una cita ٭ 𝑅𝑂𝐷𝑅𝐼𝑉𝐴𝑁

tomás, tu gay de confianza

iván llevaba tanto tiempo pensando en esto; las noches se hacían largas mientras intentaba descifrar sus sentimientos, pero después de ganarse una buenas ojeras por no dormir lo descubrió, o más bien, lo aceptó.

estaba enamorado de rodrigo.

al principio fue difícil afrontarlo, pero después de muchos meses de conversarlo consigo mismo en sus momentos de soledad y de, por aburrimiento, escribir versos y canciones sin terminar que solo quedaban en textos dónde expresaba, o intentaba expresar su profundo amor hacía el castaño, simplemente tuvo que admitir su enamoramiento.

primero pensó en que tendría que vivir con ese amor secreto hacía su mejor amigo, pensó en el sufrimiento que eso le traería pero en que no podía alejarse de rodrigo por miedo a hacerle daño y porque al amarlo tanto quería saber de él, verlo, recibir sus caricias, abrazos, besos en la mejilla; simplemente era incapaz de irse. su segunda opción fue olvidar esos sentimientos, autoconvencerse de que ya no le gustaba y vivir con su simple amistad, pero, vamos, ¿cómo podría hacerlo? si cuando rodrigo le dedicaba una simple sonrisa su corazón se aceleraba y la felicidad que eso le provocaba duraba horas.

su tercera y última opción, la que decidió escoger, llegó cuando un amigo en común se dió cuenta de sus sentimientos. vamos, que iván no disimulaba para nada bien.

tomás, "robleis", había salido junto a ellos a tomar un café y a divertirse por invitación de rodrigo ya que había venido a argentina por el tema de sus shows musicales, fue lindo saber que había sacado un pequeño tiempo para pasarlo con ellos.

en todo ese tiempo tomás no pudo evitar notar cómo iván se quedaba varios minutos enteros observando a rodrigo aunque este no hiciera nada, cómo ladeaba su cabeza al ponerle total atención a lo que el más bajo decía, la forma tan sutil aunque poco disimulada en la que buscaba su contacto físico, esas sonrisas y ojos de amor; todo en iván gritaba que estaba perdidamente enamorado de su amigo.

en una de esas que rodrigo fue al baño después de haber tomado cómo cuarenta tazas de café, tomás decidió hablar.

──no disimulás ninguna vos. ─ el pelinegro lo observó confundido, con cara inocente. ──por poco sacás un cártel que diga "estoy enamorado de carre" y te lo pegabas en la frente, ¿sos joda? ─

los ojos de iván se abrieron en sorpresa pero al segundo volvieron a su habitual relajación haciéndolos ver achinados, y se dirigieron al piso cómo pensando en sus palabras.

──¿es tan obvio? ─ ni siquiera se atrevía a negarlo, ¿para qué? si estaba clarísimo.

──tan obvio que me sorprende que carre no lo sepa. ─ volteó su vista a los baños del local, y luego a iván. ──¿o sí? ─

──no amigo, no debe saberlo ─

──oh, así que estás en esa... ─ iván arqueó una ceja, confundido. ──¿aceptaste ya tan rápido que rodrigo no iba a querer salir con vos? ─ asintió, decaído. ──¿intentaste? ─ negó, ahora apenado.

aunque quisiera, era muy inseguro y tímido para siquiera tirarle onda, temía por su amistad y que descubriera sus sentimientos sin querer.

──¿qué sentido tiene? rodrigo es hetero. ─

──hasta dónde yo tenía entendido vos también ehh. ─ iván negó levemente pero no cómo diciendo que no lo era, porque en realidad no había asumido todavía su sexualidad, tampoco le interesaba, solo estaba seguro de que amaba a rodrigo.

──deberías, no sé, tantear terreno boludo, haz menos tírale un poco de onda, un piropo suave... ─ iván lo escuchó atento, como si de algún modo se lo estuviera planteando. ──si no te detiene o te los devuelve puede que tengas oportunidad amigo. ─