Capítulo 6: Pobre mi príncipe

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En una sala se encontraban el 5to Príncipe y su Guardián, recibiendo sus clases de etiqueta real por parte de Ayşe y un señor del que ni se habían molestado en aprender el nombre. Ya llevaban dos días estudiando eso, no los dejaban ni salir a tomar aire, pronto sería presentado ante el pueblo y la alta sociedad, debía saber comportarse si quería ser aceptado.

Aún estaba nervioso, no por la alta sociedad o el pueblo, sino por sus hermanos, tenía cinco a los que conocer, tampoco había visto a Ihsan esos días, Ayşe le dijo que se fue a una ciudad vecina y que ya estaba volviendo.

Al terminar sus lecciones de la tarde se posó en una ventana para descansar, le dolía la cabeza

— Pobre mi príncipe, me lo van a matar si siguen agobiandolo así!

A Selim le parecía divertido escuchar a ese chico, o lo que sea que es, parecía no entender lo que es la seriedad, pese a que aveces la mostraba. Viéndolo recordó que aún no le había puesto un nombre, nunca fue bueno poniendo nombres, ni en esta vida ni en la otra, Laika fue un nombre que tiró junto a otros y que su madre escogió.

Perdido en sus pensamientos, despertó al ver un montón de sirvientes sacando cosas del palacio y poniéndolas en carruajes de carga.

— Ayşe, ¿qué sucede allí?— preguntó educadamente cómo le enseñaron, la niñera se acercó a la ventana para observar a lo que el chico se refería.
— oh?, si, están llevando las pertenencias de su Alteza Ihsan al sexto palacio.
— Así que ya se muda, el emperador dijo que vendría con Ihsan para que esté cómodo, pero no lo he visto desde que entré, y tampoco he visto al emperador— se quejó, realmente era molesto, sentía como si lo estuviesen ignorando o evitando, no sabía cual era peor.
—no ponga esa cara, su Majestad está muy ocupado, la mayoría de los príncipes solo lo ven dos veces al mes— hizo una pausa pensativa— bueno.. si desea ver a su padre puede participar en las fiestas de té de la Princesa Imperial Umay, Su Majestad y Su Alteza son muy cercanos, en algún momento la va a visitar.
Esto hizo un clic en él.

La niñera se retiró dejándolos solos, el guardián se acercó a su señor de forma cautelosa

— ¿En que piensas?
— ¿Crees que mi querida hermanita Imperial me tratará bien?— preguntó de una forma que transmitía seguridad y astucia.
— ¿tratarte bien? Pues si, a mi me pareció muy simpática.
— ya veo, asistiremos a su próxima fiesta de té.
— qué? No sabía que tenías esos gustos, pero no soy nadie para juzgar, supongo.
— No idiota! De donde vengo existe un dicho, lo conoces?
— qué es un dicho?— preguntó confundido, claro, olvidó que este chico estuvo confinado desde que nació.
— eso no importa, la cosa es que el dicho dice que solo la princesa puede someter al rey. Esto se refiere a que, si quiero llegar a mi padre, debo acercarme a la princesa Umey.
— Umay.
— Si, Umay.
— Ya veo, asi que es así, espero que ella también lo entienda— dijo para sí mismo, pensando en qué estaría haciendo la joven.

En la cabaña

Se encontraba una persona encapuchada de baja estatura paseando por el lugar, la cama, la pequeña mesa, varias pequeñas figuras de madera, posiblemente talladas por Selim para recordar a su madre, su capa blanca se movía de acá para allá. Esta persona tocó las pieles, bien cuidadas, las dejó y se dirigió fuera, allí se encontraba otra figura de capa negra, alta e intimidante, pero humana.

La figura blanca se dirigió al intimidante ser de capucha negra.
- No hay nada aquí, vamos al pueblo- ordenó severamente, denotando su voz, femenina e infantil.
- Si, no te alejes Umay
Ambos partieron hacia el pequeño pueblo de Unny.

El Ilegítimo 5° PríncipeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora