𝙿𝚛𝚘𝚖𝚎𝚜𝚊 ᰔᩚ

5 | El Parque

✯❁[𝗖𝗮𝗽𝗶́𝘁𝘂𝗹𝗼 5: El parque]✯❁

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El día del paseo por el pueblo había llegado. Las niñas Kochou ya estaban listas esperando a sus demás amigos para por fin salir y comenzar su día.

Un carruaje se estacionó en el portón de la entrada a la casa de la familia Kochou y de ellos bajaron los respectivos hijos de la familia Tomioka con sus amigos.

Ambas niñas fueron corriendo hacia sus amigos, se saludaron y finalmente iban dar paso a su pequeña aventura.

— ¿Están listos?— preguntó la institutriz de Kanae, quien los acompañaría.

— ¡Sí!— dijeron todos juntos.

Los niños empezaron a subir a un enorme carruaje. Kanae, Giyu y Shinobu se sentaron en un lado y frente a ellos estaban Norie, Tsutako, Sabito y Makomo. El carruaje empezó andar, los niños miraban por las ventanas, tenían mucha ilusión por pasar ese momento juntos.

La institutriz miraba expectante a Giyu y Kanae, todo debido a que Giyu estaba sentado en medio de ambas Kochou.— Kanae, Giyu...— los mencionados la miraron y ella preguntó:— ¿Que les gustaría hacer en el futuro?

Los dos pequeños se asombraron mientras el resto de niños los observaban esperando sus respuestas.

—Supongo que lo que quiera o desea no podrá ser concedido sin que mi padre lo permita.— el primero en hablar fue el ojiazul.— pero si ellos me lo permitieran quisiera ser un samurai o escultor.

— Oh ya veo, eso suena interesante, ¿y tú mi niña Kanae?

— Bueno.. yo..— tartamudeaba viendo hacia bajo.— Sí quisiera casarme pero antes quisiera ser una profesora o enfermera.

La institutriz sonrió y tomó una de las manos de ambos niños. Después de aquello hizo algo que dejó boquiabiertos a los presentes, sobre todo a Shinobu. La mujer entrelazó la mano de Giyu con la de Kanae y dio una gran sonrisa.

—Algo fuerte dentro de mí me dice que ustedes están destinados. Su personalidad, su estatus, su educación, son unos niños increíblemente inteligentes y con compostura.— lo último dijo viendo de una forma extraña a Shinobu.— ¡Son el uno para el otro!

Giyu y Kanae no salían de su trance. Ambos niños estaban con los nervios hasta las puntas.

— No creo sea momento de idealizar eso.— comentó Tsutako.

Norie la observó confundida.— ¿Por qué lo dice Tsutako?

— Todavía somos niños y me gustaría que Giyu decidiera lo que desea, e incluso la mujer con la que quiera contraer matrimonio.

— ¿Piensa que Kanae no sería apropiada?

Tsutako negó rápidamente.— Para nada, ella es una niña grandiosa, pero ambos tienen que pensar mejor en su futuro y las personas que crean sean las correctas para compartir su vida y sueños con ellas.

La mujer sonrió y se acomodó viendo a Tsutako.— Entiendo perfectamente lo que quiere decir pero.. ¿Olvida que eso es algo que solo sus padres pueden decidir?

— Lo se, pero la felicidad y bienestar de mi hermano es mi prioridad, aseguraré todo lo mejor para él, incluso si tengo que ir contra mis padres.

Norie sonrió aún más.— Eres una gran hermana. Pero es más que evidente que así haga lo que haga, la decisión de sus padres es la definitiva.