—Usted es?
—No me llames de usted, no tengo nombre, tú debes dármelo, Selim
—¿Qué?
—Si, yo soy tu guardián, nacimos juntos, me mandaron a llevarte a la capital, con tu padre
—¿Padre? —preguntó incrédulo, pues su madre le había dicho que su padre era un soldado y murió en batalla
—¿Tienes dudas? mira te mostraré!Rapidamente se transformó en un perro, luego un gorrión, un águila y un conejo, el rubio retrocedía del asombro, sabía que existía la magia, su madre le contaba innumerables historias de hechiceros que ganaron guerras, pero nunca creyó ver algo así realmente.
—Impresionante, verdad? —dijo luego de volver a su forma humana, se bajó la capucha dejando ver sus ojos negros como la noche y su cabello naranja rojizo como el fuego, se arrodilló frente al rubio de ojos azules cual cielo despejado y, de modo serio, le dijo —No soy más que aquello que tú quieras que sea, soy tu espada y soy tu escudo, solo existo para tu seguridad, así lo quieren el cielo y el averno, porque tú eres Selim, Príncipe Selim de Alhí, 5to Príncipe del imperio Alhí, Hijo Ilegítimo del Emperador Usman de Alhí y la Doncella Imperial Turhan, estoy aquí para llevarte a casa
Selim oía todo perplejo, trataba de analizarlo, difícil, muy difícil, él realmente creía que era hijo de un guerrero muerto ¿y ahora resulta que es hijo de un emperador?
—¿yo... qué?
—El resto te será explicado por su majestad, por favor, acompáñame a casa —agregó el guardián.Él, bueno, aceptó, lo único que tenía allí era a Laika, el pelirrojo le dijo que podían llevarla con ellos así que no perdía nada, pasarían la noche en la cabaña y partirían a la mañana. Selim despertó siendo lamido en la cara por Laika, al apartarla se dio cuenta de que el chico estaba sentado mirándolos, no parecía somnoliento
—¿Acaso tú no duermes? —preguntó mientras bostezaba y se escurría de la manta de piel.
—No necesito dormir ¿y si te asesinan mientras duermo? Es riesgoso —respondió tranquilo, al tiempo que se levantaba, se dirigió a Laika —como te decía, te va a encantar el castillo imperial, tiene mucho espacio para correr, y la princesa imperial tiene muchos perros!, son simpáticos...
Selim dejó de escucharlo, se abrigó y salió de la casa, no se podía ir así nomás, debía despedirse. Subió a lo más alto de la montaña, no era una montaña tan alta o grande, pero podía verse todo el pueblo y varios kilómetros más. Ya en la cima se encontraba un gran árbol de higo, él se apoyó contra el tronco y, con los ojos cerrados habló
—Tengo que irme. No te estoy abandonando, solo quiero saber... si realmente he tenido un padre todo este tiempo, de ser así ¿por qué mentiste?. Si todo esto es verdad —tomó una larga pausa y ya parado, con los ojos en el cielo, agregó —nos haré justicia
Tras dar un vistazo rápido al pueblo, finalmente se retira y vuelve con los demás, al llegar observa un gran carruaje, del tamaño de una camioneta
—¿Y esto de dónde salió? —preguntó confuso
—Vino conmigo, es de la Princesa Imperial, no es raro que ella viaje a lugares lejanos, así que nadie hará preguntas y evitamos ataques —respondió el guardián mientras se acercaba.
—Entonces ¿Soy un secreto?
—"Aún" lo eres, cuando el emperador te reconozca todos te conocerán! —respondió emocionado —Laika te espera adentro, le di un baño antes de subirla, espero no te molesteEl joven se limitó a asentir y entró al carruaje, allí, como indicó el pelirrojo, se encontraba su fiel mascota, sentada obediente en el asiento de adelante, que más que asientos parecían sillones. Se sentó frente a ella y se hundió en el asiento.
Luego de unos segundos el guardián entra y, al sentarse junto a la can, el vehículo se mueve, luego deja de moverse. Al mirar por la ventana
—¡¿Estamos volando?!
—Si, genial verdad? No es tan genial como volar siendo un ave, pero es genial!El rubio volvió a mirar por la ventana, se dio cuenta de que iban increíblemente rápido, se sentía como en un avión. Recién entonces entendió lo que el otro dijo, evitar ataques es fácil cuando tu vehículo va por el aire. Se sentía algo tímido, por lo que se mantuvo en silencio, el tiempo pasó volando. Mientras acariciaba a Laika pudo ver un montón de casas, la mayoría eran grandes, hasta que vio un gran castillo.
—Ese es el Palacio imperial, es donde reside el Emperador, detrás están los palacios de los príncipes, nos dirigimos a ver al emperador, así que ya llegamos—comentó el pelirrojo.
Perplejo se pierde en la magnitud del lugar, hasta que siente una ligera turbulencia, ya habían aterrizado.
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El Ilegítimo 5° Príncipe
FantasyTras la muerte de su madre fue exiliado a las montañas y marginado, pero años despues un joven le revelaría la verdad de su vida y lo llevaría a su destino