Capitulo 11

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Déjalo/a ir, no le vuelvas a hablar, no seas una rogona/rogón, vivimos en una sociedad en donde no puedes tratar de arreglar algo con alguien sin que te llamen rogón/rogona, es válido que quieras arreglar las cosas, siempre te van a juzgar por algo, que si terminaste con tu pareja fue porque tú debiste hacer algo malo, si te fueron infiel fue porque no supiste cuidar a tu pareja, si te rompieron el corazón fue porque tú lo permitiste, no, no fue porque tú lo permitieras, fue porque la persona con la que estábamos no sabía cómo cuidar un corazón que de verdad daba amor verdadero, no es nuestra culpa que las personas no sepan valorarnos, pero, ¿puedes borrar completamente a esa persona de tu vida?, duele, duele ya no escribir esos mensajes de buenos días, duele ya no saber que le hace sonreír,
Duele ya no saber que le duele... es cuando pensamos en volverle a escribir, pero créeme que volverle a escribir hará que te duela aun más, escribirle nos lleva a un sin fin de promesas sin cumplimiento, a un sin fin de "nunca" y "siempre" que no necesitamos volver a escuchar "nunca te mentí", "nunca te fui infiel", "nunca te deje de amar", "siempre estuve para ti", "siempre te ame con todas mis fuerzas", "siempre te respete", "siempre te apoye", es increíble como 2 simples palabras pueden venir a revolver nuestro mundo, a revolver nuestras cabezas, a confundir nuestros corazones, tienen el mismo filó que se clava en tu pecho una y otra vez ¿no?, una mentira que puede ser repetida 1000 veces, ¿se puede volver realidad?, no, al final del día no cambia nada que te diga una vez más que te ama, ¿que cambia que te diga una vez más que le importabas?, ¿que cambia que te diga que cambiará por ti?, porque eso tuvo que demostrártelo hace meses, no decírtelo hoy, porque las palabras son solo eso, palabras, pero aun así esas palabras tienen el poder de encajarse en tu pecho como miles de apuñaladas, impidiéndote sanar esa herida porque aveces duele menos dejar ir, que aferrarte a algo que nunca existió, que nunca existirá, volver a escribirle no vale la pena, volver a hablarle no vale la pena, desbloquearlo no vale la pena, te aseguro que esa persona no va a cambiar en días, mucho menos en semanas lo que te destruyo durante meses, o años, pero tú tienes el poder de detener esas palabras, puedes tomar esos pedacitos de tu corazón e irlos pegando uno a uno, porque si alguien se merece la oportunidad de cambiar mejorar y sanar para ser más fuerte, eres tu.

Como sanar un corazón roto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora