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Maratón II

Para la segunda cita se reunieron en el café tal como habían acordado de antemano. Jimin vestía un atuendo cómodo después de haber realizado una larga contemplación al respecto, y Jungkook también vestía casualmente una elegante pero informal camisa de punto y jeans. Se sentía emocionado de ver si podían entenderse y lograr llevarse bien. Por supuesto, esa prenda de punto no era comparable con la suya a pesar de haber pasado horas eligiendo su atuendo. 
 
 
 
´Llevas una prenda de punto blanca, ¿por qué te puedes ver tan bien así?…´
 
 
 
El fino tejido de punto blanco adecuado para principios de verano reveló su figura de forma más evidente que una camiseta. Lo había pensado antes, aquellos músculos de su pecho no eran ninguna broma. ¿Por qué sus hombros se ven tan firmes? No lo sabía, pero estaba seguro de que debía ser por entrenamiento profesional. No puede verse tan así sin eso.
 
 
 
Jimin estaba avergonzado de su menudo físico, pero aún así estiró los hombros con orgullo y se dijo a sí mismo.
 
 
 
Soy un omega imponente. Ese alfa me invitó a salir primero
 
 
 
Afortunadamente, Jimin no tenía vergüenza alguna y Jungkook se comportaba amablemente con él. Era la primera vez que conocía a un alfa que tenía tan buenos modales.
 
  
—Es un placer y un honor volver a verte
 
 
 
Qué gran voz. Cada vez que escuchaba esa voz digna de un actor de doblaje, le dolía el corazón.
 
  
—Es un honor para mí
 
 
 
—Hoy, ¿cenarás conmigo? Me lo prometiste antes. Comerás conmigo
 
 
 
—Sí, por supuesto. Bueno, por cierto, el almuerzo… ¿A menudo te saltas las comidas?
 
 
 
Mientras hablaban por teléfono, recordó que no había comido, Jungkook asintió.
 
 
 
—Tengo mucho trabajo que hacer y mucho en mi mente. No es fácil para mí conseguir todas mis comidas dentro del día
 
 
 
—No puedes simplemente comer bocadillos sin comer arroz. ¿No estás tomando café y postre en lugar de arroz?
 
 
 
Jungkook abrió la boca por un momento con una cara muy seria y luego la cerró. Jimin negó con la cabeza de una manera que sabía que sucedería.
 
  
—Oh, yo no podría vivir así
 
 
 
Dejó la taza de café que sostenía. Hinchó el pecho con orgullo y se enfrentó a Jungkook.
 
 
 
—La oficina está a veinte minutos a pie de aquí, ¿no es así?
 
 
 
Jungkook asintió con la cabeza. La oficina de Keystil Leisure y Marutour donde trabaja Jimin no estaban lejos de donde estaban ellos en ese momento.
 
 
 
—Vamos a comer juntos. Prepararé el almuerzo para ti.
 
 
 
Jimin no reconoció la aguda antipatía que apareció en el rostro de Jungkook al escuchar eso. Jimin amablemente apretó la muñeca de Jungkook, no quería que sintiera que es una molestia para él.
 
 
 
—No te preocupes. Soy bastante bueno cocinando. Viví solo durante mucho tiempo. Te prepararé una deliciosa vianda todos los días.
Comamos juntos
 
 
 
Miraba fijamente hacia su muñeca atrapada, pero Jimin todavía pensaba que solo estaba abrumado por su ofrecimiento.
 
  
—Vivo solo de todos modos, así que me quedan muchos ingredientes.
Por favor, no lo rechaces
 
 
 
Tan pronto como sus ojos se iluminaron, Jungkook soltó su muñeca en silencio y sonrió.
 
 
 
—De hecho, tengo muchas citas de negocios, por lo que puede ser difícil almorzar juntos. Aunque las pequeñas manos de Jimin me preparen la vianda, me temo que nunca podré comerla por completo
 
  
—Ah…
 
 
 
Jimin se rascó la mejilla con torpeza. No lo había pensado. Sí, el director ejecutivo probablemente se reúna con mucha más gente que él durante el día.
 
 
 
—Pero me encantaría probar la vianda de Jimin en cualquier momento. Si no te importa ¿Podría preguntarte primero antes de hacerlo?
 
 
 
Impresionado por aquellas palabras, Jimin asintió rápidamente cinco veces seguidas. Disfrutando la idea de almorzar con él, no se dio cuenta de que Jungkook se estaba limpiando la muñeca con una servilleta debajo de la mesa.
 
 
 
Jungkook fue muy amigable con Jimin durante todo el día, y él disfrutaba estar con él. Su sonrisa de aspecto relajado, las manos grandes y rectas, el cuello de tortuga de tono claro y las prendas de punto limpias sin una mota se veían tan bien.
 
 
 
Era tan guapo… No, incluso pensó que él podría darle cualquier cosa a este atento alfa si él se la pidiera.
 
 
 
De hecho, era la primera vez que tenía una cita real como omega con un alfa. Los alfas que había conocido hasta ahora nunca lo habían tratado así.
 
 
 
—¿No le agrada el café?
 
 
 
En medio de la conversación, preguntó Jungkook. Frente a Jimin estaba un café Einspänner*, del que ni siquiera se comió la mitad de la crema batida. El menú más famoso del café se llamaba Einspänner y Jungkook lo había ordenado.
 
  
N/T*: Einspänner: café alemán con crema batida encima.
 
  
—No, está bien. Está delicioso.
 
 
 
—Si no se adapta a tu gusto, pediré uno nuevo. O el espresso compagnia* aquí también es bueno.. ¿Por qué no lo prueba?
 
  
N/T: Espresso compagnia: Café Árabe.
 
  
Rápidamente movió sus manos ante esas sugerencias.
 
 
 
—Oh, no tienes que ordenar. Ha pasado un buen tiempo desde que tomé café dulce, así que no me cae bien. Soy quisquilloso con la comida… de hecho, comer muchos dulces me da dolor de estómago.
 
 
 
Era cierto que comer muchos dulces lo enfermaba. No le dijo nada porque era un menú exclusivo y realmente no podía rechazar su recomendación. El café dulce no es bueno para la salud. No es solo que no le guste, sino que parece ya estar acostumbrado al sabor amargo del café, ya que solo bebe americano para ahorrar dinero.
 
 
 
El rostro de Jungkook se puso rígido y bajó la mano con la que intentaba llamar a un empleado.
 
 
 
—Oh, he ordenado lo que yo quería sin pensar en ti. Lo siento.
 
  
—Está bien. Sabe bien. En serio.
 
 
 
Jimin rápidamente le estrechó la mano porque su rostro se veía verdaderamente apenado. Jungkook sin embargo, ante tal gesto, se levantó de un salto de su asiento con una mirada de regaño en su rostro.
 
  
—Salgamos. Si no te importa ¿por qué no caminamos un poco?
Ayudará a la digestión
 
  
Pero cuando habló con Jimin, aquella amable expresión regresó. Jimin se puso de pie y lo siguió, sintiendo su rostro sonrojado.
 
 
 
Los dos caminaron larga y lentamente por un parque cercano. Jimin se sintió bien porque Jungkook le contó mucho sobre sí mismo. Jimin sintió un poco de empatía con el hecho de que también perdió a sus padres cuando era joven. Incluso sintió respeto por su abuela, la presidente de Keystil, que no le entregó fácilmente su propiedad a su nieto, sino que lo dejó hacer el trabajo en terreno primero.
 
  
—Nunca imaginé que hubiera una historia así
 
—Nunca se ha dicho en un escenario oficial. ¿No es vergonzoso? Un nieto que vive con su abuela
 
  
Él se rió y Jimin lo imitó.
 
 
 
El parque deslumbraba como el verano. El árbol de lagerstroemia tenía flores de color rosa oscuro en plena floración, y en la fuente se creaba un pequeño arco iris. Un perro que estaba paseando, vio a Jimin y corrió moviendo la cola, Jimin lo saludó agitando la mano.
 
 
 
Poco después de seguir caminando, apareció una pequeña cantina dentro del parque. Cuando Jungkook le dijo que descansaran, Jimin estuvo de acuerdo voluntariamente. Esta larga caminata se le hizo difícil debido a su ya débil fuerza física.
 
