Capitulo 2

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El exquisito aroma se le había quedado impregnando en la nariz, incluso podía percibirlo entre el tumulto de olores que había dentro del lugar. Alfas en celo, omegas buscando alfas adinerados, secretando sus hormonas más atrayentes, y aun así lo tenía presente.

A Zee no se le olvidaba fácilmente el aroma de alguien, y menos alguien tan particular como ese hermoso omega, de cabello negro, que se cruzó en la puerta del baño, aunque se dio cuenta tenía algo más mezclado a su fascinante aroma. Era muy dulce y como si estuviera alterado, pero no sabía qué era. No fue solamente sus ojos verdes esmeraldas lo que los cautivaron, no, también su cabello largo y sus piernas.

Las luces seguían centelleantes, la gente seguía bebiendo, charlando y el mundo seguía girando, aunque afuera una tormenta invernal se estuviera por desatar, dentro nada afectaba. Zee pensó en todos los omegas ahí presentes en esa fecha tan especial y sintió tristeza en su corazón ¿Hasta qué punto la necesidad influirá en sus decisiones? ¿Eran libres de decidir siquiera por ellos mismos el estar ahí? Dudaba.

Estaban los tres amigos en el mismo lugar desde que había llegado, cubiertos por las luces opacas. Tutor miraba con deleite una omega con prácticamente nada de ropa, una copa en la mano y los ojos cielos dilatados. Max hablaba con el beta barman y pedía otra ronda.

—Ya has visto alguna presa Zee-Zee —murmuró él alfa pelinegro. No era una pregunta, sino una afirmación. Su camisa con saco oscuro abierto dejaba a la vista parte de su pecho, justo donde la camisa estaba abierta un par de botones.

Zee gruñó en dirección a su amigo. —No son presas, Max —le echó una mirada filosa, dejando su trago sobre la barra. Odiaba que alguien se dirigiera de esa manera hacia los omegas, odiaba.

—Lo sé, lo sé. Lo he dicho a propósito —se apuró a aclarar, levantando las manos y excusándose de todo. Zee desvió la mirada y volvió a su vaso. Paseó su vista por el lugar.

—¿Quién es? —Preguntó Tutor divertido, completamente ajeno al intercambio de los alfas.

—¿Quién es qué cosa? —Intentó no sonar agresivo, pero aparentemente así fue porque su rubio amigo se sorprendió por instante.

A lo lejos, una omega era llevada prácticamente a las rastras por un joven alfa. Zee no le daba más de 16 años, seguramente era su primer celo. Sintió pena por ella, pues los primeros celos de los alfas eran bastante agresivos.

—El o la omega que estás buscando —dijo, y lo miró con burla como si lo hubiera descubierto haciendo algo indebido. Zee por un instante se sintió así, esto no le gustaba y sentía que no iba a salir del todo bien.

—No es así Tutor —mintió—. No estoy buscando a nadie —le dio un trago largo a su bebida amarga. No era cierto, desde que se sentó busco con la vista al dulce omega. No sabía que quería, pero quería verlo. Necesitaba hacerlo.

En su pecho un ligero rumor.

Los minutos pasaban y el primero en desaparecer en una de las habitaciones privadas con una omega hermosa, alta y de cabello largo y oscuro, fue Tutor. Zee y Max rieron y negaron con la cabeza. Su amigo, el rubio teñido como solían decirle, les hizo una mueca divertida antes de desaparecer.

—Vamos Zee —lo animó Max, mirándolo divertido y con evidente bastante alcohol en su sangre, mientras meneaba la cintura al suave ritmo de la música —Es tu cumpleaños, no todos los días se cumplen 25 años.

—Ya lo sé, ya lo sé. Es que —hizo un sonido de exasperación. —No lo sé. No me siento cómodo, es todo esto. Yo...

—Tú tienes que conseguir un buen omega que te quite el mal humor. Por ahí quién dice, conoces el amor de tu vida —le guiñó un ojo y bebió el resto de lo que tenía, ya levantando la mano y llamando al barman.

Burdel | ZeeNuNewDonde viven las historias. Descúbrelo ahora