una cita ٭ 𝑅𝑂𝐷𝑅𝐼𝑉𝐴𝑁

llamada nocturna

las palabras nunca bastaban para expresar todo lo que rodrigo lo hacía sentir, todo lo del bajito que lo enamora tanto, todo esos sentimientos atrapados en su pecho que deseaban salir cuando pudiera confesarle a rodrigo que era el amor de su vida y que estaba seguro de que jamás dejaría de amarlo. pero tenía miedo, miedo de que en sus fantasias se haya creado una historia de amor que no existía, miedo de que al confesarle todo eso rodrigo no se sintiera igual, miedo de ser el único enamorado.

así que se había decidido a enamorar a su chico cueste lo que cueste, porque sí, después de ese mensaje y de que tomás lo animara por media hora, se había convencido de que iba a conquistarlo.

esa noche no pudo dormir pensando en cuál sería su primer intento de conquista, y ya que llevaba mucho tiempo haciéndolo, se dedicó a escribir versos, frases cortas y textos más largos que según él podrían pegar bien en una canción, todo obviamente dedicado a esos ojos verdes que lo volvieron un tonto enamorado.

cuando tomás vino y después de ese momento con el mensaje iván quiso mostrárselo por tener una opinión de un profesional, ya que tomás era cantante y sabía de escribir letras para canciones, además confiaba en él ya que sabía de su enamoramiento cómo para mostrarle todo lo que le dedicaba a su amor no tan secreto.

tomás aseguro que estaba bastante bien, obvio no era lo más producido del mundo y tampoco se llevaría a grammy o un esland a mejor canción, pero vamos, que para ser un tema de amor era muy bonito.

mientras escribía y tarareaba la letra en un tono que le gustara, que no fuera tan brusco cómo un trap pero tampoco tan suave cómo una balada, y desechaba hojas enteras o borraba partes largas que no le gustaran, sacó un buen texto que le pareció decente. agarró su celular para escribirle a tomás y mandarle el intento de canción aunque fueran casi las dos de la mañana, pero cuando encendió el teléfono y de primeras vió el chat con rodrigo que tenía fijado, no pudo evitar entrar solo por curiosidad, dándose cuenta de que estaba en línea.

se mordió levemente el labio y envío un mensaje rápido: "qué hacés despierto a esta hora?".

para su sorpresa apenas enviarlo fue visto, lo que solo significaba una cosa y era que rodrigo ya estaba en su chat, eso lo puso nervioso pero feliz por alguna razón.

"ahora sos mi novio tóxico? mirá vos".

soltó una risita muy suave, no podía negar que al leer "mi novio" su corazón se aceleró muchísimo, sabiendo que serlo era su mayor fantasía. empezó a escribir acomodándose mejor en la silla.

"respondeme a la pregunta".

"te podría preguntar lo mismo ivancito".

──touché. ─ susurró para si mismo aunque estuviera solo y nadie lo escuchara, y sonrió tontamente por el apodo.

una idea cruzó por su cabeza y después de un segundo de pensarlo, escribió rápidamente.

"hacemos llamada?"

se mordió un poco el labio nuevamente y acomodó su pelo por los nervios, esperando una respuesta.

"dale".

eso fue lo único que necesitó leer para apretarle al botón de llamar y poner el celular en su oreja esperando que respondiera, con la ilusión de escuchar su voz.

──hola amor. ─ habló el castaño, con ese tono bromista que iván conocía muy bien.

por su mente pasaron muchas cosas y entre ellas a tomás repitiendole veinte veces que se arriesgara, que le siguiera el juego o le tirara onda para comprobar si podía intentar más con rodrigo. tragó saliva y después de un segundo habló.

──hola mi vida. ─ intentó sonar tranquilo aunque se le notaran los nervios, y aunque le tembló un poco la voz esperaba que no se notara por la llamada.

──¿eh? ─ a quién se le notó fue a rodrigo, quién tartamudeo en respuesta e iván no supo si debía entrar en pánico o estar orgulloso. ──¿estás bien amigo? ─ iván rio suavemente, aliviado de que con rodrigo nunca hubiera un silencio incómodo después de decir una estupidez.

──estoy perfecto, ¿y vos... ─ se lo pensó un segundo, quiso decirle "bonito", "lindo" o algo así, pero se sintió muy nervioso para hacerlo. ──...rodri? ─ terminó por decir.

aunque no hubiera dicho lo que quería, el apodo también había desconcertado a rodrigo, ya que no era común que lo llamara así, apenas y llegaba a decirle "carre" de vez en cuando, se había acostumbrado a eso. aún así, rodrigo prefirió ignorar ese comportamiento extraño por parte del pelinegro.

──estoy re estresado boludo, este insomnio de mierda me tiene la bolas por el piso. ─ se quejó el castaño cómo normalmente lo haría, e iván lo escuchó atento mientras seguía insultando a su falta de sueño. ──¡voy a tener más ojeras de mierda! ─

──a mí me gustan tus ojeras. ─ soltó iván esta vez sin pensarlo, y aunque quiso retractarse o ponerlo de una "mejor forma", pensó que sería una buena idea para seguir con su intento de coqueteo. -tipo, se te ven bien, cómo un mapache, son tiernos, ¿no crees? eres cómo un mapache, p-pero no de una mala forma, si no querés ser un mapache está bien. ─ aunque lo intentara, lo nervios lo mataban.

rodrigo rio al otro lado de la línea e iván se sintió estúpido por no poder ni siquiera decirle lo que le gustaba de él sin avergonzarse a si mismo. cubrió su rostro con sus manos mientras escuchaba a rodrigo reír en la llamada, había puesto el celular en altavoz para dejarlo en la mesa.

──sos un tierno amigo. ─ habló el castaño luego de calmar un poco su risa, esa hermosa risa que iván amaba aunque fuera provocada por su timidez. ──sí, los mapaches son tiernos, pero no sé si quiero ser un mapache. soy más gato que mapache, ¿no te parece boludo? es decir, duermo mucho y... ─ rodrigo siguió hablando mientras iván asentía y hablaba lo necesario para seguir con la conversación pero también para escuchar sus ocurrencias con esa encantadora voz que le encantaba.

la conversación siguió hasta que casi se hicieron las tres de la mañana, rodrigo había propuesto hacer video llamada e iván se fue a acostar en su cama dejando lo de la canción y demás en la mesa, tan solo quitándose los pantalones para ponerse una pantaloneta cualquiera, así podría estar cómodo y "presentable" para que rodrigo lo viera.

cuando pasó otra hora más y se hicieron las cuatro rodrigo empezó a bostezar mucho, ahora era iván quién hablaba más, perdido en su conversación, y cuando se dió cuenta de que rodrigo había dejado de hablar observó bien la cámara, la cuál estaba en horizontal dejando ver a rodrigo acostado cómodamente en su cama, durmiendo tan tranquilo que el corazón de iván dió un vuelco de ternura.

la imágen para iván fue lo más dulce que había visto en toda su vida, no pudo evitar tomar una captura de pantalla para guardar ese momento, y mientras se acostaba él también, dejando la cámara en la misma posición que la de rodrigo, tampoco pudo evitar imaginar cómo sería dormir juntos, tener en frente a su amigo durmiendo en la cama que compartirían, sintiendo su respirando a centímetros de su rostro y anhelando un beso cuando despertaran juntos, tal vez abrazados, iván soñaba con dormir abrazado a rodrigo.

finalmente el sueño le ganó, cerrando lentamente los ojos sin dejar nunca de admirar el tierno rostro de rodrigo dormido, sonriendo y sintiéndose aún más enamorado que antes, si eso era posible.