Capítulo once - Nakayama Suzuki

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El día transcurría con normalidad, la gente hablaba en los pasillos de la academia, los profesores descansaban de las clases y el personal hacia su trabajo.

Una semana había pasado desde el incidente de Asuka, el ambiente estaba mucho más relajado, y todos se veían menos intranquilos, todos menos Shinji, que últimamente había estado vigilando a Kaworu más de cerca, para comprobar si lo que decían sus cercanos era cierto.

No se habían separado en ningún momento, y Shinji si pudo notar las miradas sobreprtectoras de su pareja hacia otros, también empezó a percatarse de que había estado dejando de ver a sus amigos, así que decidió ir a hablar con ellos en el descanso, aprovechando que Kaworu fué a comprarse el almuerzo.

El albino seguía su camino hacia la cafetería cuando vio como cierta rubia entraba a un aula vacía.

Su cerebro le decía que la ignorara, que no podía salirse con la suya tres veces sin un plan definido, pero sus instintos pedían sangre.

Entró a la habitación con su mano en su bolsillo, donde guardaba su navaja, y cuando abrió la puerta recibió un empujón que le tiró al suelo dentro del aula, Nakayama rápidamente cerró la puerta mientras Kaworu se levantaba, aturdido, se puso en pie y observó la situación, la rubia portaba un cuchillo afilado y un semblante iracundo, ciertamente no estaba en sus cabales.

-Ha llegado tu hora, asesino!- Exclamó la chica, entonces cargó contra aquel adolescente, empuñando su cuchillo con ambas manos, Kaworu esquivó el ataque, pero su camisa fue enganchada por el arma contraria, haciendo un corte en esta, exponiendo parte de su piel. -Así que ya has caído en la locura eh.- Se mofó el peligris, avivando el enojo de la contraria.

La pelea siguió su curso, hasta un punto en el que Nakayama acorraló al chico en la pared, entonces una luz se prendió en la cabeza de Kaworu.

-Socorro! Alguien, quien sea, ayuda!- Gritó a todo pulmón -Quiere matarme de verdad, ayuda!- Continuó con el acto.

justo cuando la rubia iba a decir cualquier cosa, la puerta se abrió, dejando ver a la profesora Misato Katsuragi, que rápidamente inmovilizó a la rubia y dejó libre al albino, que soltaba lágrimas de cocodrilo.

Shinji se encontraba hablando con sus amigos Tōji y Kensuke en el patio cuando un profesor llegó y mandó a todos los alumnos a clase, al llegar a su aula, el joven Ikari se percató de que faltaban dos personas en clase, Kaworu y Nakayama.

-Ha ocurrido un incidente durante el descanso, por ello se os permitirá ir a casa más temprano.- Dijo la profesora Ritsuko antes de acompañar a los alumnos a la salida.

Todo eran susurros entre la gente a la salida de la academia, preguntándose que debía haber pasado, Shinji se escabulló hacia el despacho de su padre, con la confianza necesaria para confrontarlo y descubrir la verdad.

Al llegar donde la oficina, tocó la puerta, cuando oyó la voz del Ikari mayor desde el otro lado dandole permiso, entró.

Rapidamente el joven castaño se apresuró hacia el albino, sentado frente a su padre, que tenia rasguñada su ropa y algún punto de sus brazos.

°•Obsesión insana•°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora