Dia 1: Perfecta

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Amor a primera vista. 




No había muchas cosas que impresionaran a Sasuke, como un brillante cazatalentos de una importante marca de accesorios deportivos, en realidad estaba acostumbrado a ver a increíbles prodigios desarrollarse en cualquier ámbito deportivo.

Su trabajo le ayudaba a conocer a mucha gente. Aunque no fuera particularmente capaz de entablar relaciones personales con los demás, esa característica lo hacía el mejor del equipo de cazatalentos, pues llamar la atención de Sasuke Uchiha era difícil y perderlo resultaba muy sencillo.

El viaje de doce horas a la ciudad de París, Francia fue más cansado de lo habitual, la jaqueca sólo disminuyó un poco después de intentar dormir un poco, pero aquel bebé no dejó de llorar durante todo el vuelo. No podía culparle, incluso él estaba incómodo dentro del avión y podía imaginar lo que debió ser para la pequeña criatura un vuelo tan largo.

Tenía escasas cinco horas para llegar al hotel, darse una ducha rápida y emprender el camino hacia el evento anual de gimnasia, donde saldría la persona indicada que representaría al país en los juegos olímpicos.

Le habían hablado de un atleta bastante brillante, la favorita para obtener dicha meta y por eso estaba ahí, para analizar si valdría la pena representarla. La marca donde laboraba es exclusiva y solo se permite añadir a sus filas a personas realmente valiosas.

Por suerte, el café le ayudó a relajarse un poco, y el agua caliente de la ducha fue lo último que necesitó para sentirse listo. El taxi ya estaba esperándolo abajo por lo que, en veinte minutos llegó a la sede de dicho evento, un gimnasio al sur de la ciudad.

Una vez dentro, tomó el asiento correspondiente en medio de los demás espectadores, sacó una libreta y se colocó los anteojos para ver mejor; no es que tuviera un serio problema de miopía pero a la edad de casi treinta años ya requería cuidarse la vista y no esforzarse de más.

Presenció a las primeras siete competidoras sin emoción alguna; brillantes y disciplinadas pero nada que atrapará su atención. Sus rutinas le parecieron incluso un tanto aburridas y monótonas, parecían ansiosas por la perfección que al final resultaban tan simples que, al menos para él, pasaron desapercibidas.

Un bostezo que no pudo contener mientras las demás personas aplaudían emocionadas, le indicó que la taza de café no fue suficiente para despertarlo en su totalidad. Miró su reloj en la mano izquierda y se percató que había transcurrido una hora ahí sentado, sin encontrar a la persona que la marca requería.

Escuchó que anunciaron a la siguiente competidora. Se quitó los lentes un momento para limpiarlos mientras escuchaba por los altavoces que la canción que dicha atleta tendría de fondo para su presentación era "Perfect" de Ed Sheran.

«¿Acaso puede ser más cursi?», pensó al colocarse los lentes para verla. Las demás habían elegido canciones más enérgicas para sus presentaciones y ella había elegido una melodía lenta y, a su parecer, aburrida.

La chica en cuestión vestía un traje lila con brillantes y su cabello largo estaba peinado en un moño alto, el cual brillo en un azulado cuando la luz blanca la iluminó. Ella comenzó a mover su cuerpo al ritmo suave de la música. Su presentación avanzó con los ejercicios rutinarios pero ella los ejecutaba de forma elegante y suave, una manera que le resultó hipnótica.

31 días con ellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora