Día 4

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Anhelo mutuo

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Anhelo mutuo

A estas alturas, todo el mundo que conociera, aunque solo fuera un poco a Satoru Gojo y Suguru Geto, sabía que ese par estaba total y asquerosamente enamorados el uno del otro, con Satoru siempre intentando hacer muestras públicas de afecto, las c...

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A estas alturas, todo el mundo que conociera, aunque solo fuera un poco a Satoru Gojo y Suguru Geto, sabía que ese par estaba total y asquerosamente enamorados el uno del otro, con Satoru siempre intentando hacer muestras públicas de afecto, las cuales, muy para el pesar de todos, Suguru aceptaba con una sonrisa de lado a lado.

Pero pese a que habían estado enamorados por poco más de una década, en verdad como pareja llevaban mucho menos que eso, pues se habían anhelado durante la mayoría de todos esos años, sin hacer nada al respecto debido al miedo de no ser correspondido. Desgraciadamente, para todos los demás, solo ellos dos pensaron que no era mutuo, y debieron ver durante años como ninguno daba el paso final para acabar con el sufrimiento de todos.

1. Shoko

A Shoko le encantaba ser hechicera; el poder ver todo tipo de maldiciones, estudiarlas, utilizar su técnica maldita para ayudar a los demás, entre otros miles de motivos. Pero hay momentos muy contados en los que realmente se arrepentía de haber escogido la hechicería como su vocación. Bueno, no, mejor dicho se arrepentía de haber sido colocada en la misma clase que Suguru y Satoru. Si solo hubiese nacido un año antes o después, o incluso si se hubiese decidido por ir a la escuela de Kioto y no la de Tokio, no tendría que lidiar todos los días, todas las semanas y todos los años con esos dos.

No la malinterpretéis, era una gran amiga de los dos, y realmente se llevaban muy bien, pero a ratos podían ser insufribles. No porque fueran molestos, que también, sino porque eran demasiado ciegos —lo cual es irónico porque justamente Satoru ve mucho más que la mayoría—, tanto, que la irritaba de gran manera.

Todos sabían que se querían, ¡incluso Haibara lo sabía! Incluso habían llegado a hacer una apuesta a ver cuando alguno tendría el par de narices para declararse, pero todos habían perdido, pues nadie esperaba que les tomara tanto tiempo cuando encima son tan obvios.

Y eso molestaba aún más a Shoko, porque había perdido su maldito dinero debido a la ignorancia que poseían ese par. A veces, Shoko realmente se preguntaba si no sería esa la verdadera técnica maldita de esos dos, porque se les daba de maravilla.

SatoSugu Fluff Week 2023 - JUJUTSU KAISENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora