Conjunto de ocho one-shots hechos para la SatoSugu Fluff Week 2023, celebrada del 29 de julio al 5 de agosto.
Sigue las siguientes temáticas:
• Día 1: lenguaje de amor / VIAJE EN EL TIEMPO / Saturn (Sleeping at Last)
• Día 2: día lluvioso / amigos d...
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Cicatrices
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TW: autolesiones, negligencia infantil.
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Acababan de regresar de las vacaciones de verano. A Suguru aún se le hacía extraño el no poder comentar nada real sobre lo que hace en la escuela con sus padres; hasta donde ellos saben, él va a una escuela religiosa, pues esa es la tapadera que vende la escuela de hechicería a los no hechiceros.
Quitando ese detalle, en realidad había sido un buen verano, aunque de todas formas se alegraba de volver para continuar el año con sus nuevos amigos, Satoru y Shoko.
Shoko era como él, también venía de una familia de no hechiceros, así que enseguida congeniaron. Con Satoru, por otro lado, el inicio fue algo más complicado. Este provenía de una familia de hechiceros, una importante, así que en definitiva su conocimiento por la hechicería era muchísimo mayor, lo que lo llevó a actuar algo arrogante al principio, aunque después de que el propio Suguru lo venciera en uno de los entrenamientos lo hizo bajar de su nube. Desde ese momento, empezaron a ser amigos.
Los tres se habían despedido antes de irse a sus casas por las vacaciones, aunque Satoru no parecía muy emocionado por volver con su clan. El clan Gojo, una gran incógnita para Suguru; el peliblanco nunca los menciona y, cuando alguien más lo hace, se las arregla para cambiar de tema, así que lo único que Suguru sabe de ellos es que es uno de los tres clanes más relevantes dentro del mundo de la hechicería y que, en definitiva, son excéntricos.
—Quien decide que es buena decisión retomar las clases un viernes. —Se queja Shoko, sacando a Suguru de sus pensamientos. Se ríe.
—Oye, ¿sabes cuando regresa Satoru? —Pregunta, apoyada sobre la mesa, esperando a que llegue Yaga para dar inicio a la clase. En principio, todos los alumnos deberían haber llegado ayer, pero ninguno de los dos vio a Satoru por el campus.
—No, casi no ha contestado a mis mensajes en todo el verano. —Responde Suguru. Estaba algo preocupado por su amigo, ya que generalmente suele contestar todos los mensajes que le envía.
Y, de repente, la puerta del aula se abre, dando paso a Satoru y a Yaga, quien la cierra tras de sí. El peliblanco los saluda a ambos de manera silenciosa y algo desanimada y se sienta en su sitio. Las clases inician y, sorprendentemente, pasan sin ninguna interrupción por parte de Satoru —el propio Yaga aún está incrédulo por ello—, así que, tan pronto como inician, terminan, dando por finalizado el primer día de clase.
