mcdonald's y el amor

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iván estaba feliz, demaciado feliz, pero también increíblemente nervioso. al momento en el que despertó casi a la una de la tarde, pensó en que rodrigo había colgado apenas él se hubiera levantado, pero se había equivocado; aunque no tuviera la cámara seguía en llamada con el castaño, y al no estar muteado rodrigo escuchó claramente su quejido y un bostezo cuando despertó.

un "buenos días" jamás lo había puesto tan feliz, pero al solo escuchar la voz medio ronca de rodrigo que solo lo hacía escuchar más tierno, supo que la inevitable sonrisa en sus labios no se iba a ir en un buen rato.

hablaron un poco mientras rodrigo se preparaba un café e iván se quitaba la pereza para levantarse, y entre medio de todo la conversación rodrigo propuso salir a comer juntos aunque ya fuera bastante tarde, si no era su almuerzo podrían cenar juntos en algún restaurante, e iván aceptó al primer segundo, ilusionado con ver en persona a rodrigo después de casi una semana sin hacerlo.

luego de un rato colgaron, no sin antes ponerle hora a su encuentro y asignar a uno de los dos para ir a recoger al otro, iván se ofreció inmediatamente, y aunque rodrigo dijo que para no molestarlo podrían verse en el restaurante que escogieran, iván le aseguro que estaba más que contento de ir a por él, claro, de una forma más simple porque la timidez no le iba a dejar decir algo tan directo.

para iván, eso ya era una cita. tal vez para rodrigo también.

la pereza que tenía al principio despareció apenas acordar la salida con su enamorado, y sin perder ni un segundo, aunque faltaran más de tres horas para verse, iván empezó a alistar y terminar sus deberes lo más rápido posible.

eso sí, con este llevaría dos días sin hacer stream, ¿debía poner una buena excusa? nah, seguro sus fans entenderían su urgencia por enamorar al amor de su vida aunque no lo supieran ni debieran saberlo. de igual forma, público un tweet rápidamente excusándose de la forma más fácil que sabía; sin excusa.

"hoy no prendo, nos vemos mañana".

y apenas un minuto después empezaron a llegar los me gustas y comentarios, con algún que otro retuit y citados, cómo esperaba.

se hizo un desayuno improvisado que se podría tomar cómo almuerzo pero en realidad fue algo simple para hacer espacio a la comida que pediría cuando saliera con rodrigo, porque claro que de su mente no salía aquel castaño y su futuro encuentro; mientras arreglaba asuntos de los streams, sus canales, hablaba con las moderadores de twitch, arreglaba otros asuntos financieros y demás, el castaño estaba siempre presente en sus pensamientos, más aún cuando la noche anterior había visto esa hermosa imágen de él durmiendo.

había aprendido a vivir con rodrigo siempre en su cabeza, le agradaba aunque a veces necesitaba pensar más en otras cosas que en su enamorado, pero aún así no podía evitarlo, le gustaba tanto que a veces lo abrumaba sentir tantas cosas por alguien.

🧩

el dichoso momento había llegado e iván estaba aún más nervioso, mientras el uber conducía por las calles en dirrección a la casa de rodrigo, el pelinegro revisaba la hora y sus mensajes treinta veces por minuto, aunque fuera bien de tiempo y estuviera seguro de que iban a salir, estaba ansioso por llegar tarde o por si rodrigo le cancelaba, que iba a estar realmente desilusionado si eso sucedía.

finalmente había llegado al lugar, iván traía su billetera con el dinero suficiente para permitirse cómodamente una buena comida e incluso para pagar la de rodrigo, pero tampoco quería verse mal, el castaño tenía tanta plata cómo él y seguro no le aceptaría que pagara por su comida.

llegó a la casa y algo nervioso tocó el timbre, no entendía por qué ahora estaba sudando cómo un adolecente en su primera cita, conocía a rodrigo de años, no debería estar así por que salieran.

ah, es que ahora intentaba enamorarlo, seguro era por eso.

la puerta se abrió dejando ver al más bajo, con su pelo castaño perfectamente peinado para dejar ver sus pequeños rulos, con su mejor ropa, con una hermosa sonrisa y con la luz de la entrada dándole en la cara y por ende iluminando sus bellísimos ojos verdes.

o seguro era porque rodrigo es abrumadoramente hermoso y eso lo ponía demaciado nervioso.

──hola hermano, ¿cómo andás, todo piola? ─ habló el castaño mientras cerraba la puerta detrás suyo y se aseguraba de verse bien en el reflejo del vidrio de una ventana, iván lo observaba atentamente pensando en que no debería revisar, si con cualquier cosa se veía perfecto, o sin nada también... seguramente.

──todo bien amigo, ¿nos vamos? ─ sonó un poco apurado y desinteresado al no preguntarle de vuelta cómo estaba, pero a rodrigo no le importaba, asintió sonriendo y caminaron juntos al mismo uber en el que vino iván.

el recorrido fue corto, venían hablando como normalmente hacían y riendo a carcajadas, iván sonreía siempre cómo el tonto enamorado que era, estando seguro de que hasta el mismo conductor se dió cuenta de lo que demostraba su cara.

cuando llegaron al restaurante que obviamente era un McDonald's, entraron tranquilos, varias pero pocas personas se acercaron a pedirles una foto y luego de eso buscaron una mesa dónde sentarse, una camarera se les acercó para pedir la orden y luego de que ambos pidieran su comida siguieron hablando y riendo cómo a iván le encantaba que hicieran siempre.

──ahh no sos un tryhard de mierda. ─ se burló rodrigo de algún comentario que había hecho iván, quién por ese comentario se imaginó esto de conquistar al castaño como un speedrun, riendo ante su pensamiento tan estúpido. ──¿de qué te reís? ─ dijo, haciendo un puchero bastante más tierno de lo que iván desearía que fuera, pues sus mejillas ardieron al verlo.

──de nada amigo, mirá, hay un nuevo menú aquí. ─ desvió la atención a la cartilla del menú, y no era mentira, si había uno nuevo.

siguieron hablando normal hasta que su comida llegó, y de repente el silencio los inundó mientras comían. no era incómodo, jamás lo era, pero los pensamientos de iván hacían más eco en su cabeza, y, aunque fuera irónico, soltó una pregunta sin pensarlo dos veces.

──rodri, ¿saldrías con un chico? ─

el castaño se atragantó un poco por la repentina pregunta además del nuevo apodo que por algún motivo iván estaba usando más seguido; no fue algo grave, su garganta estaba libre y no se estaba ahogando, pero eso fue realmente inesperado.

──¿qué decís? ─ preguntó confundido, iván se encogió de hombros, claramente nervioso aunque rodrigo no lo notara.

se lo pensó un segundo, ahora planteandose mejor la pregunta. iván estaba muriendo por dentro, primero le había dicho a tomás que no sería tan directo por miedo a ser descubierto y ahora le tiraba una preguntaba a rodrigo así de la nada sobre su sexualidad, lo cuál aparte de contradictorio era estúpido.

──no lo sé amigo, puede ser. ─ los ojos de iván brillaron más que las luces del establecimiento, y antes de que esa sonrisita ganadora lo delatara mordió su hamburguesa. si antes estaba ilusionado, ahora se estaba imaginando toda una vida junto a rodrigo.

──¿por qué preguntás? ¿acaso me vas a pedir ser novios? ─ bromeó, claramente era una broma, pero iván lo observó muy fijamente al escuchar esa pregunta.

ese impulso de responder que sí, de pedírselo y confesarse ahí mismo le llegó de repente, cómo una flecha que atravesó su mente y se quedó ahí clavada, diciendo que era el momento perfecto para expresarle que lo amaba con el alma; pero no, no lo era, aunque rodrigo hubiera dejado esa pequeña puerta abierta a la posibilidad de salir con un hombre, no sabía si sentía lo mismo que él, y arriesgarse en vano ahora teniendo un avance así no era el momento perfecto.

──quién sabe. ─ se encogió nuevamente de hombros, aunque por alguna razón estaba vez no estaba nervioso.

tal vez porque logró ver ese pequeño sonrojo en el rostro de rodrigo apenas decir eso, y la seguridad de que estaba logrando su objetivo lo inundó complemente.

una cita ٭ 𝑅𝑂𝐷𝑅𝐼𝑉𝐴𝑁 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora