miedo de su reacción.

—No, respóndeme o me voy.

Mierda, no me quedaba de otra. Armándome de valor empecé a contarle.

—Está bien, te lo explicaré. Cuando la piedra me golpeó la cabeza hace dos años afectó a mi cerebro. Y ahora tengo un alter ego creado, en el cual bueno, es lo contrario a mí, o como él dice mis deseos más ocultos.

Hice una pausa por si quería que dejara de contarle, sin embargo no dijo nada así que proseguí.

—Y, no sé cómo pero consigue el control de mi cuerpo. Y cuando él tiene el control yo soy consciente de lo que hace pero no puedo intervenir. Sin embargo tiene un problema, y, es que se cansa rápido cuando no tiene sangre de por medio. Cuando se cansa el control vuelve a mí.

Y entonces se hizo el silencio.

Sarada impactada no reaccionaba, y yo ya me esperaba lo peor, que se fuera y me olvidara.

—Vámonos, necesito tiempo para pensar en todo esto que me has dicho.—dijo la chica que me atraía.

Empezó a andar y la seguí. Al poco tiempo estábamos ya otra vez con todos.

El reencuentro fue en contra de todo lo que me esperaba, pensé que serían fríos conmigo y me odiarían por todo lo que había hecho. Sin embargo, nada más llegar Boruto vino a abrazarme y Kakashi me sonrió como siempre.

Al cabo de unos minutos estábamos yendo de vuelta a casa. Supongo que después de todo, les importaba.

El viaje fue largo y tuvimos q pasar un par de noches en hostales que había por el camino. A decir verdad, me daba viejos recuerdos quedarnos a dormir fuera de la villa. A su vez también tuve mucho tiempo para hablar con todos ellos, y a pesar de todo lo malo q cometió mi otro yo, muchas de las personas lo desconocían así que estaba libre de estar por Konoha sin que alguien me dijera algo.

Volví a mi amistad con Sarada y Boruto aunque como la mayor parte del tiempo, Sarada y yo íbamos aparte, a escasos metros detrás de Boruto y Kakashi.

La amistad (Libro 2) {COMPLETADA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora