Un amor que simplemente no puede ser expresado en palabras
El despertar no siempre es nuestro mejor momento del día y Hinata lo sabe muy bien. Por las mañanas, el aliento matutino no es algo muy agradable, junto con el cabello enredado y el rostro totalmente pálido, son un conjunto de situaciones que nadie tiene el derecho de observar ya que es algo muy personal.
Aunque lo peor de despertar, al menos en esa mañana de julio, es tener que despedirse de un sueño satisfactorio. Es más que evidente que se trató solo de un sueño, es imposible que ella y Sasuke hubieran terminado acostándose hasta acabar la dosis de preservativos que Hinata juntó dentro de su bolso con el pasar del tiempo sin actividad sexual.
No, es algo totalmente imposible.
Aunque los rayos del sol la incomodaban, ella no abrió los ojos ya que quiere seguir recordando ese bello sueño y quizá, con un poco de suerte, si vuelve a dormirse pueda repetirlo.
—Buenos días —escuchó y ante esa voz, ella abrió los ojos, asustada al identificar de quién se trataba.
Sasuke por su parte se levantó temprano, un poco más de lo usual. Estuvo por varios minutos debajo de la regadera, con los ojos cerrados, disfrutando del baño e intentando no pensar mucho en lo sucedido. En el fondo, sabía que involucrarse sexualmente con ella es un gran problema; bien dicen que no se debe involucrar los negocios con el placer, aunque estuviera de vacaciones. Mientras bebía de su segunda taza de café, observa como Hinata se incorpora poco a poco.
Por su parte, Hinata cerró los ojos e intentó pensar en una solución a su gran problema ¿Qué pensaría Sasuke de su aspecto? Hanabi siempre le ha dicho que por las mañanas tiene el aspecto de una bruja y no de una delicada damisela que desea que el beso del primer amor la despierte de un sueño profundo.
—Buenos días —respondió e inmediatamente se cubrió con la sábana, solo dejando al descubierto sus ojos.
— ¿Qué sucede? ¿Estás bien?
—S-si, e-es solo que necesito ir al baño —dijo, poniéndose de pie con dificultad al estar envuelta en la sabana.
Sasuke sonrió al verla caminar con dificultad hasta el baño, le pareció ridículo y tierno a la vez su actitud. ¿Qué pensaría Hinata si le dijera que la escuchó roncar e incluso la vio babear un poco? Seguramente correría lo más lejos posible de él por la vergüenza. Pero a él, simplemente le pareció una mujer perfecta. Ha despertado con algunas mujeres pero nunca prestó atención a esos detalles tan íntimos, simplemente se vestía y se marchaba en silencio. Con Hinata, no podía hacer eso ya que tienen un pacto de amistad.
Una vez que Hinata consideró que su aspecto estaba impecable, salió del baño. Su vestido ya estaba totalmente seco, su cabello un poco húmedo y su rostro ligeramente maquillado. Nadie pensaría que había pasado la noche con un chico haciendo cosas más interesantes que solo conversar.
—Te despertaste muy temprano —dijo, sentándose frente a Sasuke, quien tenía un aspecto más radiante que días anteriores.
—Solo un poco. Ordené una taza de café con leche y una de estas cosas que tanto te gusta —le dijo, indicando con la mirada el desayuno.
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31 días con ella
Fiksi Penggemar¿Qué ocultan los misterios del amor entre las calles de París? Sasuke nunca antes se preguntó nada tan cursi, hasta que la conoció y convivió 31 días con ella. Historia dedicada al mes Sasuhina 2023. Historia totalmente de mi autoria.