Otro nuevo día, creo que ya no hay necesidad de decir que Vegetta no se encontraba con Rubius, y seamos empaticos, no le vamos a colocar etiqueta de malo a Vegetta, pues aunque sea ahora un padre ausente, el por una parte desea estar con su pequeño hibrido.
Le daba miedo que estuviera a cuidado de Rubius, sí, era su madre, pero dudaba mucho de lo que hacía con el, simplemente no le cuadraba la idea de Rubius cuidando a un bebé.
Pero bien, él no podía hacer nada si no se encontraba presente.
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Rubius se encontraba haciendo el desayuno y preparando algunas colaciones, pues hoy era el día, nuevamente se iba a encontrar con Quackity cómo en aquellos días solo que, ahora con un pequeño osito acompañándolos.
Spreen se le veía algo inquieto pues le emocionaba la idea de convivir con aquel patito, espero con muchas ansias ese fin se semana.
Al terminar de preparar toda la comida, Rubius procedió a servir en un pequeño plato el desayuno para el pequeño.
Ya ambos estaban listos, lo ultimo que tenían por hacer era tomar un desayuno, ya se les hacía tarde, entonces Rubius comió de prisa ya para alistar las cosas , mientras que dejo tranquilo a Spreen pues tampoco le diría al pequeño hibrido que comiera rápido..
Ya solo se les vio a ambos salir de aquel castillo en destino a la casa de Rubius. Al ir tarde Rubius solo cargo a a su pequeño de caballito y trato de ir a un paso rápido, pues siendo sincero, también extrañaba a aquel patito.
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No pasó mucho para que llegaran a la casa de Rubén en donde se iban a encontrar, era temprano aún, el sol iluminaba de una forma hermosa la casa junto con los árboles de cerezos.
Ya que iba a abrir la casa para que ambos tomaran un descanso, entre los árboles de veía aquel hibrido de pato, llevaba una mochila con él pues al parecer también tenía cosas preparadas por hacer.
- RUBIAAAA!! -se le vio alzando la mano para distinguirse entre tanto árboles.
- Mhm.. - este solo giro su cabeza a donde se escuchaba aquel grito. - Quackity! Que tal, tío? - diría en voz alta junto con una sonrisa marcada.
- QUACKII!! - gritaría un pequeño emocionado al ver a ese hibrido de pato.
- Spreen!! cómo está este osito? - mencionaba con un tono simpático mientras se agachaba a la altura del pequeño Spreen.
- Muy bien porque estás aquí!! - Spreen en un intento de darle un abrazo se lanzo a éste así tirando a ambos.
Éstos dos solo procedieron a reírse por la acción del pequeño.
- Dios mío, Spreen, ten cuidado.. - mencionó Rubius mientras se dirigió a estos dos para poder levantar a Spreen.
- Déjalo Rubiaa!! Estamos jugando!
- No, no, se puede lastimar, Quackity.. - hablo Rubius en un tono serio, sabía que si le pasaba algo a Spreen, no la contaria. - No te puedes llevar así con el Spreen. - Rubius cargo al pequeño hibrido para.
- Mamii!! Déjame estar con patito!!! - gritaba Spreen, así mismo sacudiendose para que Rubius lo soltara y lo dejará ir con Quackity.
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¿En qué momento..? | Rubckity
FanfictionEsta vez nos concentramos en el mundo de Karmaland, donde Rubius había quedado plenamente enamorado de aquel hombre de ojos violeta, pero.. puede que hayan cometido ambos un error del cual uno de estos se arrepienta de sus acciones.. Y del otro lado...