Diversos One-Shot's de personajes de la maravillosa película "Spider-Man Across the Spider-Verse"
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Miles se rió entre dientes mientras sus pulgares continuaban haciendo clic en su controlador, las maldiciones ocasionalmente salían de sus labios mientras disparaba a algo en el televisor. Estabas apoyada en su regazo mientras tocabas sus brazos envueltos alrededor de tu cintura mientras ajustabas tu posición en su muslo de vez en cuando.
-Bueno, Miles, lo sé. Soy mucho más fuerte que tú- Presumiste con orgullo, el sonido de la dudosa burla de tu novio llenando tus oídos. Te escuchó hacer un puchero en respuesta, así que bajó el control y dejó que su personaje corriera libremente mientras te daba la vuelta, su rostro se encontró con el suyo mientras la ubicación de su mano se reubicaba en la parte inferior de tus muslos.
-Te amo y todo eso- comenzó Miles, y prácticamente podías ver la risa en su voz -pero no eres más fuerte que yo, mami, creo que ambos lo sabemos-
-Sí, lo soy.- Insististe -¿Has visto mis piernas?-
Miles te dice con una carcajada, apretando la suave piel de tu muslo que sostenía -No, eh, no solo estamos hablando de piernas, me refiero a todo-
-Pero como insistes en que eres más fuerte que yo... vamos a ir al gimnasio. Tú y yo.-
Tus ojos se abrieron, la comprensión de tu situación te golpeó como un tren. Incómoda, y también sin dudas, te deslizaste del regazo de Miles y pusiste tus manos sobre tu estómago, con la cara hinchada -No puedo ir. Estoy enferma-
-Bae, sabes que no estás enferma- Miles resopló mientras se ponía de pie, con los ojos puestos en ti cuidadosamente. El brillo en sus ojos te dijo que no aceptaría un no por respuesta, por lo que suspiraste y echaste la cabeza hacia atrás ante tu destino, revolcándote en los cajones para encontrar ropa deportiva que ponerte.
Miles ya estaba vestido para la ocasión, vestido con una camiseta blanca de compresión y pantalones cortos de baloncesto. Se recostó en tu cama hasta que encontraste un par de zapatillas Nike profesionales y una camiseta de Lululemon que te compró hace un tiempo. Tu rostro brilló de vergüenza cuando Miles vio que la etiqueta todavía estaba en él.
-Bebé, ¿quieres decirme que me hiciste comprar esa mierda fea solo para que no la usaras? Oh, no, vas a empezar a hacer ejercicio conmigo ahora- Él levantó una ceja hacia ti, y le diste una risita,
-¡No es fea! Y hacer ejercicio con otras personas me pone ansiosa, siempre están mirando- Te encogiste de hombros y te quitaste un par de pantalones cortos de Miles que se acumularon alrededor de tus tobillos. Saliendo de ellos, saltaste para ponerte tus Nike pros, haciendo reír a Miles. Frunces el ceño