 
 
—¿Te gustaría algo de beber?
 
 
 
—Oh, creo que me gustaría un poco de té de seda de maíz o agua
 
 
 
Jungkook sacó café enlatado y té de seda de maíz.. Luego sacó la tarjeta y la entregó. De alguna manera, parecía extraño que sostuviera la tarjeta con su dedo índice y medio. Parecía… pedirle que prestara atención a la tarjeta. Es del mismo tamaño que una tarjeta normal, casi no tiene patrón, y el destello parece lujoso. Los ricos también usan algunas tarjetas inusuales, pensó Jimin.
 
  
—Son 2.900 wones
 
  
Jimin, quien recibió la botella, sonrió ampliamente y le dio las gracias.
La cara de Jungkook se veía un poco temblorosa, pero pensó que debía haberse confundido porque estaba cansado.
 
 
 
Los dos hombres con sus bebidas se sentaron uno al lado del otro en el banco frente a la cantina. Era verano y los insectos de la hierba estaban bastante enredados entre los árboles. Jimin de repente pensó que quería romper este breve silencio. No le resultaba incómodo, pero quería conversar más con él.
 
  
—¿Sabe qué, Sr. Jungkook?
 
  
La suave mirada de Jungkook se encontró con él.
 
 
 
—Cuando estás en peligro en las montañas, solo necesitas atar una bolsa de plástico al extremo de unas ramas para obtener agua. Especialmente debe elegir una rama de árbol donde dé mucha luz solar 
 
  
Jungkook pareció sorprendido.
 
 
 
—¿En serio? Es la primera vez que lo escucho.
 
 
 
—Todas las plantas tienen agua. Y la humedad se libera de la planta por el dorso de la hoja. ¿No es asombroso?
 
 
 
—Eso es interesante. Jimin, eres realmente asombroso. ¿Cómo sabes todo eso?
 
 
 
Todo lo que sabía se relacionaba al sentido común relacionado con los viajes, la exploración de áreas remotas y el manejo de situaciones de emergencia, pero él sabría mucho mejor sobre viajes porque era el director ejecutivo de Keystil Leisure. Así que mencionó el sentido común que conocía, y Jeon Jungkook lo miraba con una expresión de sincera admiración. Jimin estaba un poco conmovido ante eso.
 
 
 
—Bueno, en realidad es mi sueño explorar áreas remotas. No creo que pueda hacerlo porque soy débil
 
 
 
—Si es una expedición remota… ¿te refieres a atravesar zonas remotas como el desierto o el Amazonas?
 
 
 
—Sí, así es. En realidad, los términos —travesía o —tierra inexplorada son expresiones centradas en Occidente
 
 
 
—Ya veo. Tienes razón. Debes tener cuidado con esos términos
 
 
 
Jeon Jungkook sonriendo cálidamente, era tan hermoso como el sol de verano. Jimin lo pensó de repente. ¿Cómo se sentiría vivir con una cara así? ¿No sería agradable admirarse en el espejo todas las mañanas?
 
 
 
—El Sr. Jimin es muy valiente
 
 
 
Su voz irrumpió repentinamente en sus pensamientos, pero a Jimin no le molestó su invasión.
 
 
 
—Yo… yo solo soy débil, así que… no tendré que usar este tipo de sentido común de todos modos. Es imposible para mí hacer cosas como la exploración con un cuerpo como este
 
  
—No es así.
 
 
 
De alguna manera, la voz de Jeon Jungkook era tan segura que Jimin dejó de hablar.
 
  
—Escuche, Sr. Jimin.
 
 
 
Había poder en su voz. Con un encanto que te hace creer, o… ¿debería llamarla una sensación dominante?
 
 
 
—Si quieres hacer algo, dímelo. Entonces todo estará resuelto
 
  
Jimin lo miró y sin darse cuenta tragó saliva.
 
 
 
—Nada es imposible cuando estás conmigo. Recuerda ese hecho. Es la diferencia entre un alfa normal y yo.

99% Compatibles ♥︎ KMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora