Conjunto de ocho one-shots hechos para la SatoSugu Fluff Week 2023, celebrada del 29 de julio al 5 de agosto.
Sigue las siguientes temáticas:
• Día 1: lenguaje de amor / VIAJE EN EL TIEMPO / Saturn (Sleeping at Last)
• Día 2: día lluvioso / amigos d...
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Time travel
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Habían pasado unas cuantas horas desde que terminaron las clases por el resto del día y no volverían a tener hasta el lunes, puesto que era viernes y, por tanto, el último día de la semana en el sentido escolar.
Suguru se encontraba estirando en su cama leyendo un cómic con tal de relajarse un poco. Al salir de la última clase había ido con Satoru y Shoko a dar un pequeño paseo por el centro de Tokio, pero gracias a la insistencia del primero, ese pequeño paseo había logrado transformarse en la búsqueda de un tipo de dulce que se le había antojado al peliblanco, así que en vez de estar un máximo de una hora paseando, habían estado más bien tres.
Shoko se escapó en el mismo instante en el que Satoru mencionó los dulces, pero Suguru, por otra parte... En su defensa, Satoru sabe poner una mirada muy convincente, bueno, eso y que puede que Suguru sea un poco —demasiado— débil ante él. Definitivamente, quemaría el mundo si Satoru se lo pidiera. Gracias a dios, este nunca me ha pedido nada semejante. Por el momento.
Así que sí, después de esa mini maratón, todo lo que Suguru ansiaba en ese mismo momento era poder pasar el resto de la tarde en tranquilidad, con su persona, leyendo este cómic que llevaba tiempo queriendo poder disfrutar y punto. Sin distracciones.
Oye la puerta de su habitación abrirse de un portazo al mismo tiempo que la persona que la había abierto de esa manera tan brusca exclama: —¡Suguru! —dice, entrando al interior de su habitación y al cabo de unos segundos, también de su espacio personal, mirando a Suguru con emoción en sus ojos—. Adivina que descubrí.
Claro está, no tuvo en cuenta —lo cual, es extraño, teniendo en cuenta que ya ha pasado varias veces antes y que, por tanto, tendría que tener más presente en su mente— que un Satoru post dulces es un Satoru más hiperactivo de lo normal. Lo que es bastante, en realidad, teniendo en cuenta que de por sí es un culo inquieto.
Pega un pequeño suspiro, dejando a un lado su lectura a un lado para centrar su atención en su enamora... es decir, su amigo, su mejor amigo. En el momento en el que posa su vista sobre Satoru percibe que, definitivamente, su gran descubrimiento es, al menos, algo relevante, pues no suele invadir tan de repente su habitación. También es verdad que, generalmente, no la puede invadir, ya que se suelen encontrar en la misma habitación pasando la tarde.
